OS/IMAGINAS -TOM ﹠ LOKI.-THFF

Costumbres.

Shipp: TaserTricks + Thorciño.

Advertencias: ligera sugestividad al final.

Aclaraciones: Me descargo de responsabilidades este OS no me pertenece, lo encontré y me pareció demasiado magnífico y digno de ser compartido, en una página inglesa, les adjunto aquí y en los comentarios el link del trabajo original por si gustan consultarlo, e invariablemente dándole todos los créditos al autor/a original.

https://archiveofourown.org/works/949024

— Entonces, permíteme reafirmar esta lección de las costumbres Midgardianas para los invitados...

— Afírmate, pero no creo que eso se vuelva más firme —ella pinchó sus bíceps con la punta de su pluma. El músculo voluminoso volvió a su lugar, y ella emitió un leve zumbido para expresar su agradecimiento.

Loki, desde su lugar en el sofá, inclinó su cabeza ligeramente hacia la izquierda, escuchando.

— Es prudente que todos los huéspedes solteros varones caminen por la casa únicamente con ropa interior... En caso de que su anfitrión lo encuentre deseable —las tupidas cejas rubias se juntaron adorablemente en su frente, la concentración parecía casi dolorosa en su rostro— No entiendo el por qué de eso.

— No entiendes el rugby, pero te gusta —le recordó ella.

— Me gusta el componente práctico de su deporte. El 'abordaje' —él le sonrió ampliamente y Darcy suspiró bajo el brillante efecto que tenía en su hermoso rostro, la forma en que el cielo se iluminaba, casi literalmente.

Loki rodó los ojos brevemente, dejando escapar un breve suspiro que hizo que Darcy lo fulminara con la mirada por encima del hombro. No se molestó en mirar a la chica pues se encontraba simplemente tocando la parte superior de su muñeca para indicarle la hora.

— Si sigues adelante y te quedas medio desnudo —continuó— probablemente seas abordado aquí de una manera mucho más agradable. Mira, sólo pensé que deberías saber que es un poco... ya sabes incorrecto que no lo hagas. Sé que no estoy ofendida porque... —ella puso una mano en su pecho, inocentemente golpeando sus pestañas. Él asintió solemnemente, casi dándole las gracias con una expresión sombría— porque sé que no estabas al tanto —concluyó, ante lo que Loki se aclaró la garganta. Darcy se cercioró de la hora, se estaba quedando sin tiempo— es sólo en caso de que ofendas a Jane. Llevando la ropa puesta, sólo decía.

— ¿Y estás segura de que esta es una de sus costumbres...?

— No esperaría que lo supieras, es genial. Jane no ha dicho nada porque ... Ella pensó que estabas con alguien.

— ¡Pero no lo estoy! —respondió totalmente apaciguado.

— Bueno, así es como estás exento de la regla. Como el Grinch de allá, viendo que él está conmigo —ella saludó por encima de su hombro en dirección general a Loki— tienes que estar disponible, para caminar casi desnudo, obviamente. De lo contrario, habría gente en ropa interior por todo el lugar.

— Por supuesto — comprendió justo para después ponerse de pie e puso. Desprendiéndose de su camisa la cual voló rápidamente a través de la habitación como si estuviera en llamas, a continuación sus pantalones se amontonaron en el piso alrededor de sus tobillos para ser pateados de una manera similar, casi envolviéndose alrededor del cráneo de Loki, si no fuera porque él se movió fuera del camino— eres una buena amiga, Darcy Lewis.

— Sí sí, yo lo soy— ella le dio un gesto agradecido una vez más— será mejor que vayas a caminar y ver si no puedes atrapar a un pajarito llamado Janey, ¿eh? Estoy absolutamente segura de que ella va a querer verte... así.

Thor le sonrió, y casi desapareció, seis pies de rubia cabellera y estructura corpulenta saltando marchándose.

Loki suspiró de nuevo.

— Tres minutos, veintitrés segundos —dijo secamente el Dios del Engaño— y él no estaba completamente desnudo, así que todavía gano.

— Los parámetros fueron: una sola mentira, desnudez total y cinco minutos —ella corrigió— no dijiste que tenía que depender completamente de mí.

La idea de que Darcy podría haber ganado al enviar a Thor al lobo provocado con facilidad, vestido con nada más que brillantes troncos rojos se introdujo al cerebro de Loki, y lentamente lo hizo ponerse de pie. Se giró hacia la mesa con una ceja levantada, una sonrisa arremolinándose en su boca.

— No se te permite interferir —dijo ella, moviendo un dedo en su dirección— lo prometiste. Te dije que podía ser lengua de plata cuando yo quisiera. No me creíste.

— En el futuro, lo contaré entre una de tus mejores cualidades —reflexionó, caminando hacia ella, apoyando con suavidad una de sus manos en la parte superior de su cabeza, alisando hacia atrás el caótico encrespamiento para sujetar la parte posterior de su cuello, acercándola más a él— pero nunca volveré a ser convencido de ninguna de las costumbres midgardianas, querida, especialmente las relativas a la eliminación de la ropa.

— ¿Ninguna de ellas? —sonrió con amabilidad la de ojos azules, inclinando la cabeza hacia un lado. Sus manos fueron a su pecho, arrastrándose como arañas pálidas hasta sus hombros, uniéndose alrededor de su nuca— ¿Qué hay de las divertidas?

Loki tuvo que pensar en eso un largo momento.

— Los Aesir comparten esa costumbre particular —reflexionó, y bajó su boca a la de ella— pero estoy bastante seguro de que puede ser igual de divertido con la ropa puesta, mi pequeña mentirosa.

Ella solo inclinó su cabeza, clavando sus uñas carmín contra la parte posterior de su cuello.

— Demuéstralo, oh, gran dios tramposo.

Y él lo hizo.

Dos veces.