Capítulo 38

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— Muchacho, tú sí que eres increíble... —Kuu Hiszuri suspiraba mientras veía a su hijo a través de la pantalla de su móvil— ¿Quieres que vaya a verte?

— No, padre, es mejor que no... —ríe amargamente el joven Kuon— Ya han existido dudas de la heterosexualidad de Tsuruga Ren a causa de que jamás me han sorprendido con mujer alguna, imagina el escándalo que se desataría si alguien se entera que Kuu Hizuri visitó el departamento de Tsuruga Ren en la madrugada y se quedó hasta el día siguiente... —soltó una risotada con una cara medio asqueada— La gente seguro insinuaría muchas cosas al no saber que eres mi padre.

— Es cierto pero... ¿Qué tal si me viene a ver mi hijo? —respondió Kuu luego de reír y luego quedarse por unos instantes asqueado de sólo imaginar eso— Sigues con el cabello rubio, supongo.

Kuon se quitó la peluca y se despeinó el cabello a propósito, una vez siendo él mismo odiaba llevarlo peinado de una forma tan formal y ñoña, por decirlo así. Kuu mientras tanto no podía creer este cambió brusco de situación y rememoran su conversación con su hijo tan solo unas horas antes cuando se encontraron en la oficina de Lory.

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— ¡Estoy tan orgulloso de que al fin le hayas contado la verdad a esa muchacha y que ya te le hayas declarado! —se seca una lágrima y ríe alegremente— ¡No puedo esperar porque la lleves a la casa y sea parte de la familia oficialmente!

— Ahm... Papá... —interrumpió con lgo de nerviosismo Kuon.

— ¿Sí, campeón?

— Aún no hice ninguna de esas cosas.

— ¡¿Qué?! —le da una palmada fuerte en la cabeza como regaño— ¡¿Entonces qué...?!

— ¡Estuve por hacerlo, ¿de acuerdo?! —exclamó a la defensiva mientras se sobaba la cabeza— Pero la conversación tomó una dirección diferente y ella terminó declarándose a Tsuruga Ren, perdí el control y antes de decirle ya la estaba besando, cuando nos separamos estaba por hablar pero los paparazzi y fans nos encontraron y bueno... Eso sucedió.

Kuu Hisuri solo miraba a su hijo con un ligero tic nervioso, uno que anunciaba muchas desgracias para Kuon Hizuri.

— Esto... —sacó el celular— Ya no puedo con esto, tendrá que enterarse mamá...

Kuon Hizuri supo lo que se sentía ver tu vida en retroceso como una película en cámara rápida, a la vez que un aterrador escalofríos lo envolvía.

— ¡Papá, no! —exclamó muy tarde porque todo terminó en una videollamada con Juliena Hizuri.

— Hola, mamá... —saludó con una sonrisa nerviosa a su madre quién estalló en felicidad de ver a su bebé.

— Calma, Julie, no es momento de amor a tu bebé, porque se portó mal...

La señora Hizuri, que más parecía una señorita, paró en seco su cariñoso escándalo en ruso.

— ¡¿Qué?! —gruñó demostrando que la mirada asesina de Kuon fue en definitiva heredada de su madre— ¿Qué hiciste, Kuon?

— «Oh no, me llamó por mi nombre» —Kuon pensó tragando saliva— Yo no...

— No le ha dicho la verdad a esa niña todavía... —Kuu interrumpió con un suspiro a su hijo, y esta declaración bastó para que, a pesar de que las facciones de Juliena se relajaron, su mirada se torne más aterradora y se cruce de brazos, esperando mayor explicación.

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