INOCENCIA INTERRUMPIDA(COMPLETA)

-24-(PARTE UNO)

NO TODO.

Eaton

Alison se puso pálida. Dudaba que estuviera respirando. Había perdido la razón, mi enojo fue tal que le grite. Le grite fuerte. Nada justifica que le haya gritado, pero odio cuando se menosprecia tanto, además quiero protegerla de esa parte de mi mundo. Perdí los estribos, pero verla asi; tiene una expresión dolorosa, me partió el alma.

SOY UN IMBÉCIL.

Su mirada ida, como si estuviese congelada me estremeció.

- Alison perdona yo... perdón.

Intente acercarme a ella, pero se alejó como si estuviese viendo un espanto. Se hizo bolita en la esquina del asiento. Desconocía esa mirada, mi corazón dio un vuelco, comencé a preocuparme.

- ¡Gore! Aparca el auto donde sea!- gruñi no apartando la mirada de mi niña.

Alison seguía con esa mirada que me provocó escalofríos, asustada, no decía nada, como si no estuviese en esa tierra.

- Mi amor... mírame, soy yo Eaton, Ali no voy a lastimarte, jamás te lastimaria, porfavor ¡Mírame! - pedí un poco desesperado, tenía que controlarme por ella, pero seguía ida, me dio miedo, soy un maldito estúpido.

- Ali... poco a poco me acerqué, mi respiración agitada, ella se abrazaba a sus piernas, su cuerpo temblaba, no lloraba, solo estaba ida.

Me acerqué moviéndome del asiento, levante mis manos, las puse en sus hombros con cuidado, entonces ella reaciono.

- ¡No me pegues! ¡No me pegues! ¡No me pegues! Sueltame! No me pegues!- comenzó a decir, a gritar, me apartó las manos de un golpe, comenzó a removerse en el asiento, a llorar frenéticamente. Yo estaba asustado, me alejé de ella, la desconocia, no sabía que hacer.

- ¡NO ME PEGUES MAMÁ! ME DUELE MUCHO!

Me partió el corazón. Entedi todo.

Me acerqué a ella lo más calmado posible, lleve mis manos a su rostro, ella seguía peleando, su cuerpo temblaba.

- Alison, mírame cariño, mírame soy Eaton. No voy a lastimarte, porfavor ¡Mírame! Tranquila, estás a salvo, tu mamá no está aquí, nadie te va a pegar, estamos solos tu y yo, porfavor ¡Mírame!

Sus ojos al fin encontraron los míos. Fue como si regresara a la realidad, dejó de patalear, de tirar de mis brazos, su pecho agitado, su respiración entre cortada, sus lágrimas gruesas, me mataban, pero tenia que controlarme para controlar la situación.

- Eso cariño, mírame, soy yo don tatuajes, no estas en peligro, solo estas conmigo.

Le hablaba con suavidad, guardando la compostura. Ella comenzó a calmarse.

- Respira...respira por la nariz, saca el aire por la boca, respira-.Ella comenzó a respirar, pude sentir como su cuerpo se relajo. Su mirada un poco desorientada me miró. Luego se abalanzó a mi, me abrazo muy fuerte. Cerré mis ojos rodeándolo con mis brazos, lloró en mi hombro, su cuerpo estaba helado.

- Gore arranca, llevanos al apartamento.

- Enseguida jefe.