EL BUDA NEGRO la noche caía siniestra y muda en la ciudad de Sevilla en el bloque numero cuatro de la calle tiniebla, en el 2b unos gritos interrumpían el descanso de javier, un chico de 19 años, el mayor de tres hermanos, de padre desconocido y hijo de una camarera de un bar de alterne, su vida era un mundo abstracto, sin definir, donde javier se buscaba a si mismo. Javier se despertó por los ruidos de su vecino, se levanto para ver que pasaba, pego su oreja a la pared del vecino y pudo escuchar como alguien decía ¿donde esta la coca? El vecino de javier era un camello de barrio que solía pasar papelinas y gramos de coca, a todo aquel que pudiera costearse su mercancía. El que gritaba en la habitación de al lado era el negro un famoso delincuente del barrio, que se dedicaba a robar a los camellos del lugar, algo muy rentable por lo cual nunca seria acusado por sus victimas, ¿quien llamaría a la policía para decirle que le han robado drogas? Los gritos del otro lado subieron de tono, ¿donde esta la coca maldito hijo de puta? Si no me lo dices te voy a matar, se me están hinchando los huevos fran, dime ¿donde esta la coca? Fran era el vecino de javier un maldito bastardo sin escrúpulos, que solo pensaba en si mismo, le daba igual joder al mundo entero para contentar a su ego. No tengo nada negro grito fran, solo tengo cincuenta euros en el bolsillo, te lo juro por mi madre por favor no me hagas daño, una mierda contesto el negro te crees que soy tonto joder llevas todo el día vendiendo papelinas, dame la coca y todo el dinero que tengas escondido por ahí, joder negro si te doy todo lo que tengo no podre pagarle al francés y si no le pago me matara, me importa un carajo tu y el francés contesto el negro enrabietado, si no medas lo que tienes dentro de cinco segundos te pegare un tiro en la cabeza hijo de puta. Esta bien, esta bien, tranquilizate negro te daré 200 euros que tengo en la mesita de noche por favor no me mates, ¡fran me sigues tomando por tonto!, se acabo.. dos tiros sonaron en la habitación, fran callo al suelo con un agujero de bala en cabeza, pronto se formo un charco de sangre, sobre la alfombrilla donde se encontraba el cuerpo ya sin vida de fran, el negro y su cómplice el rata, registraron todo el piso poniéndolo patas arriba, cristales y muebles rotos se escucharon durante un rato, asta que se escucho un gran portazo y todo quedo en silencio. Luego se escucho las sirenas de la policía que como siempre llegaban tarde al lugar de los echos. javier que había escuchado todo desde la pared del salón, muerto de miedo se izo el sueco cuando la policía, llamo a su puerta y le preguntaron si había escuchado o visto algo, como era de prever nadie vio ni escucho nada, el miedo hacia el negro anulaba toda acción de represaría por parte de los vecinos.
