Capítulo 25

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El día de la Excursión

-A ti te corresponde aquel autobús, con Thomas, Rich, Britany y otros estudiantes-. Me indica Shei pues llegué tarde y no alcancé a oír mi nombre. Genial, ahora tendré que ir en autobús sin mis mejores amigas y además con la líder plástica, lo bueno es que me toca ir con Thomy y con Rich.

-Bien, y a ti con quien te corresponde?-. Pregunté a mi amiga.

-Yo voy con Marcus, Zac y Caroline en aquel autobús-. Señala uno que está al lado del mío. Por lo menos no iré con Caroline, pero ella irá con Zac...

-Y Sthefy en cuál va?-. Pregunté curiosa al notar que aún no la había nombrado.

-Ella va en ése autobús con Steven, James, y Mike-. Me respondió sonriente.

Los minutos iban pasando y los profesores seguían explicando las indicaciones y las reglas a seguir dentro de la cabaña que nos correspondería a cada estudiante. Nada de lo que decían me importó hasta que por fin oí a uno de los profesores decir:

-Bien, jóvenes, pueden pasar a sus correspondientes autobuses-. Y dicho y hecho caminé hacia el mío acompañada de Thomy y de Rich. Cuando estaba por subir al autobús encuentro al director parado al lado de las escaleras corroborado que no haya percances.

-Señorita Miller, ¿dónde se encuentra el Joven Brown?-. Preguntó curioso el director.

-El va en aquél autobús-. Señalé el transporte.

-¿Entonces que haces aquí? Deberías estar en el mismo autobús que él-. Habló el señor llevando la mano a su canosa cabellera.

- No es necesario, estoy bien en éste, con mis amigos-. Contradije.

- De ninguna manera. Ustedes son los creadores de éste proyecto por lo tanto deben ir en el mismo autobús-. Aseguró. Eso ni siquiera tiene sentido...

Finalmente, El director terminó ganando la pequeña discusión y se dirigió hasta el autobús de Zac, conmigo detrás suyo e hizo un pequeño intercambio.

-Jóvenes, como ya se dijo; la señorita Miller y el Joven Brown son los creadores de éste proyecto por lo cual deben estar en el mismo autobús. Esto quiere decir que la persona que se siente al lado del Joven Brown deberá ceder su lugar a la señorita Miller-. Habló el Director. En ese momento escuché un bufido y rápidamente gire mi vista hacia esa dirección.

-Caroline-. Susurre a lo bajo pero al parecer no fue lo suficientemente bajo.

-¿Dijo algo señorita Miller?-. Preguntó el director. Negué con la cabeza mientras veía a Caroline levantarse de al lado de Zac, tomar sus cosas y dirigirse hacía la puerta no sin antes chocar contra mi hombro al pasar a mi lado y lanzarme una mirada asesina. ¿Y ésta quien se cree?.

Luego de que yo acomodara mis cosas bajo la atenta mirada de Shei quien se encontraba un asiento detrás, me senté al lado de Zac. Pasaron algo asi como 40 minutos de viaje y todavía faltaban otros 20 minutos para llegar.

El silencio que se instaló entre ambos comenzó a volverse incómodo por el hecho que todos los demás estudiantes se encontraban charlando animadamente con sus compañeros de lugar. Es decir, eran dos desconocidos queriendose conocer. En cambio Zac y yo, por el contrario éramos dos conocidos queriendose desconocer.

Unos minutos incómodos más y llegamos a la dichosa cabaña. Bajamos del autobús con nuestro equipaje de una semana en las manos, y fuimos a un lugar donde había varios troncos de árboles que formaban un círculo y que habían sido cortados para utilizarlos como asientos. En el centro del círculo había un señor que me imagino será el guía.

-Bienvenidos y Bienvenidas sean a la "Cabaña Mi Retiro". Yo seré su guía ésta semana, cualquier consulta que tengan me la hacen a mi. En la próxima hora estaré explicando de que tratarán los juegos y las reglas a seguir...-. Bla, Bla, Bla, ese tipo no se piensa callar, pensé, o eso creí pues escuché a alguien reírse.

-¿Siempre piensas en voz alta?-. Preguntó un chico que hasta ahora no me había dado cuenta de que estaba a mi lado.

-En ocasiones como ésta, si-. Hablé y volvió a sonreír.

-Vaya dato interesante-. Opinó.

-¿Eres nuevo? Nunca te había visto por el Instituto-. Comenté y al segundo me arrepentí, pues ¿quién se muda a un nuevo Instituto faltando un mes para que sean vacaciones? Sólo a mi se me ocurre. El negó con la cabeza.

-Soy el hijo de "ese tipo que no se piensa callar" y por lo tanto tambien soy el asistente-. Habló el chico haciendo comillas imaginarias con los dedos. ¡Dios que vergüenza!.

-Lo lamento-. Dije apenada y con las mejillas como tomates.

-Bien, dicho todo esto... Sólo queda instalarlos en las cabañas. Son 24 estudiantes y hay 3 cabañas con 2 habitaciones cada una. En cada habitación pueden entrar 4 personas-. Escuché decir al guía.

-Y son tres autobuses, así que una cabaña corresponderá a los estudiantes de un autobús-. Agregó el director a lo que el guía asintió corroborando lo que el director acababa de decir.

-¿Nosotros podremos elegir a nuestras parejas de habitación una vez en la cabaña?-. Escuché preguntar con su irritante voz a la líder plástica.

-No. Quiero que todo sea bien organizado. Así que como entran 4 personas en una habitación... Se acomodaran con sus compañeros de asiento y con los dos de adelante o atrás, según corresponda-. Habló el Director. Maldito viejo choto.

-¿No te agrada el director?-. Pregunta de nuevo el chico. Maldición me volvió a escuchar!. Asentí como respuesta.

-Eve, nos toca en la misma habitación!-. Exclamó Shei de manera alegre interrumpiendo mi conversación con el chico al tiempo que comenzábamos a caminar hacia la cabaña del medio.

-Si, también nos toca con Zac-. Hablé dejando a entender que no estaba tan entusiasmada como ella.

-Pero también estará Marcus, y ellos dormirán juntos. Seguro será divertido, animate mujer-. Me alentó Shei.

-Como digas-. Le respondo entrando en la cabaña y luego a la última habitación del pasillo; Esa nos correspondía porque nosotros éramos los últimos cuatro del fondo en el autobús.

Durante unos minutos estuvimos arreglando nuestro equipaje. Luego, Shei fue a conseguir algo de comer y unos minutos después de que ella se fuera, ingresó Zac a la habitación sin decir nada y sin mirarme.

-No vas a saludar? Como si fuera que estuve una hora sentada al lado tuyo-. Hablé sarcástica para molestarlo.

-Una hora en la que no te atreviste a dirigirme la palabra-. Dijo dejándome desconcertada.

-¿Yo? Si eras tú el maricon que no me habló-. Le contradije.

-Evelyn cuida lo que dices. Tengo que decirte algo importante para mi-. Habló con seriedad. Una seriedad que me produjo escalofríos.

-¿Puedes dejar de decirme Evelyn?, maldita sea-. Le dije. No es que no me guste, sólo que me acostumbré a que me diga niña pija o simplemente Eve. Y si me dice por mi nombre completo siento que algo está mal entre nosotros y eso no me agrada.

-¡Concentrate! Ese no es el punto. Por eso es que nunca podemos tener una conversación normal-. Dijo casi en un grito y girando su vista hacia mi.

-¿Ahora la culpa es mia? Sabes que, no importa. Ve al grano-. Hablé indiferente.

-Estoy...-. No terminó porque se interrumpió a él mismo al darse cuenta de que se había ido la luz.

-Zac! Ven a ayudarme-. Gritó Marcus desde el baño. Cada vez que va a hablar lo interrumpen.

-Voy-. Gritó Zac huyendo de la escena para dirigirse al baño donde se encontraba Marcus.  Malpensé eso.

La Nueva Y El MujeriegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora