Mientras No Recuerdes || versión Jelsa

Capítulo 1

Enfrentarse a la realidad

El chico que conocí en el hospital, y que el doctor había dejado toda su confianza en el me llevo a un departamento que para mí era demasiado lujoso.

—¿Seguro que vivo aquí?— pregunté.

—Claro que si— contesto el chico.

Y claro, yo con amnesia y haciéndole caso a un completo desconocido, que supuestamente me llevaba a mi casa, y dando la casualidad de que en el camino no hablara absolutamente nada.

Al entrar pude ver una sala con sillones largos y cortos de color blancos, que junto a uno se encontraba una mesita que tenía una lámpara y una fotografía.

Me acerqué a la mesita para ver la fotografía, la analice por unos minutos y vi, era una pareja, un chico y una chica, el chico tenía cabello peliblanco despeinado, la chica era rubia platinada y con una sonrisa larga, ambos llevaban un suéter gris, el chico llevaba un reloj.

—Somos nosotros— dijo el chico, que si no mal recuerdo se llamaba Jack.

Volteo a verlo tomando la fotografía.

—¿Quién soy yo?— le pregunté.

Él se acercó a mí, tomó la fotografía y la dejo en la mesita, tomó mis manos y me sentó en el sillón largo blanco.

—Tu nombre es Elsa Snow,— dijo— tienes veinte años de edad, vives conmigo, Jack Frost quien es tu novio y que se preocupa por ti demasiado— reí por lo dicho.

Se dirigió fuera de la sala, decidí seguirlo camino a un cuarto donde habían cuchillos, espátulas, cucharas cacerolas, una estufa y una nevera, supuse que era la cocina.

—Te cocinaré— dijo.

—Gracias,— dije — pero creo que lo más conveniente es que...

—Solo por hoy— me interrumpió, a lo que yo conteste con un leve cabeceó.

⌛

Tomó el tenedor que se encontraba junto al plato que contenía una rebanada de pastel o algo por el estilo.

—Es pay de limón— dijo Jack ―Es tú favorito, espero que te guste, le puse unas zarzamoras por qué no habían fresas.

Tomé una pequeña porción de la rebanada con el tenedor y la lleve a mi boca. Un sabor increíble, la mezcla dulce pasaba por mi lengua.

—Esta delicioso— dije.

—Gracias,— dijo — aunque el tuyo es mucho mejor.

—No recuerdo la receta.

—Si quieres la próxima lo hacemos juntos.

—Me parece perfecto.

Hay algo, muy pequeño pero hay algo que no permite que entre en confianza con Jack, no sé que es o de qué se trata, pero hay algo. Llamalo misterio, curiosidad o como sea, pero eso no me permite que crea todo lo que me dice.

Se que padezco de amnesia pero eso no implica que tenga que postrar toda mi confianza en la gente, todo lo contrario.

—¿No confías en mí?— pregunto Owen.

Levantó la vista para solo encontrarme con su cara de tristeza.

—No lo sé— dije —es que me siento totalmente insignificante por qué no tengo ni idea de quién soy.

Tomó mis manos entrelazando nuestros dedos.

—Lo se amor. Te prometería miles de cosas para que tan solo me creyeras en mí, pero no puedo hacerlo y más por el hecho de que ya no recuerdas absolutamente nada.

—No es mi intención, es solo que quisiera saber más, ¿cómo donde nací?, ¿quiénes son mis padres? Cosas por el estilo.