Misterios

111 39 7
                                    

Amy's POV

Ha pasado una semana desde que Scarlett y James están saliendo. No me sorprendería que James le pidiera que fuera su novia hoy mismo.

En cambio yo, estoy preocupada. Cada vez que hablo con Adam me responde cortante. Hoy lo ví salir temprano y no me quizo decir a dónde iba.

Bajo las escaleras y veo a mi papá tomando un café.

-Hola pa. -Digo con una sonrisa forzada. Mi papá levanta la mirada de su taza. -¿Haz visto a Adam?

-Yo... -Dice inseguro. -No.

Suspiro con desilusión y camino hasta el pórtico.

Ya era casi de noche. ¿Donde rayos está?

Tranquila, Amy. Seguro tenía algo importante que hacer.

Me siento en un escalón que había para llegar a la entrada de la casa y veo una planta que había al lado mío.

Miro la planta con detenimiento, entonces veo papel en la maceta de la planta.

Mis cejas se fruncen y agarro el papel de la planta.

No era un papel, era una carta.

"Hola, Amy. Probablemente estés molesta conmigo o tal vez me odies. Pero estoy haciendo algo importante en la playa de la ciudad, espero comprendas."

¿En la playa? ¿¡Qué rayos hace Adam en la playa!?

Inhala amor, exhala paz.

No voy a buscar a Adam. No voy a buscar a Adam. No voy a buscar a Adam.

Si voy a buscar a Adam.

Me levanto del suelo y camino -porque Adam se llevó mi auto- hacia la playa.

Cuando llego, algo cansada, noto que la playa estaba vacía. No había nadie. Pero sabía que Adam estaba aquí porque mi auto estaba aquí.

Dejo mis zapatos en una roca que había cerca y empiezo a caminar en la arena un poco desesperada.

Suspiro al no encontrar a Adam.

Justo cuando pensaba en irme, unas manos me tapan mis ojos desde atrás.

Con mis manos, agarro las de la persona que me había tapado los ojos, tratando de que quitara sus manos de mis ojos pero no lo logro.

-¿Adam? -Pregunto confundida.

La persona no responde. En vez de eso, la persona me hace girarme hacia el otro lado en un ágil movimiento.

No tuve tiempo de preocesar cuando mis labios ya estaban con los de alguien.

-Me asustaste. -Digo cuando nos separamos.

Adam sonríe tiernamente.

-Sorpresa. -Dice él.

No entendí de que hablaba hasta que ví una mesa detrás de él, junto a dos sillas y una vela en el medio que alumbraba parte de la playa.

-Pensé que ya era tiempo de nuestra primera cita. -Continúa él. -E investigué un poco con tus padres.

Por eso mi papá estaba nervioso...

(...)

La cena estuvo genial. Adam y yo tuvimos tiempo para hablar y me sentí especial.

-¿Nos bañamos en la playa? -Pregunta Adam.

-No traje ropa de baño.

-Lo sé.

Adam se levanta de su asiento y trae una maleta. De ella saca un traje de baño que sabía que había visto antes.

-¡Eso es mío! -Exclamo quitandole mi traje. -¿¡Entraste a mi habitación!?

-Puede que sí. -Dice picaramente. -¿Nos bañamos o no?

-¡Bien! Pero no entres a mi habitación sin permiso.

-De acuerdo.

Ese tono no me convence.

Luego de que ambos vamos a los vestidores y nos cambiamos, entramos al agua.

-E-está fría. -Digo temblando.

-Te ayudo. -Adam empieza a mover sus manos en el agua, salpicándome. -Así te mojas más rápido y no te da frío.

-¡Adam, no! ¡Está muy fría! -Empiezo a salpicarlo también.

Parecemos dos niños pequeños.

Trato de huir de él para evitar sus salpicadas; así que nado hacia el lado contrario.

-¿A dónde crees que vas?

Adam empieza a nadar detrás de mí.

¿Quién lo diría? Adam nada más rápido que un tiburón.

-Te tengo. -Dice él.

Adam me agarra del tobillo y me acerca a él.

-¡Déjame ir! -Grito a la vez que río a carcajadas.

-No.

-¡Adam, detente!

Sí, Adam me hace cosquillas en el pie.

-No. Este es tu castigo por intentar huir.

-¡Ya! ¡No más! ¡No lo volveré a hacer!

-¿Lo prometes?

-Lo prometo.

Adam suelta mi pie y ambos hacemos silencio.

-¿Te das cuenta de que me acabas de regañar por huir de mí?

-Suena absurdo cuando tú lo dices.

-Suena absurdo cuando todos lo decimos.

Descripción del día: Per-fec-to.

***

¡Hola desde aquí, Cartagena!

Se salvan que hoy nos tomamos el día para descansar. Por que si no fuera así... Vaya.

Este capítulo lo hice un poco apurada.

Mi madrastra me vió escribir y me puse nerviosa. ;-;

Pero no lo leyó, menos mal.

-Esque me da penita-

Ok no.

El Estudiante De IntercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora