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Hacia un calor insoportable afuera y no me faltaban las ganas de quitarme la ropa y pararme enfrente del ventilador con una cubeta de hielo por un día entero para refrescarme. Desafortunadamente no logre realizar anhelado deseo por la razón de que mi vuelo a Australia salía en menos de tres horas y ya me encontraba bastante atrasada.

-ALASKA SI SE TE VA EL VUELO NI PIENSES QUE TE VOY A PAGAR OTRO- Grito mi mamá desde el primer piso intentando apurarme. Como siempre, puse mis ojos en blanco. Deje mi delineador negro carbón dentro de mi bolso de mano, al ser mi favorito sería una terrible idea dejarlo en Whitby por un año entero. Whitby es un pequeño pueblo situado al este de Inglaterra. No es tan interesante como Londres, pero hay muchos museos y vistas preciosas que uno puede visitar. Además de tener muy buena economía con la pesca y el turismo. Creo que lo mejor es el turismo.

Camine hacia la puerta, descansando mi mano en la manilla para luego echarle una última vista a mi pieza y asegurarme de que no se me quedaba nada. Sonreí leve y salí cerrando la puerta detrás de mi. Apenas me meta en ese avión mamá entrara a mi pieza para observar mis cosas, nostálgica, tal vez llore, lo aseguro.

Baje las escaleras dando pequeños saltitos y dando uno grande al final. Acomode mi pelo detrás de mis orejas y mire a mi madre. -Listo- murmure desviando mi vista ahora a las maletas.

-¿Segura que no se te queda nada? ¿Te falta algo? Podemos ir a comprar si quieres...- insistió mi mamá con un grado de preocupación.

Solté un gruñido -No, mama. No se me queda nada ni me falta nada, revise... varias veces. Además vamos a llegar tarde y ya dijiste que no me pagabas otro viaje.- le corte antes de que siguiera con sus preguntas. Mamá llevo las maletas al auto y yo me quede con mi bolso de mano y mi almohada favorita. Iba a ser un viaje largo y necesitaba dormir aun que sea algo aceptable de tiempo.

Ya no aguantaba más el calor, así que decidí tomar mi cabello en una cola de caballo, me puse las gafas de sol y entré al auto sacando el celular del bolsillo trasero de mi pantalón. Escuche a mamá cerrar bruscamente la puerta del maletero, para luego entrar al auto y finalmente llevarme al aeropuerto.

Nos demoramos unos 20 minutos más en llegar al aeropuerto central de Inglaterra. Bajamos las cosas y nos dirigimos directo a la zona de embarque. Ahora solo faltaba meter mi trasero en esa maquina voladora e irme de aquí. Acomode el bolso en mi hombro y camine hacia mi familia con la vista fija en mi celular, revisando todas las no tan importantes notificaciones que me habían llegado.

-¿Estas emocionada?- Pregunto mi papá en un tono suave y delicado que el siempre suele tener.

Levanté mi vista hacia el y sonreí con los labios apretados. -Demasiado- murmure con un tono más nervioso que cualquier otra cosa.

-Te extrañaremos mucho- escuche decir a mi mamá, tla vez mas nerviosa que yo.

-Yo también los extrañare- respondí apenas en un susurro. Sentí los fuertes brazos de mi papá rodear mis hombros, atrapandome en un abrazo. -Demasiado cariño, no quiero llorar hoy- declare intentando zafarme. Los escuche reír y por fin me libero de sus brazos.

-Recuerda tomar muchas fotos y cumplir nuestra promesa- Me recordó mi hermana, apuntandome con su dedo índice.

Mi hermana se iba en un pequeño viaje la semana entrante. Consistía en una pasantía que duraba tres meses en una Universidad en Londres, así que decidimos hacer nuestros viajes un poco mas interesantes y adrenalinicos. Nuestra promesa era literalmente ser unas rameras, hicimos una lista con las cosas básicas que debíamos hacer, no hay límites:

1. Besar a alguien que conociste en la noche.

2. Besar a dos o más chicos que conociste en la noche.

3. Hacer un trío (mixto o no vale).

4. Besar a alguien que tiene novia.

5. Tener relaciones con alguien que acabas de conocer.

6. Tener relaciones (por separado) con dos chicos que conociste en la noche.

7. Tener relaciones con alguien comprometido.

8. Nadar desnuda en una playa pública.

9. Drogarse.

10. Emborracharse.

Estaba 100% dispuesta a hacerlo. Aun no teníamos las penitencias listas para la perdedora, pero mientras más completes la lista, menor será el grado de la penitencia. Si ninguna logra llenar la lista, la que haya logrado mas retos, es la que gana.

-Lo haré, hasta lo escribí en mi diario para no olvidarlo- le sonreí grande y traviesamente.

Después de unos 10 minutos llamaron a mi vuelo. Mamá me pasó la almohada y abrace a cada uno recordándoles lo mucho que los iba a extrañar y que iba a estar en contacto con ellos. Camine hacia la boletería manteniendo la vista fija en mi ticket, si miraba hacia atrás iba a romper en lágrimas y era exactamente lo que quería evitar. Escuche la vos de la azafata pedir mi ticket y se lo entregue, observando como escaneaba el código y me señalaba la entrada. Le sonríe y camine hacia el puente que me llevaría al avión. Sentía como los nervios y las ansias me consumían cada vez que me acercaba a las puertas metalicas del avion. Podía sentir como el corazón se me iba a salir por la boca. Tome una gran cantidad de aire, reteniendola toda en mis pulmones. "Vamos por una nueva aventura, Alaska". Motivaba a mi misma. Entrè al avión, sonriéndole a la azafata dentro de el y partí la búsqueda de mi asiento. "84-A" murmuraba para mi, repasando los números hasta encontrar el mío.

Solté un suspiro y me deslice a puesto, acomodandome en este. Saque los audífonos de mi bolso dejandolo debajo del asiento en un acto seguido. Conecte mis audífonos al celular y abrí Spotify poniendo una de mis listas favoritas que tenia para viajar y deje descansar mi cabeza en el asiento, cerrando mis ojos, dejándome llevar por la música, nervios y emoción.

The List - 5sos -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora