The jail

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Todo estaba oscuro. Se sentía casi como un sueño. Notaba un leve dolor en su nuca. Sabía que era debido al golpe que los guardias le habían dado cuando los capturaron. Aun con los ojos cerrados, pudo oír el sonido de una celda cerrándose y la voz de un guardia.

- Eso es lo que se merecen, Portadores de la Luz. Ahora permanecerán encerrados en esta celda por toda la eternidad. Ajajaja. – reía este alejándose mientras el sonido de su voz se hacía paulatinamente más bajo, hasta desaparecer.

Habría permanecido tirada en el suelo por un rato mas de no ser por su compañero. Kris se le había acercado y comenzó a menearle un poco el hombro para ayudar a Ralsei a despertarse. Esta se apoyó sobre sus codos y se inclinó hacia adelante, mostrando que estaba despierta. Miró al muchacho, el cual estaba en cuclillas mirándola y examinando que no tuviese algún rasguño.

- Oh, Kris, estoy bien si es por lo que estás preocupado, gracias por despertarme. – dijo dulcemente.

Su compañero le extendió la mano para ayudarla a ponerse de pie. Ralsei observó la mano del chico, la cual estaba protegida por uno de los guanteletes que portaba. Se sintió a gusto al ver que este estaba preocupado por ella y quería ayudarla. Lo tomó de su mano y tiró de ella para ponerse de pie. Le ofreció a este una sonrisa como gratitud y luego se acercó un momento a los barrotes de la celda y se asomó para ver a través de ellos. No halló a nadie por el pasillo que daba a su celda. Se giró hacia Kris un momento.

- Bueno, estamos encerrados. Deberíamos encontrar una forma de salir. ¿Alguna idea?

Kris comenzó a buscar en toda la celda alguna cosa que pudiese ayudarlos a salir o algo que sirviese como vía de escape. Se acercó a unas cadenas en la pared de las cuales colgaban un par de grilletes. Las tiró sin aplicar mucha fuerza y estas se rompieron. Las miró sin mucho interés y luego las lanzó al suelo. Se fijó en las grietas que había en una parte de la pared con la esperanza de que la estructura de esta estuviese debilitada por el tiempo, pero al palparla solo se dio cuenta de que las grietas eran de la pintura, la pared estaba intacta y rígida. Lo último que había por ahí era un montón de musgo creciendo a una esquina de la celda. Se aproximó a él y tomó un poco con la mano. Olfateó la planta y luego abrió la boca, advirtiendo comerla.

- Emmm, Kris, tal vez no deberías comer musgo. Solo llevamos aquí cinco minutos.

Detuvo el avance de su mano para girarse hacia Ralsei, luego miró el musgo por unos segundos, solo para devolverlo al montón del que lo había sacado y limpiarse un poco la mano usando su capa como trapo. Al haber terminado de buscar por toda la celda algo que pudiese ayudarles a salir de allí y no obtener resultados, se encogió de hombros mirando a su compañera. Esta soltó un pequeño suspiro y bajó la cabeza.

- Tal vez no haya salida de aquí. – dijo recostándose en la pared y dejándose caer hasta tocar el suelo – Tal vez nos quedemos atrapados aquí para siempre. Y lo peor de todo es que no sabemos dónde está Susie. – expresó con pesadez mirando al suelo sin saber que hacer – Lamento que nos hayan atrapado Kris. Por mi culpa tú y Susie se unieron a esta aventura y ahora estamos atrapados. – sintió como la tristeza la hacía temblar – Kris, si no salimos de esta, quiero que sepas que estoy muy feliz de haberte conocido y de haberte tenido como amigo.

Delante de ella se posaron las rodillas de su amigo, el cual se le había acercado y se había puesto a su altura. Se le aproximó un poco más y la abrazó. Ella cerró los ojos y también abrazó a su amigo. Pensó que estaba a punto de llorar, pero no quería entristecerlo a él también, después de todo, él estaba intentando subirle los ánimos. Se dejó llevar por el momento y enterró su cara en el hombro de Kris. Poco a poco notó como el temblor en su cuerpo desaparecía. Inspiró profundamente por la nariz para calmarse. Al inspirar, captó el aroma que emitía su amigo, este le resultaba agradable. Sintió como la sangre de su cuerpo se subía a sus mejillas y estas se tornaban rojas. Había pasado estar triste a estar un tanto apenada. Le gustaba el gesto del chico, y también ese abrazo tan cálido como el pelaje de su piel.

DELTARUNE: lo que ocurrió en aquella celda [Kris x Ralsei][+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora