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—Amor mío... sé que lo que hice estuvo mal, muy mal, pero no puedo permitirlo, simplemente no puedo.

Y ahí se encontraba Kim Taehyung, mirándose al espejo y practicando todo lo que le diría a Jungkook; el chico de sus sueños, a su novio, al chico que al que le arrebataron un beso sin su consentimiento. Hoseok, él fue quien tuvo la culpa de todo esto, pero, ¿qué esperaba Jungkook que él hiciera? ¿dejar que su mejor amigo lo traicionara besando a su novio sin consecuencia alguna? No, claro que no.

—Mierda, Kook...

Cerró los ojos, quizá así podría aclarar mejor sus ideas.

Peinó hacia atrás con sus manos su rubio cabello y frustrado salió de su habitación, se puso su chaqueta para así salir en dirección a la casa de un Jungkook enojado. Taehyung pensaba que Jungkook era el que estaba equivocado, y es que, proporcionarle unos cuantos golpes a Hoseok no fue lo peor que pudo haberle hecho, podía llegar a más si de su Jungkookie se trataba, mucho más.

  Se encontraba en frente de la puerta del susodicho, con el puño a punto de tocarla, ¿debería hacerlo? Jungkook había sido muy claro con aquellas –dolorosas– palabras que dijo la última vez que hablaron, “No me hables, Taehyung. Ya... no me busques más, fuiste un idiota y y-ya no te quiero...”.
Sí, lo dijo y se fue de prisa, dejando a un desconsolado Taehyung, con lágrimas en los ojos y un corazón destrozado. Tocó la puerta, no sería un cobarde, lucharía por lo que quería, así como Jungkook hacía, así como una de las cosas que más ama y admira de ese dulce chico... Jungkook abrió al segundo toque asomando tan solo su cabeza, al notar de quien se trataba, abrió rápidamente.

—Taehyung...

—Jungkook...

Los ojos de ambos se iluminaron al ver a su amado después de tantos días, sólo querían ir y abrazarse y besarse en ese momento, en los ojos de Jeon podían visualizarse fácilmente unas notorias ojeras acompañados de ojos hinchados y rojos en su rostro, con algunas lagrimas secas palpadas en sus mejillas, Taehyung solo quería abrazarlo y olvidar todo, no permitir que nadie lo lastimara... cuidarlo del mundo y si es posible... mantenerlo siempre a su lado.

—Hyung... te dije que no me buscaras.

—Lo sé, Jungkook. Pero, bebé, vine a disculparme... No puedo estar más horas sin ti, ni un segundo...

—Eso no será posible... no tuviste la suficiente paciencia para dejar que te explique y... tú, tú sabes que yo jamás te haría algo como eso, pero aún así te enfadaste y gritaste... me gritaste a mí, Taehyung, no puedo estar con alguien así...

—Bebé, no me molesté contigo, fue con Hoseok, carajo... ¡te besó! ¿qué esperabas que hiciera?

El clima y el día iba de mal en peor, las nubes empezaron a juntarse y ponerse de un color grisáceo, apenas estaba empezando a llover con pequeñas chispas de agua que chocaron contra el hombro de Taehyung.

—Mierda, pasa... te resfriarás.

Ambos entraron y se pudo ver varias envolturas de galletas y chocolates regadas en el sillón, junto a un bote de pañuelos.

—Ah, lo siento por el desastre, no la he pasado bien... ¡Es decir! Mi anime acabo y... bueno, tú sabes.

Por supuesto Taehyung era consiente de que eso era una total excusa para no verse afectado con el dolor que le generaba la lejanía del otro.

—Como sea, Taehyung, creo que sabes bien que lo que hiciste estuvo mal. Golpear a Hoseok estuvo mal, es tu amigo, no sé por qué lo hizo... pero como sea, tú acción aquí es la que cuenta, no la de él.

Lo hizo por idiota, pensó Taehyung, en fin, Hoseok era lo que menos le importaba en ese momento.

—No me gusta estar así contigo, bebé...

—A mí tampoco...

—Pues deja de mortificarte, tenme un poquito de compasión y comprendeme, por lo menos entiéndeme, por favor, bebé... –dijo taehyung tomando su mano y atrayendo su cuerpo suavemente hasta él.

Lo envolvió en sus brazos y Jungkook no puso resistencia, realmente no sabían porqué hacían todo esto, sabían que no estaba bien pero de igual forma ladraban la sensación picante del drama y la adrenalina que les generaba la molestia. Jungkook acarició con su mejilla el pecho cubierto de Taehyung y apretó su chaqueta atrayendo su cuerpo aún más si era posible e inhaló.

Inhaló ese aroma suyo que tanto había extrañado y añorado cada noche al irse a dormir y cada mañana al despertar, inhaló despacio su esencia como si su vida dependiera de esa acción.

–Siempre hueles bien... –una lágrima resbaló por su mejilla al cerrar sus ojos Taehyung solo no pudo más y los encaminó al sillón más cercano para sentarse en él seguido de Jungkook sobre sus piernas.

—Ya basta, cielo mío... Basta de llorar –acarició su mejilla poniendo peso en ella para así hacer que sus miradas se conectarán.

—Te extrañe muchisimo...

—Yo mucho, mucho más.

Sonrieron y secó sus lágrimas, sus ánimo habían subido drásticamente y ahora los ojos de ambos chicos deslumbraban y volvieron a la misma vitalidad de antes.

—Te amo, te amo tanto, Jungkook...

—Taehyung... Amor mío, te amo, te amo.

Así estuvieron unos minutos más, brindandosr cariños, besos y promesas.

Tontos, pobres tontos.

dolce riunione || kth x jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora