Después de La Copa Libertadores, Cristian decidió darse un tiempo, ya que no se sentía bien, estaba teniendo muchas pesadillas y viajar lo tiene en alerta, no era el mismo pibe animado que le saca una sonrisa a los que lo rodean, estaba intentando superar ese trauma que le dejó ese ataque en El Monumental.
Una vez en casa se metió a bañar, intentando relajarse, algo lo calmó, se fue a ver televisión y para su desgracia solo estaban hablando de la Libertadores, que mala suerte, buscó una película, la puso, pero no le estaba prestando atención, era bastante aburrida, hasta que unos golpes en la puerta lo obligaron a levantarse.
-¿Paulo?- lo miró confundido, recibiendo una sonrisa del contrario.
- Hola Kichan- saludó- ¿Puedo pasar?- preguntó señalado el interior de la casa.
- Si, pasá- se corre de la puerta.
- Che ¿cómo estás?- preguntó acercándose a él - Ví lo que pasó, ¿Te lastimaron?- apoya su mano en un lado de la cara del cordobés.
- *suspira*- Si, estoy bien Pau- mintió quitando suavemente su mano, no quería meterlo en su asunto.
- No me mientas Kichan, no sabes cómo me asusté cuando no te vi pasar con el resto del equipo, y encima lo que decían más las imágenes-*se acerca más*- ¿Vos enserio estás bien?- pregunto mirándolo fijamente a los ojos.
- Si, estoy bien- responde esbozando una sonrisa, no quería meterlo a él en todo su asunto personal.
- *sonríe*- ¿Que estás viendo?- largó dirigiéndose al sillón.
- Ni idea, no le estaba prestando atención- respondió sentándose a su lado.
- En ese caso ¿Vamos a la cama? Estoy cansando por el viaje- propuso, a lo que el 7 Bravo accedió.
Se acostaron, La Joya abrazó por atrás a Kichan, y se durmió, el último tardó un poco más en conciliar el sueño, pero al final cayó también.
Pasaron las horas y todo estaba tranquilo, era una noche bastante agradable, no hacía ni frío, ni calor, se podía decir que era prácticamente perfecta. En eso, Paulo despierta y se levanta con cuidado de no despertar a su pareja a tomar algo, ya que tenía la boca seca.
Se dirige a la cocina y se sirve un vaso de jugo, mira la hora, 21:47pm, podría levantar a Cristian para comer algo, pero decidió dejarlo dormir, volteó hacia la tele, estaban dando una película de guerra, se sentó a verla.
Mientras tanto Pavón dormía de lo más bien hasta que de la nada comenzó a sacudirse violentamente, estaba teniendo una pesadilla otra vez.
En su sueño estaba caminando por un oscuro pasillo que lo llevaba a una puerta hacia afuera, camina lentamente y con desconfianza hacia la luz, al acercarse cubre con una mano sus ojos por la intensidad de los rayos del sol, quita su mano y se da cuenta de que está en la cancha de River, estaba vacía, no estaba ni el personal de seguridad, un escalofrío recorrió su espalda, miró hacia abajo, y se dio cuenta de que estaba usando su uniforme del club (CABJ). Al levantar la cabeza, se asustó, ya que se encontró con que el estadio estaba lleno de hinchas de River, que lo miraban fijamente, no sabe en qué momento fue que apareció en el medio de la cancha, pero ahí estaba, aterrado comenzó a correr hacia la puerta por la cual había llegado, pero antes de llegar recibe un fuerte golpe en la cabeza, cae de rodillas y busca el objeto que lo golpeó, su terror aumento al ver que lo que era; era una piedra, miró hacia enfrente y pudo visualizar como cada una de las personas tenía una de esas en la mano, entonces no pudo ver nada más, ya que se vio obligado a cubrirse por los piedrazos que empezó a recibir, no podía moverse, solo sentía el dolor de cada impacto en su cuerpo, intentó avanzar pero no lo consiguió, ya que un muy fuerte y seco impacto paralizó su anatomía, empezó a gritar de frustración y dolor, hasta que finalmente dejo de sentir los golpes, sus ojos comenzaban a cerrarse y el frio lo cubrió, la vista se le empezó a nublar, escuchaba los gritos de sus atacantes ya como voces lejanas, y en un suspiro ahogado todo se oscureció...
