James Potter y la Perla Encantada #JP4

Capitulo 10: La Fiesta de Eloide

James parecía huir por los pasillos, caminando a paso acelerado y subiendo las escaleras de dos en dos rápidamente. Tenía la varita oculta dentro de la corbata de Gryffindor.

En su camino, Rita Skeeter, la periodista encargada de entrevistar todos los hechos del intercambio, lo detuvo, mirándolo con suma atención.

—James Sirius Potter —lo llamó por su nombre completo. Una libreta y una pluma se asomaron por el aire rozando la cara del pobre James, que se alejó confundido—. Un gusto tenerte en persona. He tratado de comunicarme contigo estos días, pero es imposible alcanzarte. ¿Me haría el favor de contestarme unas preguntas acerca del intercambio?

James se acomodo los lentes y miró a Rita por un largo tiempo, buscando la excusa perfecta para librarse de esto, pero, viendo todo el panorama, no tenía mucha escapatoria. El chico le dedicó una sonrisa medio fingida y miró hacia los pasillos, buscando a algún profesor que lo pudiera salvar.

—De verdad, se lo agradezco, pero estoy muy ocupado...

—No te veo ocupado —lo contradijo la rubia. La pluma verde parecía anotar cosas en la libreta, pero antes que James pudiera leer, la libreta se alejó—. Solo son un par de preguntas.

Antes de que el chico pudiera negar nuevamente, Rita abrió la boca y comenzó a hablar:

—¿Estas celoso del tal Jonah por haber besado a tu novia?

James miró por unos segundos a Rita confundido.

—¿Jonah beso a Eloide? —Ni siquiera podía comprender lo que acababa de preguntar. Como eso era posible.

—¿A quien? Estoy hablando de Lucy, querido. —Por alguna razón eso le molestó aún más—. ¿Que sientes al respecto?

—Siento que me tengo que ir. Adiós.

Y sin darle excusa alguna, James se fue caminando de ahí, un poco furioso, pero también aliviado por no haber tenido que contestar más nada.

En el camino, se encontró con el Profesor Wallace, el nuevo profesor de Encantamientos. No recordaba haber tenido muchas clases con él en lo que llevaba del semestre, por lo que se le hizo una grata sorpresa encontrarlo.

—Profesor Wallace, un gusto —lo saludo el chico con un apretón de manos.

El Profesor Wallace es un hombre joven, con el pelo castaño desordenado y de ojos verdes. Este sujetaba en sus manos su típico portafolios café con su varita sobresaliendo. Le dedico a James una cálida sonrisa, mientras que su pie golpeaba repetidamente el piso, como si marcara un pulso.

—Un gusto verlo, joven Potter. Espero verlo en mi clase pronto. ¿Ya se está preparando para Halloween?

—Estoy en eso. ¿Señor? —El profesor levantó su mirada y alzó las cejas de forma amigable—. ¿Sabe lo que es la varita de saúco?

La cara amigable del profesor Wallace cambio repentinamente, mostrando intriga. Comenzó a frotarse el cuello desesperadamente, clavando sus ojos verdosos en la mirada de James. Al chico comenzó a asustarle esto.

—¿Como conoces tu la varita de saúco? —James dudó en decir, por lo que simplemente mencionó que lo había escuchado de alguna parte—. La varita de saúco es la más poderosa varita del mundo, chico. Si la tienes en tu posición, es mejor dejarme saber. Yo, te puedo ayudar, ya sabes, en controlarlo.

—No creo que...

—Ya sé que no la tienes en tu posición, Potter. Lo único que quiero decirte, es que cualquier cosa, puedes hablar conmigo.