Locura

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O estupidez; como deseen llamarlo.

Eso es lo que Kōki estaba cometiendo al dejarse convencer por la maliciosa voz demoníaca de Riko-sa. En primer lugar no sabia ni lo que hacia ahí, en un vestidor estudiantil, con una vestimenta frente suyo.

Su presencia debería de estar en la cancha ayudando a Kagami con cualquier tipo de trabajo, cualquier tipo siempre y cuando permaneciera dentro de los limites del gimnasio. Todo el drama que hacia la entrenadora por no usar tan dichosa vestimenta era un berrinche argumentado con buenas excusas. Pretextos que Seirin apoyaba para no sufrir su ira. Porque desde que Kiyosi-san se fue al extranjero nadie, absolutamente nadie le hacia frente.

Sus golpes dolían un infierno, Hyuga lo sabia.

Y por consecuencia Riko gozaba como una reina que no se le reprochaba nada. Ella nunca perdía y jamas se le negaría algo. Cada capricho se le cumpliría, por las buenas o por las malas.

Kōki prefería la primera opción.

En ese momento y con la vergüenza a flor de piel salio de entre el dosel; Mostrando el característico vestido de sirvienta que los Frikis perseveraban en sus mentes sucias; idealizando a mujeres tiernas con orejas de gato. Un atuendo de mujer que se le obligo a usar.  Con todo y medias negras.

El negro luce bien en ti, Furihata-kun. —Aida avisto por completo la figura de su jugador, reteniendo su penetrante mirada en lo corto de su cabello. Si quería llamar la atención de los chicos necesitaría un utilizar el factor de lindura a su favor. Sin embargo no seria ella la que se expondría a las miradas de los chicos. Kōki era perfecto, su altura y timidez atairan moscas a la miel... tan solo necesitaba una cosa más. —Solo falta una peluca.

Los restantes del equipo lo observaron con compasión.

La entrenadora del equipo consiguió su ideal amenazando a uno de los chicos de la obra. Ya no tenia vuelta atrás, su destino quedo sellado.

Los hilos castaños acomodados en corte cuadrado llegaron hasta por la cintura adornando su cara con un flequillo recto que daba por encima de sus ojos, tan solo dos mechones a sus costados sujetos por detrás con una liga permitían que las ondas esponjosas no obstruyeran su vista. Quien no lo conociera o de perdida lo haya visto vistiéndose dudaría de su genero.

Pero algo no cuadraba ahí. ¿Por qué solo él y no Kuroko-kun? La entrenadora replico que su tamaño seria perfecto para llamar la atención, Tetsuya tenia también un cuerpo menudo y facciones inclusive mas finas que Furihata. El peli-azul mantendría un porte mas adecuado para tan vergonzosa situación.  Claro estaba que el equipo de basket necesitaba mas miembros para poder abastecerse y de paso encontrar talentos como sucedía en su generación y pese a que llevaba el juicio no terminaba de preguntarse por que en ese festival.

La respuesta fue sencilla, corta y degradante.

"Kuroko debe estar en la cancha para poder jugar con Kagami-kun, ademas no tiene presencia; queremos atraer no asustar" Esas palabras le calaron fondo "Después vestiremos a alguien más, no te preocupes"

Lo ultimo que dijo le subió un poco el animo.

Si bien no sucedería le gustaba pensar que lo tomarían en cuenta.

De una forma buena y respetuosa; no como la bola de bobos que no dejaban de mirarlo. Se sentía incomodo. Lo que lo mantenía cuerdo y libre de manoseos era Tetsuya 2, le advertía que cada vez que uno de ellos trataba de alzar su falda. Irremediablemente el temor que tenían por la mascota no duraba demasiado y volvían a hostigarlo.

Debía salir de allí y rápido.

Retrocedió un poco y choco con algo firme, algo que subía y bajaba en afán de respiración. Sujeto mas fuerte el boletín entre sus manos al instante en que Niguo ladro.

— ¿Hay chicas tan lindas en esta preparatoria? Pero que majo. —El extraño coloco su manos sobre los hombros de Kōki. — Oi chicos, ya se a que preparatoria entrar. — Antes de que pudiera tan siquiera acercarse a su oreja sucedieron un dúo de cosa.

Tetsuya dos salto a sus manos al instante en que alguien ajeno al entorno lo alejo de tan irritante mocoso; soltándole un manotazo cualquier tipo de contacto que Furihata tenia con alguien mas. Kōki supo entonces que su pareja se mostraba absoluta...

La mirada de horror que le dedico el chico que lo molestaba profesaba un gran miedo, y aun así quiso lucir como galante frente a sus compañeros. Chasqueo la lengua y se volvió sin pedir disculpas. Algo le daba mala espina.

Akashi-sanAtino a decir al cabo de unos segundos. Si bien ya no estaba rodeado por los varones allí presentes se sentía en casa, le gustaba que lo abrazara. Empero tenia que mantener la compostura y no levantar sospechas. —Gracias.

Cuando Seijurō regreso su mirada a donde el castaño tuvo que reprimir una mueca de gusto por lo que su novio vestía;No cabía duda de que cualquier cosa le iba bien. Se relajo un poco permitiendo que sus orbes rojizas reflejaran serenidad. ¿Pero como termino con el atuendo? 

— ¿Kōki?

La risa nerviosa que soltó le explico en poco que la historia seria muy larga. —Veras Akashi-kun... Yo... Hmm ¿Estoy repartiendo folletos?

Seijuro miro extrañado a sus manos, recayendo en que se encontraban vacías. Arqueo una ceja colocando mas inquieto a Furihata. Sin pensarlo mucho lo arrastro entre los pasillo hasta llegar a una puerta entre abierta, no titubeo y se metió con todo y él.

No pensaba en nada obsceno, tan solo quería rodearlo y mantenerse en la posición sin ser juzgado por personas criticas. Supuso por el agarre firme que ambos apoyaban recíprocamente ese acto tan cursi.

A quien pretendía engañar. En la primera oportunidad que tuvo atrajo al castaño a su pecho y lo retuvo de su espalda en un punto fijo de fuerza; no se podía mover y explotar ese recurso. Desde el inicio que lo vio así su mente no apartaba la idea que lo embargaba.

— ¡Seijuro-san!

Beso su frente en consuelo para tranquilizar el furioso sonrojo que bañaba sus orejas.

Su ropa interior seguía siendo masculina.

......💜
Extra

Los botes sonaban y las respiraciones ahitadas no paraban. Faltaba algo y eso le colocaba los bellos de punta a Riko; pero ¿Que?

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SencillamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora