Cap. 1 Frisson Espresso

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Les tengo una pregunta, supongamos que viven en Nueva York, solos, y su madre, quien se la pasa en cualquier ciudad del mundo menos con ustedes, decide decirles que ahora, ya que tienen 18 años, pueden costear por su cuenta los gastos de su apartamento y comida y todas esas cosas que obviamente no pueden pagar.

Dicho esto ¿Desde cuál piso de su edificio sería conveniente saltar? Suponiendo que quiero una muerte inmediata.

Para mí, viviendo en el piso 16, creo que puedo sacar provecho, aunque la azotea en el piso 24 es tentadora ¿16 o 24? Difícil decisión.

Pasé buena parte de mi infancia viviendo con mi tía, quien era la que me cuidaba siempre. Ahora vivo sola. Camile contra el mundo.

Mi madre dígamos que es... ¿Particularmente lo que una madre no debería ser? No me malinterpreten, con su trabajo pudo pagarme este apartamento, comida, ropa, eduación y demás, pero creo que luego del parto prácticamente decidió dejarme a la buena de mi tía. Así que, puntos menos.

¿Mi padre? Ausente ¿Mi madre? Viaja mucho por su trabajo y nunca la veo, nunca. Solo me llama en navidades y mi cumpleaños, así que diré que "ausente*" pero con un asterisco por si acaso.

La cosa es que mi madre tuvo un momento de iluminación divina repentina y hace dos días llama para decirme que con 18 años puedo buscar un trabajo para independizarme "oh, Camile, ya estás grande, creo que no puedo seguir pagando todo por ti. Te dejaré el apartamento y la comida bajo tu responsabilidad ahora, debes buscar un trabajo"

¿Pueden creer eso? "oh, Camile, oh, Camile" básicamente una forma de decir "oh, Camile, poco a poco me seguiré yendo de tu vida en definitiva".

No tengo problemas con trabajar, solo que me dió un mes para conseguir dinero y espero me sea suficiente. No tendría tanto problema con eso de independizarme si la versión sentimental y emocional de mi madre estuviese tan presente como su versión bancaria.

Como sea, el instituto lo sigue pagando ella así que creo que las cosas podrían ser peor...

¡Por cierto! Instituto ¡Ahh! El último año de instituto por fin llega a mi vida con las puertas abiertas.

No lo odio, pero la vida no es de lo mejor con exámenes finales, presentaciones, profesores no muy amigables, personas insoportables con las que tienes que lidiar y muchas cosas de instituto con las que en definitiva no quieres tener relación.

Todos creen que el NY College es lo mejor de lo mejor, y sí, lo es, pero en el fondo sigue siendo el mismo nido de pubertos, profesores, grupos diferentes de personas, los dominantes, los sumisos, los del medio, todo lo que un instituto puede ser, el NY College no se salva de eso.

Todo eso volverá a mi dentro de una semana exactamente, y lo que realmente extraño es ver a todos mis amigos, la mayoría se fueron de viaje estas vacaciones, excepto Jade.

Jade es mi confidente, básicamente tenemos estilos de vidas muy similares, también vive sola pero su padre le sigue pagando todo. Ca-chín.

Recordando a Jade pienso en que debería llamarla para ir por un café, así que me levanto "con mucha energía" del sofá y empiezo a buscar mi celular para luego marcarle.

Contesta.

-¿Hola?-dice Jade, se escucha un poco de viento y ruido, no parece estar en su casa.
-Hola, amiga, ¿Qué andas haciendo esta hermosa tarde de jueves?
-Pues me dirigía a Frisson Espresso por mi dosis diaria de cafeína, ¿Qué hay de ti?
-Te llamaba para encontrarnos allá, pídeme lo de siempre y llego en siete.
-Hecho-dice alegre.
-Bien, bien, te dejo.

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