casualidades de la vida

2

–yo . . . – suspiró– tengo novia–

–es en serio Cris tanto misterio solo para esto–

–si y ella esta entrando justo ahora – dijo Cristopher mientras apuntaba la puerta.

Eliza se giro para poder ver hacia la puerta mientras que Cristopher le hacia señas para que la chica se asercase.

–esta zorrita no me parece conveniente— susurro

—disculpa dijiste algo—

—que ... Que linda es tu novia—

La chica se acercó a ambos y luego besó al azabache, Eliza  observaba a la chica rubia, sin duda ella era una chica teñida.

Tosió falsamente para llamar la atención de ambos.

—oh, si disculpa, Eliza ella es Madyson mi novia, Madyson ella es Eliza mi mejor amiga— habló el castaño para presentar a las chicas.

—si, Cris me habla mucho de ti, debes ser una gran persona — ahora quien habló fue la rubia, dándole una falsa sonrisa.

—ay, enserio, me alegra haberte conocido— hablo Eliza mintiendo — pero ya me debo ir, mi madre me debe estar preocupada por mi, y no queremos eso cierto—

Tomó sus cosas y le dedico una sonrisa a la pareja. Se dirigió a su amigo y le dio un beso en la frente.

Salió de aquel lugar a paso rápido, por alguna razón la calle estaba sola y lo único que se escuchaban eran sus tacones golpear el suelo.

Luego de un pequeño recorrido llegó a casa siendo abordada por su madre.

—hija, como te fue, has vuelto pronto, ha pasado algo.— la señora la observó un momento antes de que su hija respondiera.

—no pasa nada mamá, solamente que Cristhopher ya encontró su princesa— rodó los ojos— y seguro es una niña mimada de Papi y Mami. No se que vio Cris en ella— hizo una pausa y tomar aire— y lo peor ella lo trata de “Cris” solo yo puedo decirle así yo soy su mejor amiga—

La madre de la observó sin saber que responder, se acercó a ella y le acarició el cabello.

—Eliza, debes entender que él ya tiene su media naranja, no puedes hacer nada contra eso—

La joven solo se retiró fastidiada. Sentía que su mejor amigo la estaba cambiando, pero por qué.

~•~•~•~

Ya era la tercera vez que aporreaban la puerta, Eliza estaba sola en casa y durmiendo en su habitación por lo que no es escuchaba el ruido de la puerta.

—¡Eliza, soy yo!— gritó el joven castaño quien golpeó la puerta nuevamente.

Al no obtener respuesta alguna comenzó a dar vueltas buscando la forma de entrar. Divisó una ventana abierta más esta estaba muy alta y si mal no recordaba esa era la ventana de la habitación se su mejor amiga.

Tomó una pequeña roca y la lanzó.

—Eliza—

Al no obtener respuesta tomó una roca más grande y la lanzó.

—¡Eliza!—

De nuevo nada, tomó una roca de un tamaño mayor y la lanzó.

—¡ELIZA!—

—¿¡QUE DEMONIOS QUIERES!?— gritó la chica desde su ventana mientras le lanzaba un cubo de agua helada.

---Hablar contigo, ¿que paso? ¿No íbamos a desayunar?---

---Escucha Cristopher, derrepente se me quitó el apetito ¿entiendes?---

---Eliza te conozco desde siempre y yo más que nadie se lo mucho que amas la comida, ¿puedes salir y conversamos un rato?---

La castaña lo pensó unos momentos antes de suspirar.

---Esperame abajo ya salgo---

---No pensaba ir a ningún lado--- sonrio Cristopher con burla.