PROLOGO

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A Jungkook, lo único que le daba miedo, miedo de verdad, era precisamente sentir el miedo. Por eso evitaba a Taehyung.

Aunque hacerlo del todo no era posible, ya que estaban en el mismo salón y en las clases se sentaban al lado del otro. Se encontraban en las escaleras, en el campus de la escuela y hasta en el camino de regreso a casa, pues Taehyung vivía al final de la calle de Jungkook, cinco cuadras mas abajo.

Jungkook se sentía realmente incomodo junto a él, aunque podía disimular su incomodidad si lograba pasar sin mirarlo a los ojos. Sin embargo Jungkook sabía que no habia mucho riesgo con estar cerca del castaño, pues Taehyung paresia estar siempre tan aterrado que nunca veía a Jungkook, ni a nadie. Iba por la escuela y por la vida escurriéndose, con la cabeza baja en el gorro de su sudadera.

Nadie parecía darse cuenta de lo que le pasaba a Taehyung. Es mas, nadie lo notaba. Si levantaba la mano para contestar alguna pregunta, los profesores no lo notaban. Aunque era uno de los mas altos, cuando se sentaba al frente, los demás no se quejaban de que no los dejara ver la pizarra. Ademas de su escasa notoriedad y su expresión temerosa, tenia varias actitudes muy raras.
Después de darse cuenta de que Taehyung no era peligroso, si no que vivia con alguna especie de temor, Jungkook estuvo varias semanas observándolo, desde que Taehyung comenzó a atravesarsele en el camino repentinamente, había dejado de observar por la ventana durante la clase. Y a cambio de eso, descubrió que los lunes Taehyung traía un pañuelo muy perfumado con un aroma que a Jungkook le parecía exquisito y que Taehyung se acercaba a la nariz; cuando lo retiraba ponía cara de asco. 

Descubrió que los martes, Taehyung se pasaba tocando las cosas como si leyera un interminable libro en braille sin pasar jamas la hoja. En otras ocasiones se tapaba los oídos, como si oyera el sonido de un gis tallado sobre un pizarrón. Sin embargo, esas cosas nunca ocurrían durante la clase de música. Otras veces Taehyung estaba distraído escuchando algo que nadie mas alcanzaba a oír; por mas que Jungkook agudizara su oído no podía entender el porque de la experción en la cara de Taehyung como si estuviera tratando de descifrar que era lo que le decía el viento. Las rarezas de ese chico le ponían a Jungkook los pelos de punta, y aunque a veces dudara si Taehyung consumía drogas, algunas le atraían. 

Las flores que dibujaba en su cuaderno cubriéndolas de enredaderas; verlo tomar sus escasos pero claros apuntes, con una letra minúscula y perfecta, y su excelente puntería. Era muy obvio que a Taehyung no le gustaba hacer deporte y mucho menos disfrutaba de las veces en que el profesor de física los hacía correr por toda la cancha; sin embargo nunca lo había visto fallar cuando se trataba de encestar una pelota.

Jungkook mantenía la idea de que Taehyung podía estar bajo acoso de alguien; pero solía descartar muchas veces la idea, pues ademas de que él era uno de los mas destacados en los estudios, Jungkook podia notar bajo esa sudadera que Taehyung no era débil físicamente y su comportamiento se solía atribuir mas, desde su punto de vista, a uno demasiado "único", sin embargo su actitud frente a las personas solía ser temerosa e insegura; De hecho Jungkook nunca pudo recordar y darse cuenta, cuando fue que Taehyung se convirtió en una parte de su rutina. Fue como si de la nada un día ubiese aparecido y llamara su atención.

Girar la cabeza hacia su lado a mitad de clase para mirar los dibujos en su libreta, esperar a que el saliera del salón y seguirlo por detrás hasta la cafetería esperando que se sentara en una de las mesas, pero Taehyung siempre seguía de largo hacia el campus. Mirarlo a lo lejos desde la puerta de su casa, cuando Taehyung giraba en la esquina de la calle; incluso pensó en llamar su atención barias veces e invitarlo a comer con él y sus amigos. 

Jungkook conocía bastantes cosas de Taehyung, y ni siquiera había mantenido una conversación con el desde que eran compañeros de clase, pero a Jungkook poco le importaba, Taehyung era un chico muy misterios y era entretenido tratar de descifrar que era lo que tanto escondía. Aunque de cierta forma le aterraba descubrirlo ¿que era lo que había provocado que Taehyung temiera tanto?

Jungkook recordaba el día en que Taehyung se había mudado a su calle. tenia alrededor de un mes viviendo ahí con su hermano cuando él llegó. intercambiaron risas un par de veces cuando se encontraban en la tienda y el dueño comentaba algo acerca del porqué Jungkook regresaba a cambiar la marca de refresco, con la excusa de que a su hermano no le agradaba el sabor. con el paso de los días, logró hablar con él junto a la fuente que estaba en una plaza cerca de ahí. Taehyung era muy diferente en aquel entonces; la sonrisa cuadrada en su rostro y sus comentarios gracioso solían poner de buenas a Jungkook, ambos compartían el gusto culposo de escuchar através de las puertas las conversaciones de otras personas; tenían una conexión muy particular. Taehyung irradiaba alegría, seguridad y amor para dar. pero un día, simplemente dejó de ser él.

El chico que siempre abría la ventana de su habitación al despertarse, un día dejo de hacerlo. 

El chico que salía con camisas de manga corta para sentir el aire fresco en sus brazos, un día comenzó a usar suéteres y cubrió su cabeza con un gorro. Comenzó a salir cada vez menos y dejó de saludar a los vecinos; Jungkook nuca se olvidó de él y nuca dejó de esperar, mientras miraba por la ventana de su habitación, a que un Taehyung sonriente llegara preguntando por él y salir para arrojar rocas a la fuente.

Dejó de hablarle, y Jungkook poco a poco dejó de ir a la casa del chico para invitarlo a salir con la esperanza de que esta vez no lo rechazara. Dejó de mirar através de la ventana.

Después de eso, notó que los vecinos olvidaron al chico que los saludaba a diario. No volvieron a intercambiar palabra alguna en la tienda, Taehyung no volvió a sonreír. 

Años después, cuando cursaba la preparatoria Jungkook se sorprendió al verlo en su clase dos filas mas allá de él. Se enteró de que había sido transferido, y siendo honesto, no sabia que hacer. Taehyung no era diferente en la escuela; era peor. No se movía de su lugar, notó como caminaba con la mirada baja y aterrada. siempre estaba solo y nadie parecía notarlo, incluso después de un tiempo de haber llegado. Comenzó a sentirse incomodo, cuando Taehyung estaba cerca, había comenzado a apartar la mirada, se giraba para caminar en la dirección opuesta, o simplemente lo pasaba de largo distrayéndose en la platica con sus amigos. un día, simplemente apareció sentado al lado de Jungkook y comenzó su pequeña intromisión en la rutina del chico.

y Jungkook... en el fondo simplemente esperaba que Taehyung pudiera regresar a la fuente de la plaza y sonreír.

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LA NOCHE DE LOS TRASGOS
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Bien, esto está mejor.
Creo que está vez, tiene mejor redacción, así que empezaré a subir los capítulos conforme los vaya terminando.

Esta historia es algo así como una adaptación, de hecho es de un libro infantil con el mismo nombre, solo que obviamente voy a modificar muchas cosas para meter ese toque y quitarle lo infantil a la historia, así que digamos que 50/50 jajaja.

Pero la base de la historia se mantiene.

Espero que les guste y le den mucho love. 7u7

Déjenme un pequeño comentario de vez en cuando, de verdad me motiva mucho. ❤️

















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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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