Al borde de la histeria. (Día 5)

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Snape estaba devastado, sentado en una silla en el despacho de Albus.. Éste lo miraba en calma, observando como el hombre de negro temblaba, intentando no estallar. Dubitativo, puso su mano sobre el hombro del Profesor de Pociones e intentó llamarlo..
-"Muchacho..".
Snape se encogió en sí mismo otro poco, mientras se estremecía aún más.
-"Severus, por favor..".
Snape se levantó de un salto, y su magia fluctuó descontrolada. Un gran ventanal se quebró, de arriba a abajo y los cristales vibraron...
Ambos hombres miraron en dirección a las grandes ventanas; Albus miró luego a Severus, en tanto este cerraba los ojos y respiraba profundo, para calmarse...
-"¿Es que no lo entiendes, viejo tonto?- siseó furioso. -¡Tenemos que encontrar la forma de rescatarlo antes que sea demasiado tarde! ¡Si perdemos a Potter, jamás venceremos al Señor Tenebroso!"

Albus suspiró. Sabía que el Profesor tenía razón. Había que rescatar a Potter lo antes posible, pero ¿cómo? Ni siquiera sabía cómo, cuando, o dónde estaba Harry.. Sospechaba que Severus le ocultaba algo importante, pero no lograba penetrar el vertiginoso torbellino que era su mente, y por lo tanto, no sabía por dónde empezar.
Pero.. ¿qué callaba Severus? ¿Qué tan grave era la situación? Albus Dumbledore consideró por un segundo utilizar un Imperius, u ordenar que Severus bebiera Veritaserum, pero era una aplastante certeza el que Severus no le perdonaría jamás que hiciera eso, así que solo podía tantear el terreno, hasta que el Profesor se decidiera a hablar..

-" Mi querido muchacho... debes tranquilizarte.. No debe ser tan mala la situación. Sólo debemos buscar a Harry, y traerlo de regreso aquí, y listo"
Severus giró para mirar a Dumbledore con tanto ímpetu, que se tambaleó. Sus ojos negros ardían de furia.
-"¿Traerlo, y listo? ¿Traerlo y... listo..??- rugió. Albus retrocedió un paso, atónito ante la explosión de ira descontrolada. Todos los vidrios del despacho estallaron ante la masiva emisión de magia. Minerva entró corriendo, varita en mano, y viendo que Severus estaba fuera de sí, lanzó un Incarcerous para inmovilizarlo, lo cual lo hizo gruñir un montón de improperios hacia Minerva y Dumbledore, que lo observaban asombrados.. Conocían a Severus desde hacía casi 30 años, y jamás lo habían visto tan cerca de un ataque de histeria, y menos, desde que trabajaba como espía para la Orden. El asunto debía ser mucho más grave de lo que parecía...

Minerva susurró un "Accio Poción Calmante", y un pequeño frasco salió de uno de los incontables bolsillos de la túnica de Snape, a la mano de la vieja Profesora.
Entre ambos se lo hicieron beber, y minutos después lo desataron.
Severus volvió a derrumbarse sobre la silla, visiblemente en calma y suspiró. Sacó su varita de su túnica y murmurando unos cuantos Reparo, arregló los ventanales, cuadros y botellas rotos, y luego, miró a sus dos superiores con vergüenza e inquietud, a partes iguales.. Cerró los ojos otra vez, y respiró hondo antes de comenzar a hablar.

-"Albus, Minerva.. Saben que Potter está en la enfermería desde hace cinco días. No responde a ningún hechizo. Desde que se cruzó en ese desastre que armaron esos inútiles en el pasillo... y espero que el castigo a Finnigan, Longbottom, Weasley y Thomas sea ejemplar, Minerva... el chico no reacciona. He buscado durante días alguna respuesta en la Sección Prohibida de la biblioteca y no encontré nada.. pero registrando ese pasillo otra vez, encontré en una grieta del suelo, cerca de donde Potter cayó, esto..."

Les mostró una pequeña pieza de metal curva, con una extraña inscripción.. Albus lo examinó con curiosidad, pero Minerva palideció intensamente.
-"Un trozo de giratiempos- susurró. -Pero Potter está en la enfermería, no se fue en el tiempo".
-"No se fue corpóreamente-gruñó Severus- pero por los malditos calzones de Merlín, me tragaré una salamandra entera si Potter no está ahora con nosotros..."

Atrapado en su oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora