Refuse myself - BNHA.

Parte única

Criado a aspirar a algo que no quería, forzado a aplastar al resto, suprimir mi identidad, mi afán de ser quien deseaba ser, todo, absolutamente todo fue hecho trizas por ese hombre.

Ese hombre destruyó a los Todoroki, mandó a su mujer, a quien se suponía amaría, a un hospital, pues tan sólo... él fue él, no cambió en nada y le reflejó su repugnante esencia como un patrón de conducta a Shouto, tan ingenuo, pequeño y que debía seguir lo que su 'padre' ordenaba de manera lejos de ser amable o comprensiva. Es tan desagradable referirse a ese hombre con dicha palabra, que poco menos me daban arcadas.

Yo era del mismo modo, he de admitir. Primogénito con un abrumador poder, quizás mayor que el de ese hombre. Llamas azules, el estado más poderoso del fuego que demostraba ser un poder abrasador, incontrolable... e hiriente. Poseer aquel quirk no era tarea fácil: mis brazos eran severamente afectados y no podía parar de llorar del dolor. Pero no, a Todoroki Enji aquello no le importaba en lo más mínimo. ¿Por qué? Para él, para 'mi padre', yo no era más que un objeto, una herramienta para alcanzar lo que, en más años de los que llevo vivo, nunca pudo lograr: ser el héroe perfecto, el primero de todos. 

¿A costa de qué?

Mi piel se quemaba, no podría recobrar la compostura luego de ser sometido a un horripilante entrenamiento que ni yo mismo deseaba, y a Endeavor no le afectaba ni un ápice. "Eres un inútil" me decía. "Crearé más niños que puedan ser victoriosos, no como tú, fracaso" ¿eso era para él, un inservible? ¿Cómo demonios un hijo era un una decepción (o 'fracaso') para su padre? La cosa era más sencilla de lo que creía.

Él jamás sería mi padre porque jamás sentí una pizca de amor por su parte

¿Y qué vino después? Ajeno a mi sufrimiento, a los desgarradores llantos y 'pataletas que no correspondían al mayor de los Todoroki', menos a un 'niño', llegaron mis dos hermanos: Fuyumi y Natsuo. Fuyumi era una preciosa niña, débil para ese sujeto; Natsuo era un valeroso chico, más que débil, para aquella bestia que nos oprimía. Realmente, ¿qué era lo que deseaba? ¿unas personas horribles como él? ¿clones suyos? ¿Por qué no podíamos ser felices con nuestras identidades intactas (y en formación) en esa condenada casa? ¿Por qué mamá no sonreía nunca, cuando tanto la amábamos? Puesto que se nos imponía un camino, por más que deseábamos huir de él.

Cada vez odiaba más y más quien era y en quién me iba convirtiendo

¿Las cosas realmente debían ser así? Yo ya...

¡NO PODÍA SOPORTARLO MÁS!

Deseé verlo muerto, calcinar su robusto cuerpo más de una vez para que no quedara ni una ceniza en el aire. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando nació Shouto, mi esperanza, la esperanza de que todo cambiara.