Otra vez.
Ahí estaba con sus manos temblando apenas respondiéndole para apoyarse y ponerse de pie. Podía decir por las vagas imágenes que quedaron del sueño y la violenta respuesta de su cuerpo, que esa pesadilla fue especialmente terrible.
Cuando logró recordar en donde estaba, y en casa de quien estaba durmiendo, pudo tranquilizarse un poco y tomar valor para ir por un poco de agua. Se amarró su cabello con lo primero que encontró, y cuidó que sus pasos no hicieran ruido cuando buscó la cocina. Llevaba un mes en casa de Arthur, pero conocía bien las residencias del británico, hubo un tiempo en que las visitó con frecuencia por trabajo.
Tomó una taza de la alacena, y la llenó con agua para tomársela de un trago. Todavía sentía su pulso golpeando en su cabeza, todavía el miedo estaba fresco en su cuerpo. Definitivamente esa temporada estaba siendo terrible.
—France? —Escuchó una voz que arrastró un poco las palabras, probablemente de alguien que acababa de despertar—. ¿Qué haces despierto?
—Un poco agua, es todo...—respondió rápido, sorprendido por lo ronco que se escuchaba y el nudo que sentía en su garganta. Sonrió como si no pasara nada, o quería pensar que eso aparentaba su expresión—. Lamento si te desperté, Angleterre.
—No, siempre he tenido sueño ligero —No iba a decirle que gracias a su época pirata, siempre se acostaba con un poco de paranoia de ser atacado. Dejó de lado el pensar en viejos tiempos, y analizó la expresión de Francia, que hasta con a luz apagada se veía turbada—. ¿Te despertó un sueño?
—No, Je...
—Creo que es un buen momento de hablar, ya que veo que no podremos volver a dormir —interrumpió sentándose en la primera silla que encontró cerca de la barra de la cocina—. Y siento que de los dos, tú eres el que menos podrá conciliar el sueño, France. —Señaló con su mano la silla desocupada a su lado.
Ambos se sentaron en silencio, Francia no estaba con ánimo de comenzar a hablar de su problema—ni siquiera de molestar a Arthur con una de sus bromas maliciosas que tanto le satisfacían—. Se entretuvo con su taza de agua medio vacía, pensando en algo que lo sacara de tener que hablar del tema, por el momento.
—Look, France —decidió comenzar el esa conversación a la que el galo se mostraba renuente—, sé que las cosas que nuestra mente nos muestra cuando dormimos pueden ser cosas que queremos ocultar, pero hasta yo siento que hablar de algo desagradable puede llevar a buscar la solución.
—No es algo que quiera seguir pensando, Arthur —contestó cansado, su cerebro estaba entumido por la constante falta de sueño de los últimos días. Volvieron a quedarse en silencio, Francia estuvo a punto de levantarse cuando la voz de Inglaterra volvió a captar su atención. —. Tampoco son sueños sobre algo que deba resolver, si soy honesto
—Cuando...—Se aclaró la garganta, claramente incomodo de lo que fuera que iba a decir— cuando acabó la última guerra, yo también soñé con cosas terribles, Francia.
Esa declaración logró que Francis volviera a tomar asiento junto a la otra nación, y esperó que Inglaterra siguiera hablando, mirándolo expectante de escuchar los detalles de un "secreto" similar al suyo.
—Muchas veces soñé con Londres en llamas, con los aviones alemanes volando y llevándose todo a su paso —contó mirando sus manos, evocando esas imágenes que fueron causa de varios episodios de insomnio—. Soñé que nunca podríamos llegar a ti.
Esa historia, esa sinceridad, fue algo que Francia no se esperó, no de Inglaterra al menos; sin poder evitarlo sus mejillas se ruborizaron con fuerza. ¿Desde cuándo Inglaterra había cambiado tanto? ¿Cuándo comenzó a ser honesto con él? Era un poco abrumador lo comprensivo, paciente, y atento que se mostraba el británico esos días. No iba a mentir y negar que le inquietaba un poco, o bastante.
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Lost, In You [Hetalia] [UkFr]
FanficArthur era la persona menos honesta que podría existir, especialmente consigo mismo. Llevaba años peleando y buscando guerras contra Francis; siglos y siglos anunciando su odio, esforzándose en hacerlo evidente, una mentira en realidad. En realida...