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Con su último aliento el lobo miro a los ojos al cazador y dijo:

A veces los verdaderos monstruos se esconden bajo pieles de oveja.

Y sonrió con alegría al ver a la pequeña caperucita apuntar con el cuchillo a la espalda del cazador

Cuentos de hadas sin finales felicesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora