Había pasado aproximadamente una semana. Marinette tenía pensado aclarar las cosas con Chat Noir y decirle que sentía algo más que amistad por él, pero no había podido, y es que el sólo hecho de que el rubio se acercara un poco más de la cuenta, la hacia flaquear en su decisión y los nervios impedían que las palabras salieran de su boca. Además, el miedo a ser rechazada la torturaba día y noche.
Las visitas nocturnas no faltaron un sólo día, pero antes de que se encontraran, Chat Noir hacía patrullaje por la ciudad, de vez en cuando se encontraba a Ladybug, pero tomaban caminos separados para cubrir más la zona.
La relación entre Marinette y el felino se había vuelto más estrecha, tenían cada vez más confianza, y se apoyaban mutuamente. De a poco Chat Noir fue convenciendo a su compañera para que le dijera a sus amigos sobre su partida a Shangai.
Marinette estaba sentada en su cama, concentrada en los bocetos de algunos diseños que hacía. Chat Noir por otro lado, estaba recostado boca arriba, viendo el celular de la chica, para quitar su aburrimiento.
—Marinette. —llamó con tono pesaroso. —estoy aburrido. —hizo un puchero, esperando que ella le dijera algo, pero estaba tan sumergida en lo que hacía que ni siquiera lo había oído.
—Entonces... esto puede ir así y el corte de acá... —murmuraba trazando en las hojas del cuaderno.
Al sentirse ignorado por la joven, se irguió dejando el celular de ella a un lado. Con cautela se acercó cual felino, posando una mano sobre el cuaderno, quedando así frente a frente.
—¡Chat! —exclamó frunciendo el ceño. — ¡¿Qué haces?! —él sólo sonrió al lograr molestarla un poco.
—Te estoy hablando y no me prestas atención. —se quejó. Tocó en un roce la nariz de ella con la propia, con coquetería.
Marinette sintió como su corazón comenzaba a acelerarse por aquella acción y más con la cercanía que pareciera que a él no le importaba.
—Pues busca atención en otro lado. —se alejó cruzando sus brazos. —quiero terminar estos diseños. Se lo prometí a Alya para su entrevista de trabajo.
—Alya puede esperar, hay cosas más importantes. —habló restandole importancia y Marinette se giró a verlo, arrepintiendose casi al instante, ya que no se había alejado si quiera un poco de ella.
—¿Cómo qué? —cuestionó sonando lo más firme que podía, sosteniendole la mirada.
—Como que estoy aburrido y necesito que me des mimos. —respondió sacándole la lengua de modo infantil.
—Gato tonto. —negó con la cabeza riendo e hizo una seña para que se recostara en su regazo.
Chat quitó el cuaderno dejándolo a un lado y se recostó como ella le indicó, viéndola hacia arriba sin el mayor disimulo. Marinette comenzó a peinar su cabello suavemente con los dedos, perdiendo su mirada de vez en cuando en cada hebra dorada.
—Sólo será un rato, debo terminar...
—Si, si... Lo que digas. —la interrumpió. Cerró sus ojos, dejando que las caricias de la joven hicieran efecto en él, poco a poco Chat Noir se relajó y un ronroneo involuntario comenzó a resonar en él.
Marinette sonrió al oírlo nuevamente. Le agradaba estar así, su cercanía la hacía sentir en las nubes, a pesar de que el chico se comportara coqueto de vez en cuando.
Se había enamorado de Chat Noir y no lo pudo evitar, la sencillez del héroe y la transparencia de sus deseos, temores y sueños, la habían atraído sin la existencia de un "pero" de por medio.
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Following The Heartbeat
FanfictionChat Noir y Marinette forjan una fuerte amistad luego de que él la encontrara llorando en su balcón. El héroe la visita a diario, provocando que se sienta en completa comodidad con las charlas, juegos y consejos de su compañera de clases, cosa que c...