UNICO

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Era la fría noche de un día sábado, de 1954, alrededor de las 10:30 P.M, si se podía ser específico.
Mi mirada vagaba entre la multitud, un tanto nervioso por la interpretación de hoy aunque sabía que siempre el público nos amaría. En tanto tanteaba cuantas personas nos verían hoy, le ví, no podía creerlo.

Era idílico, bello, quimérico.

Era el hombre más perfecto que haya visto, y no es que TaeHyung no lo sea. Pero él... el hombre era pálido, su piel era nivea y tersa, como la gruesa capa de nieve que se forma en el invierno, de labios finos, mandíbula fina y porte sobrio, seguro, serio y con un aura un tanto misteriosa, de ojos profundo como la oscuridad del espacio, y frios como el mismísimo invierno vivido en los años de la Segunda Guerra Mundial.
Él era espectacular a ojos de cualquiera que lo viera, su singularidad logró robarme un suspiro.

Él era la representación del porte de una pantera, con la fiereza de un león.
Y ahí estaba, tomando asiento en la barra, con su elegante traje y un largo abrigo ocre del mismo porte. Lo vi desde mi lugar, pidió un trago, encendió un cigarro y volteó a ver a ambos lados, como si esperara algo o alguien, siendo distraído en el momento que le entregaban su bebida.

Me encontraba detrás del telón, escondido viendo como el bar se llenaba poco a poco, la presentación estaba por comenzar, Taehyung practicaba al lado mío inquieto y yo espiaba, sondeando el público al cual nos presentaríamos.

Trabajábamos en un bar, ofrecía presentaciones todos los jueves, viernes, sábado y domingo. Nuestro acto era el más solicitado de siempre, Taehyung cantaba al ritmo de la banda, mientras yo bailaba, con muy poca ropa y de una manera para nada inocente alrededor suyo, teniamos una muy buena química en el escenario, y el público amaba eso, el realismo de la presentación que dábamos, se sentía tan real y viva, dos amantes, yo su musa y él mi trovador.

Salí de mis pensamientos cuando sentí el tirón de mi amigo para entrar en escena, los nervios entraron a perturbarme un poco. ¿Se habrá ido? pienso en el guapo hombre que ví. Pero realmente, ese no era el momento, decidido a concentrarme de una vez, escuché como el ritmo de la mezcla del soul y R&B empezó a sonar y la sensual y profunda voz de Taehyung, me dio la señal para empezar el sensual baila que siempre hacía, moverme con la delicadeza y gracia de un felino, tan sensual, seguro, orgulloso, caprichoso, el baile era pura seducción... y en mis pensamientos tenía justo a quién seducir.

Mi vista viajó hacia la multitud, buscándole, ¿Dónde estaba el elegante y guapo hombre de hace unos minutos? ¿Sigue aquí?

Y sí, ahí estaba, viéndome con una profunda mirada y sonrisa ladina en sus finos labios.
Hice un valiente intento de mantener mi mirada con la suya mientras me movía de un lado a otro, y me encontré a mí motivándole al movimiento de mis caderas, invitándole a mí, a tomarme, a poseerme.

Noté como su vista rodaba por todo mi cuerpo, y la tensión sexual entre ambos eran palpable... si es que alguien más lo notaba, ya que yo la sentía.
Vi el fantasma de una sonrisa seductora de parte suya cuando me acerqué a mi compañero para bailar tan pegado e íntimo con él, que cualquiera, por muy poco pudor que tenga, diría que estaríamos a nada de tener sexo justo en el escenario, y mis caderas seguían moviéndose para su deleite, hasta que la canción terminó y mi corazón latía a una velocidad desconocida, seguro por lo excitante y coqueto que se me hizo el baila completo. Realmente, agradecía gracias al cielo de no haber tenido un problemita en ese momento.

La canción terminó, le miré y sonreí, seduciéndole, sabiéndo muy en el fondo lo que podía causar en él, invitándole una vez más.
Mi amigo y yo nos despedimos agradeciendo, aplausos y gritos se escuchaban aclamando el doble, el entusiasmo del público por nuestra presentación se sentía.

  ㅡ¡Gracias, muchas gracias! ㅡSe escuchó su grave voz por el amplificador.

Mi vista volvió al lugar de aquel hermoso extraño, ¿Dónde está? ¿Se habrá ido? Su repentina desaparición me tomó por sorpresa, ya que no había pasado tanto tiempo  desde que dejé de verle. Quizá tuvo que irse, pensé algo abatido.

Salí de la mano de Taehyung fuera del escenario, caminamos hasta nuestros respectivos vestidores.

Iba a paso lento y tranquilo, pero con el corazón latente tan rápido y fuerte que sentía  poder morir en ese momento. ¡Vaya, pedazo de presentación que dimos! Unos chicos del siguiente acto nos felicitaron, remarcando que justo la de hoy, fue la mejor interpretación que hayamos hechos.

Pero la inquietud que sentía no era por eso. ¿Y el hermoso hombre, por qué se habrá ido? pensé, aun sintiendo el cuerpo dispuesto a él, claro que me arriesgaría por alguien como él.

Y ahí estaba, realmente era él. Justo en lo que abrí la vieja puerta roja de mi camerín, estaba él, sentado en ese vejestorio pero elegante mueble negro, con un brandy en su mano y una oscura mirada puesta en mí, como un león acechando a su presa.

No supe como, todo pasó tan rápido, cerré la puerta detrás de mí, quedándome a unos pocos metros de él. Me sentí expuesto, y qué decir al llevar algo tan revelador.
Su vista seguía puesta en mí; y yo sentía  quemarme con su mirada.
Me sonrió y me invitó a acercarme a su espacio;  me sentí ahogar por su proximidad, tomó mi mano con la delicadeza de una flor  e incitó a acercarme más a él. 

ㅡBaila para mí, precioso. ¿Podrías? ㅡPronunció.

Y gustoso acepte, como negarme a esa voz, como negarme a la atención de esa mirada, como negarle mi cuerpo a esas manos, como negarle las cosas a Min YoonGi, si fue el hombre con quien venía soñando desde que era un adolescente que lo ví, como no haberle reconocido desde el principio, como pude olvidar esa mirada y labios finos que me habían enamorado antes.

~

Sí, lo cambié. ggg.

-MinJmtiny. 🐥

Him | 윤민 YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora