Navidad, los niños alegres juegan con sus nuevos obsequios, las parejas se besan y se abrazan, la ciudad se enciende, los adolescentes se llaman para felicitarse, lo trabajadores llaman alegremente para desearles a sus familias una gran navidad y algunos para avisar que ya van a casa, los padres miran alegres a sus hijos quienes son producto de su amor, mientras que los divorciados recuerdan aquellos tiempos que se daban calor con su pareja...O quizás ya alguien conquistó su corazón.
Navidad, tiempo de paz y armonía, de estar con los que quieres... Claro, sin importar si son tus familiares o no.
Pero luego de todo eso estamos o solo estoy yo, los que daríamos millones porque esta fecha nunca llegara, los que nos tenemos que esconder de la gente con ese espíritu navideño de niños intacto, los que el señor gordo nunca les trajo ese regalo y simplemente se les llevó la vida entera...
Antes, la fecha de navidad era la mejor para mí, luego de viajes y viajes con la banda, cada uno regresaría con su familia, claro que manteníamos contacto en esos meses de vacaciones, y cuando eran las 12 de la madrugada nos llamábamos para desearnos esa feliz navidad, y aunque me hubiera gustado haber compartido una navidad con ellos, prefería mil veces pasarla en mi Loja con mis amigos y mi familia, a la cual amo tanto... Pero sobre todo, haber pasado una navidad junto a el amor de mi vida, junto a mi panda preferido, junto a Zabdiel.
Nuestros planes eran pasar la navidad juntos para siempre, pero todo se arruinó el 24 de Diciembre del 2017...
