Capitulo IV

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Capitulo Cuarto:

Kurapika, la niña de las lilas.








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Después de acordar quedarse en un hostal del pueblo e ir por sus caminos al día siguiente, caminaron hasta el mismo mientras Gon daba una detallada explicación al hombre sobre la situación de Hisoka y también del como su abuela lo abandonó. Finalmente llegaron al lugar y gracias al moreno y su agradable relación con prácticamente todo el pueblo, consiguieron quedarse sin tener que pagar, cosa que ni beneficiaba ni molestaba a alguno.

Todo ocurrió con normalidad, los niños tuvieron que compartir cama ya que por algo gratis tampoco se podían poner exigentes; ahí ambos aprendieron dos cosas.

Una de ellas, era que ambos pateaban mientras dormían, y la otra era que Leorio roncaba más fuerte que los rugidos de un millón de bestias.

Ya sin embargo, al otro día el Médico Cazador fue el primero en despertar, arrastrando al par con él porque pues son los protagonistas de la historia.

Todo pasó con normalidad, desayunaron, hablaron de tonterías y finalmente se pusieron en marcha hasta la tienda herbolaria, donde Gon y Killua esperaron fuera, mientras no pasaba nada particularmente importante.

Hasta que, ocurrió.

Algo que le heló la sangre a Killua, e hizo que Gon le pusiera especial atención.

Un chico de cabello corto en un tono negro púrpura y apariencia delicada que sin embargo vestía un overol enorme y algo sucio, andaba en bicicleta con periódicos, regocijándose con lanzarlos directamente a la gente en el rostro.

— ¡Extra, extra! ¡Hija de importante familia extranjera desaparece misteriosamente tras mudarse! -anunciaba Kalluto versión repartidor de periódicos.

— ¿Podrías darme uno? -pidió el albino cuando el otro estaba cerca, y ni lento ni perezoso en su rostro chocó el papel enrollado.

— ¿Verás el horóscopo de hoy? ¿Qué signo eres? -preguntó el Caperuzo acercándose con curiosidad.

— Yo qué diantres sé. Y no idiota, voy a leer sobre Alluka. -respondió el de ojos azules desenrollando el papel y buscando las página indicada.

— ¿Se llama Alluka? Pensé que Kallu-repartidor-chan había dicho solo hija... Debería ir con el otorrinolaringologo*. En fin, ¿Cuando termines me lo prestas? -sonrió el joven.

Killua, que había dejado de escuchar casi desde la primera palabra del otro, había terminado de leer ya y se encontraba abrazando la ilustración mal echa de la chica y tenía una expresión nostálgica.

— Escucha, Gon. Yo... En realidad no soy un...

— ¡Gon! -interrumpió el hombre con lentes mientras salía de la tienda.— ¿Quién es ella? -señaló con una sonrisa pícara a lo lejos, donde una chica con un "vestido" azul y cabellos cortos y rubios daba la espalda a ellos, sosteniendo una canasta con flores.

La Manzanita verde y El Cazador [Hunter x Hunter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora