El pueblo.

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Capitulo II

10 de Mayo, 1940.

Todos bajamos por la ladera que daba a una carretera, teniamos que salir de ese lugar o moririamos.

Llegamos a la carretera que estaba al oeste del fuerte, y planeamos ir por la carretera hasta llegar al pueblo de Eben-Emael. Ahí buscaríamos un vehiculo para irnos de vuelta a Alemánia con las prisioneras.

8:45 a.m

Llevabamos caminando un rato, estabamos por llegar al pueblo, estabamos muy agotados por el combate y todo lo que habiamos pasado hace unas horas.

Paramos de caminar y llamamos al cuartel.

Otto: Cuartel, aquí unidad Adler, necesitamos nuevas ordenes, cambio.

Cuartel General: unidad Adler, ¿cuál es su situación?

Otto: Estamos de camino hacia el pueblo de Eben-Emael, no tenemos munición y tenemos un soldado herido, cambio.

Cuartel General: Tenemos informes de otros escuadrones resagados cerca del fuerte Eben-Emael o dentro, se sabe que hay un enemigo desconocido en el fuerte, estamos enviando tropas de refuerzo al area, resistan en algún lugar seguro o intenten regresar, unidad Adler, cambio y fuera.

Otto: Señor, ha escuchado lo que dice el cuartel, hay que resistir o irnos de este lugar, es su desición.

Yo: Entendido.

En ese momento decidí que lo mejor sería que esperaramos en el pueblo y que si algo llegaba a pasar mientras estabamos en ese lugar, nos iríamos hacia una zona segura en territorio Alemán.

Llegamos al pueblo y todo estaba cerrado, la gente estaba escondida y alarmada por los disparos y el ataque al fuerte Emael, las pocas personas en la calle nos ofrecían comida y agua.
Una señora llegó con una canasta de pan y empezó a hablar y no le entendía nada, Camille lo tradujo:

Camille: dice que está muy agradecida por lo que hemos hecho y por rescatarlos de este sufrimuento.

Le dije a la señora "Danke" que es gracias en Alemán y nos retiramos.

Entramos a una casa que tenía 2 pisos de alto y tenía una muy buena vista hacia el fuerte y lo que pasaba ahí.
La casa estaba sola, parecia haber sido abandonada hace unas pocas horas o minutos incluso.

Envié a Armin (francotirador) a la azotea y le dije que vigile las afueras del fuerte con sus vinoculares.

Mientras tanto en el primer piso de la casa estabamos todos hablando sobre lo siguiente que haríamos y cual sería el plan, acordamos descansar y esperar unas horas más.

17:30 p.m

Estaba por oscurecer, el pelotón había descansado, las chicas también y Camille y yo habíamos conversado con una señora del lugar, nos había contado que en el pueblo de Eben-Emael también se habían llevado a los hombres de más de 16 años y que constantemente las autoridades Belgas llegaban al pueblo en busca de alimentos, esto no era de una manera pacífica, sino más un saqueo.
Cuando alguien se oponía a los militares, entonces se llevaban a esa persona al fuerte Eben-Emael.
La señora dijo que se habían llevado a su nieta y que nunca más la volvió a ver.

En la casa recibimos bastante comida y agua, así como ayuda médica de una doctora que se encontraba en el pueblo, ayudó a las chicas con sus heridas y también a Fritz, pero Fritz estaba demasiado mal, ya casi ajustarian 12 horas después de que ese cadáver lo mordió.
Fritz tenía fiebre, se desmayaba constantemente y estaba muy pálido, no sé qué sería lo siguiente que le sucedería.

Terror en Eben-EmaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora