SUMMER PARADISE🏝 ••KookV••

twenty two

—¿Y qué tal te ha ido el día, Taehyungie? —Pregunta cuando ve cómo el rubio se sienta junto a él, aunque es raro que lo haga pues nunca suele estar tan tranquilo antes de actuar.

—La verdad que bien, Jungkookie, mi amigo de la infancia ya sabes, me sugirió ayer que comenzara a darle clases y, he de decir, que por mucho que se lo niegue, es bastante bueno y aprende más rápido de lo esperado. —Seokjin ríe ante lo frustrado que parece su acompañante por este hecho.

—Eso es porque eres un buen profesor, creéme. —Suspira, recolocándose el pelo rebelde que cubre su frente con estilo.

—Seguro. —Dice con aires de grandeza, segundos después riendo y estropeando el aire egocéntrico que había comenzado a rodearle. —Por cierto, ¿sabes dónde está Yoongi? Llevo días sin verle. —El mayor niega con la cabeza.

—Ni idea, pero no tardará en venir a cubrir el turno de noche, para cuando actúes supongo que ya estará por aquí que, por cierto, ya va siendo hora de que subas al escenario. —El rubio mira el reloj y se levanta rápidamente, pero antes de que pueda caminar lejos del chico, éste le pregunta algo. —¿Qué cantarás hoy? —El menor sonríe pícaramente.

—Es una sorpresa, un mago no revela sus trucos, ¿cierto? —Seokjin resopla, perdiendo de vista al contrario cuando corre hacia la habitación donde guarda la guitarra, a la cual había proclamado su camerino, por mucho que estuviera repleto de trastos y objetos sin el menor sentido ni cabida en el bar.

Cuando pasan unos minutos, Taehyung abre la puerta del lugar dónde previamente se había metido y, con el instrumento en la mano, sale decidido posándose finalmente en el escenario, donde todos clavan su mirada en cuanto se percatan de su presencia en éste.

Seokjin no puede estar más agradecido pues gracias al muchacho, su bar se llena cada noche, no hay alguien que se resista a escuchar la profunda voz que posee, la cual llena el lugar sin demasiado esfuerzo.

No sabe bien cómo debe pagarle por sus servicios, ya que cada vez que trata de hablar de algún tipo de sueldo con él, éste se niega en profundidad quitándole cualquier oportunidad de argumentar algo a su favor.

Mientras canta, observa cómo el rubio ha comenzado a sonreír, no es de una manera poco sutil pero Seokjin lleva tanto tiempo con él que nota perfectamente cuando el brillo en los ojos de su amigo se debe a algo más que las luces que le rodean, y lo confirma una vez mira hacia atrás y, en vez de encontrarse con Yoongi, de quién creía que se trataba, visualiza al famoso heredero de la familia Jeon.

No puede evitar fijarse en que el castaño también está sonriendo dejando entrever sus dientes de conejito mientras tanto. Se halla en un rincón del establecimiento, permitiendo que la voz de Taehyung irrumpa completamente en cada lugar de su ser, pero no de la misma manera que el resto de personas que se encuentran en el mismo sitio que ellos.

Jungkook, por su parte, no sabe bien cuánto tiempo lleva ahí parado junto a la pared, embelesado, pero está seguro de que es más del que imagina, así que espera a que finalice la actuación, y en cuanto ve a su amigo bajar del escenario, camina decidido a su encuentro.

—Wow, le has cogido gustito a venir a verme, ¿eh? —Se da aires de grandeza el de pelo claro, mientras ríe y toma asiento en la barra, bebiendo de un baso que previamente Seokjin le ha dejado preparado, la costumbre.

—Me gusta este sitio, puede ser porque pasas tiempo aquí o por otras cosas, nada es seguro al cien por cien. —Argumenta el castaño, que también ha tomado asiento y ha indicado que tomará una cerveza con un gesto.

—¿Enserio has venido sólo para verme cantar? Me siento muy halagado. —Dice en tono burlón, parando cuando ve cómo el contrario niega ante sus palabras.

—En verdad quería ofrecerte algo. —Taehyung espera a que termine de hablar. —Estos dos días no has parado de quejarte de la luz mientras surfeábamos. Que si es que me dan los rayos de sol en la cara y por eso no veo bien... Así que he pensado, que podríamos hacerlo de noche. —El rubio se muestra sorprendido por el plan que el mayor le sugiere.

—¿Quieres decir... Ahora? —Jungkook asiente decidido. —Mmm... Está bien. Pero tengo que coger las cosas, tendrás que acompañarme a casa. 

—No hay problema. —Se levanta del taburete después de tomar su pedido de un trago, esperando a que el contrario haga lo mismo con su vaso de agua.

—Si al final viene Yoongi a cubrir su turno dile que me llame, por favor. —Dice amablemente, dándole una palmadita en el hombro al moreno, que se encuentra detrás de la barra.

—Eso está hecho. —Añade éste.

Un rato después, los dos chicos se hallan caminando hacia la casa del más pequeño, entre empujones y risas varias debido a las incongruencias que sueltan de tanto en tanto, haciendo que el tiempo se pase volado y pronto se encuentren frente a su destino.

—Enseguida salgo. —Comenta, mientras abre la puerta y se pierde en el interior de su hogar.

Mientras tanto, Jungkook aprovecha para ojear el lugar desde fuera, sintiendo cierta repulsión al saber que la familia entera de Taehyung se ha criado en un lugar tan... 

Ni si quiera se le ocurren las palabras para describirlo.

Es minúsculo, oscuro y no parece muy cómodo que digamos. No puede explicarse el hecho de que su amigo sea feliz con tan poco.

Pero aun así, su corazón se agranda un poco más al recordar lo feliz que era en esa pequeña cabaña a la orilla del mar, donde jugaban de niños y albergan tantos momentos felices.

Viéndola desde esa perspectiva, su casa no le parecía tan fea al fin y al cabo.

Cree que empieza a comprender los sentimientos de su amigo, aunque sólo sea un poco.

Pronto, el muchacho que ocupa sus pensamientos sale con dos tablas, una a cada lado, y con algo de ropa en las manos.

—¿Listo para morder el polvo? —Amenaza el rubio, lanzándole una camisa decente para su actividad nocturna.

—Jamás. —Concluye.

Y así se presenta su primera noche de adultos juntos.

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HOLA AMORES

VOLVÍ, SOBREVIVÍ A LOS EXÁMENES Y CON BUENA NOTA ASÍ QUE: 

FIESTAAAA

EN FIN, VOY A VER SI ESTAS VACACIONES PUEDO HACER ALGÚN MARATÓN DE CAPÍTULOS PARA ACABAR ALGUNA HISTORIA JEJEJE

ADIOSII