- ¿¡Ahora que haremos!? ¡Ay! Ismael!!!
.- Gritó César en su pánico al ver imposible el hecho de recuperar a su amigo secuestrado.
- ¿¡Qué era esa cosa!? .- Demandó José a la bruja Elizabeth, una chica con apariencia jóven <tendrá entre 16 o 18 años> pensó José, sus facciones lo asemejaban, de una estatura de 1.65, esbelta, su cabello negro azabache y su piel aperlada hacían juego con sus ojos color ámbar, los cuales parecían tener cierto brillo, dichos ojos se posaron fijamente frente a los de José, quien ocultó su asombro debido a la delicadeza de la situación - ¡No hay tiempo para explicaciones! ¡Enseguida vuelvo! .- Elizabeth levitó hacia el techo y desapareció entre los tejados planeando de manera perfecta y acrobática.Fué entonces en que el charco de fango y tierra comenzó a reunirse de nuevo y poco a poco aquel maniquí, o golem, se fué formando nuevamente, ahora todo se ponía peor, César y José no tenían protección de nadie, y por supuesto: No poseían magia.
.- Vámonos de aquí!! .- Gritó César corriendo hacia la calle, detrás de él José, y ambos chicos salieron disparados del sitio.
Corrieron varias cuadras, el último rayo de Sol se disolvió entre las montañas aledañas, y el alba del atardecer había dejado de emitir su luz redentora, un aire muy fresco comenzó a soplar por las calles, lo que obligó a las personas retirarse a sus casas o a refugiarse dentro de algún restaurante o en alguna cafetería cálida.
Después de algunas cuadras de correr ambos chicos se detuvieron gradualmente hasta dejar de correr completamente, el aire frío cortaba sus fosas nasales con cada respiración, haciéndola pesada, y sus gargantas comenzaron a irritarse.
- ¿¡Donde estará Mayel, José!? ¡¡No entiendo nada!! - Comenzó César en tono preocupado.
- Ni como buscarlo, güey, ¡no sabemos ni siquiera lo que acaba de ocurrir! Y ¿Quien era esa tal Elizabeth? .- Se cuestionó José .- Una bruja ¡Qué miedo! .- Contestó César.
-Otra cosa, ese tal "Daniel" se supone que quiere matarnos, pero ¿Porqué?...
- No sé güey, todo ésto es raro. - Finalizó César.La mente de ambos chicos colapsaba en crisis, pensamientos, angustia, miedo natural, de un segundo a otro ambos se encontraban en pánico, un pánico silencioso, dudaban sobre lo que acababan de ver, y temían que aquella criatura artificial los encontrara de nuevo.
- Hey!! ¡Cazadores! ¡Vengan conmigo! -. Una luz repentina apareció tras la puerta de un local de esoterismo al mismo tiempo que el susurro de una voz femenina. - ¿¡Qué eres!? -. Preguntó retóricamente José, a pesar de morirse del temor al conocer alguna respuesta poco agradable. - Llámame Lucía ¿Listo? ¿Ya no somos desconocidos? Esa cosa que viene tras de ustedes no le interesa nuestros nombres ¡Entren y sobrevivan o mueran jóvenes! .- Sentenció la jóven Lucía.
Ambos chicos se miraron mostrando la misma desconfianza, pero sabían que no les quedaba otra opción .- Vamos, José, no hay de otra.- sugirió César en tono amable, a lo que José asintió, y ambos chicos entraron en aquel pequeño local extraño....
ESTÁS LEYENDO
Caza Sombras: El Diamante Escarlata
AbenteuerTres desendientes del clan de los Cazadores de Sombras comenzarán una búsqueda que marcará sus vidas.