Se dice que la fruta de la vida crece en el árbol del mundo. Los ancianos decían que, quien se atreviera a tomar uno de aquellos frutos, podría alcanzar la vida eterna.
Sin embargo la vida eterna no se compara con el secreto que aquel árbol esconde...
¿Qué es esto sino una maldición? La vida eterna que todos ambicionan, ¿no es solo una extensión de la miseria humana? Solo así pude comprenderlo, inmóvil y encerrado entre las raíces de esta prisión, aquella que todos buscan.
¿Cuál fue mi crimen? Obtener lo antinatural, la vida eterna. Creí que podría conocer el mundo, encontrar la felicidad eterna, evadir aquel destino que nos persigue a todos por igual.
Ahora estoy atrapado, alimentando el fruto de la vida eterna por mi ambición. Hasta que alguien más ocupe mi lugar. Solo así encontraré paz, aquí, en el árbol del mundo.
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*Nota
Relato mitológico que responde a un reto de 2019 si no me falla la memoria, 100 palabras era el límite, así que es cortísimo.
Espero que lo hayas disfrutado. ¡Nos leemos más adelante!
