Capítulo IV

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Hace algunos meses, algo, más bien alguien logró captar mi atención. Una mañana como cualquier otra, pero tan especial y única como ninguna.
Como todas las mañanas en la facultad, veía en mis alrededores, algunos chicos corriendo por el hecho de que iban a llegar tarde a clases, otros jugando o peleando entre ellos por no cumplir en alguna parte del proyecto. En fin, la vida de un estudiante, en mi trayectoria a esta, desvíe mi mirada a una persona que captó con gran fuerza mi atención;Un chico, estatura media, pero de cuerpo delgado y pequeño, piel blanca de porcelana, lentes y un peinado un poco formal.

Y era obvio que por sus expresiones y pánico, es que estaba pedido.

Adorable.

Lo primero que llegó a mi mente, con sólo esos pocos minutos de observarlo.

¿Será nuevo?

Puesto a que los de nuevo ingreso ya tenían un buen rato de estar aquí, como para perderce así. Además, se ve como de más o menos mi edad, tengo 20, y voy en el ultimo semestre de mi carrera. Estaba en una lucha interna en si acercarme o no, pero de igual forma estaba hipnotizado en verlo, era muy tierno, aunque ya debe de sentirse frustrado.

Antes de poder hacer un movimiento, alguien me gano, no era un estudiante, era uno de los secretarios de la administración general de la facultad. Este se veía nervioso pero más relajado, se fue con él.
Y hasta ahí llegó esa primera impresión.

Bueno, han pasado unos cuatro meses desde entonces. Y déjenme decir que...Me pueden llamar acosador.
Todos los días, en horario libre y descansos, vengo a la biblioteca escolar, ¿Por qué? Libros interesantes, investigación, estudios, huir de la población humana, dormir; No.

Acosar a el chico que me gusta, que mejor que eso. Santo cielo, en algunos otros escenarios yo ya estaría en prisión. Soy homosexual aceptemos lo, y me gusta el bibliotecario de la institución, no es alguien mayor (supongo), es un lindo chico castaño de estatura mediana, quien diría que el joven perdido de hace meses provocaría que me convirtiera en un acosador.

Él es adorable, su timidez y su forma tan respetuosa de actuar lo caracterizan, es una persona tan linda y se ve tan pura. Cielos, ¿por qué esto no puede ser un cuento donde por obras raras del destino terminemos hablando y siendo amigos, para después hacerlo mi novio, casarnos y ser felices para siempre?, parezco niña puberta enamorada, conque así es.


Mientras revisaba el mostrador, por doceaba vez consecutiva simulando el buscar algo para leer, con el simple fin de que de este lado puedo verlo mejor. Pude ver como se retiraba con un profesor quien busca algo.
Suspire,  No es normal sentir celos de profesores porque ni si quiera somos amigos, porque los profesores necesitan libros, y porque ni si quiera se como se llama.

Viendo hacía el libro frente mío, es un cuento de ciencia ficción, la verdad no he leído nada nunca de aquí, por el simple hecho de que no soy del tipo de estudiante que se la pasa sumergido en libros, estudio cuando se requiere, y voy bien en promedios, con eso basta. Tampoco soy muy amante de la literatura, no es que sea mala, puedo disfrutar de un buen libro de en vez en cuando, pero tampoco es que quiera saber hasta que come el autor.

En ese momento una suave y dulce voz me dio el susto de mi vida a muerte —¿Deseas que te ayude? — Cuando volteé noté que era él, su voz es muy linda, justo como pensé. Estaba entrando en pánico de nervios, que bueno que se disimular si no probablemente explotarla en emociones y quedaría como la persona más rara ante él. Pero a la vez noté una oportunidad, no la puedo desperdiciar.

—¿Disculpa?— Conteste tratando de ocultar mis nervios.

Se puso rojo, es muy notable el hecho de que es tímido —No...Ah...verás —Titubio bajando su mirada —Yo..pensé que...verás...Que no encontrabas que leer, siempre...siempre te veo aquí viendo los...estantes y pensé que...Pensé que no encontrabas algo interesante que leer...

¡¿Me vio?!

—Perdón por observarte sin permiso, y por entrometerme... Yo..no lo hice aproposito. —Se puso muy nervioso, es lindo.

—No, tienes razón. He estado rodeando por aquí, sin encontrar nada interesante que leer para mi. —Que mentira más brusca, sólo lo he estado espiando.  — ¿Tienes alguna recomendación?.

Es como si le hubiera dicho algo como si fuera lotería, vi como se iluminó su cara y sus ojos, como si siempre hubiera esperado esas preguntas. Al notar que estaba en ciencia ficción, busco un poco en los estantes hasta llegar en una área en particular y tomó un libro —Este de aquí es muy entretenido, sabes...inclusive con el creadas mil teorías y probablemente ninguna será cierta. Es impresionante y entretenido, y la trama es más que única.— Sonrió. —Bueno..esa es mi opinión.

—Veo que ya estás más que familiarizado con el. — Sonreí, provocando un leve sonrojo en él —Le daré una oportunidad,  pero al terminar te diré mis puntos de vista y podemos hablar de la trama. Quiero oír tus teorías. Me llamo Bill Cipher.

—Dipper Pines.

Después de ellos, parece que los astros se alinearon para cumplir mi deseo, como dijo Dipper, el libro era bueno y tuvo un final abierto nada decepcionante. Eso provocó que nos fuéramos uniendo poco a poco, creando una pequeña amistad, la cual provocaba que cada vez más me fuera enamorando de él. Platicamos casi a diario cuando no estaba ocupado, usualmente era de los temas de los libros que me daba. Era divertido, era hermoso.

Sin embargo llegó la hora de que dejará la Universidad para avanzar en la vida, y nunca logre confesar las cosas que siempre quise decirle, nunca logre expresarle mis sentimientos, aún si los rechazaba quería saber que diría.


                  Liberarme de esa carga.

Abrí mis ojos, ante el fuerte llanto de un bebé, alguien tiene hambre. Y el vecino de nuevo, puedo oír sus quejidos.
Esta es una nueva aventura, y una muy linda.

¡¿Un bebé?! [Billdip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora