Cabe de decir que el parto fue complicado, y no solo por el hecho de que fueran dos bebes, sino por la tensión que emanaba del doctor Black.
De doctor él no tenía nada, era un cero a la izquierda, pero tenía que cumplir con su trabajo, tenía que dejar débil a Hermione, y la mejor forma era dejar que el parto se alargara.
-Empuje Srta. Granger- dijo Black
-Eso hago- gemía Hermione, mientras apretaba la mano de Theo.
Así estuvieron más de 10 horas, la pobre Hermione apenas podía resistir más tiempo, sentía que se desvanecía, Theo le daba palabras de aliento a su amor para darle fuerzas.
Luego de minutos interminables, el silencio reino el lugar y de un segundo a otro, el llanto de un bebe resonó en la estancia, es ¡NIÑO! grito el médico, a Theo se le corto la respiración y veía alucinado como su primogénito llegaba a sus vidas, una de las enfermera tomo al pequeño y lo llevo hacia un lado en donde lo recostó y lo revisaba, mientras que Hermione seguía empujando como ordenaba su doctor.
-Queda uno más!- decía
-Crees que no lo sé!- grito la castaña
-Amor, tranquila, sigue así...-
5 minutos de gritos, sudor, cansancio, y llego el segundo bebe.
-Otro ¡NIÑO!- La felicidad reinaba el lugar, Hermione lloraba mientras veía a sus hijos llorando, sanos. Eran hermosos, los dos tenían el pelo castaño oscuro, y se pudo notar que sus ojos eran igual que su padre.
Black esperaba el momento preciso para poder debilitar aún más a Hermione, pero con Theo al lado de ella, y los demás le era imposible, lo único que pudo hacer en ese momento era ir todos los días a revisar a los pequeños, con el único motivo de que ellos eran prematuros.
Draco, Pansy, Ginny, Blaise, Luna esperaban ansioso ver a los pequeños, cuando le dieron la pasada, vieron que ya en sus cunas estaban ellos, con los ojos bien abiertos, tratando de ver el mundo, Luna fue la primera en tomar a uno, lo acuno y lo miro, ella siempre habría querido formar una familia, cuidar de ella, y ahora se podría ser realidad junto a la persona quien menos espero, pero aun así daba gracias a ello.
-Hola bebe hermoso- le susurro mientras le acariciaba su cabecita- Me llamo Luna, encantada de conocerte....-
-Anthony, así se llama- vio como Theo se acerba y lo miraba con amor.
-Encantada de conocerte Anthony- dijo sonriendo, Draco miraba enternecido la escena que estaba pasando frente de sus ojos, se imaginaba como seria Luna de madre, como querría a su hijo.
-Y el otro bebe, ¿Cómo lo llamaran?- pregunto Ginny, acercándose a Luna para apreciar mejor al bebe.
-Altair- dijo
- La estrella más brillante- susurro Luna
-Así es- dijo Theo sonriendo
Hermione se encontraba en otra habitación, descansando, el proceso del parto la había dejado agotada, el cansancio le estaba pasando la cuenta, y el sueño la venció.
Se encontraba en una habitación a oscura, veía a lo lejos dos siluetas hablando, pero por más que se esforzaba para lograr entenderlos, le era imposible. De a poco la visión se volvió más nítida y vio a un hombre de no más de 22 años parado frente a una chimenea con una copa de vino, miraba las llamas con devoción, y el otro sujeto estaba de espalda, por lo que no pudo ver bien claramente de cómo era el hombre.
-Ella ya está debilitada, mi señor- decía el hombre que estaba de espalda, esa voz la había escuchado en alguna parte.
-Muy bien...- decía mientras levantaba su copa y se la llevaba a sus labios y tomaba un sorbo- En cuanto puedas, debes de traérmela, siempre y cuando no haya nadie a su alrededor- finalizo
-Lo se mi señor, aunque debo de decir que me demorare un poco, los elfos y su esposo no la dejan ningún momento sola- decía el hombre, mientras agachaba la cabeza, como un perro arremetido de decir aquellas palabras.
-Black, Black, Black- decía mientras se giraba y miraba directamente al otro sujeto- La paciencia no es una de mis virtudes, ya deberías de saberlo- busco en sus bolsillos y saco una varita y pronuncio- Crucio
Automáticamente el hombre cayó al suelo, y con un grito ensordecedor dejo a Hermione con los vellos erizados, trato de retroceder pero choco con un mueble y se quejó.
-Pero miren quien tenemos aquí, aunque tu cuerpo no este físicamente aquí, puedo sentir tu presencia, lo supe cuando llegaste aquí- decía mientras seguía viendo las llamas arden en la chimenea.
-¿Pero cómo?- susurro
- No hay nada de lo que yo no pueda hacer, Hermione- giro su cabeza y miro hacia su dirección, sintió que sus ojos taladraban su alma. Tan potente que se sintió intimidaba.
-Dorian- dijo enfrentándolo
-No me cabe duda de que eres la bruja más brillante de esta generación- sonrió
-No te entiendo, ¿Por qué haces esto?, se supone que eres un Dios, ¿Por qué quieres más? Si ya lo tienes todo- lo encaro la castaña
-Pensé que ya lo sabrías niña- tomo un trago de su vino- ya que tú tienes mi diario-
-Oh por dios!- exclamo- ¿Todo por eso? Maldito imbécil!-gritaba.
Claro que si niña- se acercaba lentamente y cuando estuvo lo suficiente mente cerca, le tomo un mechón del cabello y se lo recogió, asqueada Hermione le dio un manotazo- Y tu serás parte de mi plan...-
Y todo se volvió negro de nuevo y al tratar de abrir los ojos vio a un angustiado Theo.
-Ya sé que es lo que quiere- dije tratándome de levantarme de la cama.
-¿Qué es lo que es amor?-
-Un hijo-
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Destined to be together
RomansaElla la castaña, heroína del mundo mágico, ha tratado de dejar el odio hacia una de las casas de Hogwarts que tanto repudio le tienen. Hará todo lo posible para que los demás hagan cuenta nueva, pero los resentimientos serán difíciles de borrar. Sol...