Antara's POV
Ha despertado - escuche un murmuró y unos pesados pasos me hicieron terminar de abrir los ojos ¿Dónde diablos estaba? No recuerdo haber venido aquí antes.
Retirese - ordenó una voz bastante conocida y trague grueso al ver a una figura masculina atravesar la puerta seguido de encender la luz de la gran habitación dejando ver a Leonardo, el recuerdo me atacó por sorpresa e intente levantarme, pero su dura voz me detuvo.
Ni lo intentes - gruño y lo mire asustada
Tengo que irme, mi hermano está en la guardería y...- no termine de hablar ya que me hizo callar
Cállate puta, aquí el que habla, soy yo - gruño y mordí mi lengua reteniendo maldiciones hacia el - ¿Por qué diablos huiste? - pregunto y trague grueso
Martín murió y al mismo tiempo mi servicio en el prostíbulo - dije y entrecerró los ojos - jamás estuve ahí por gusto y usted debería de saberlo - gruñi y sonrió con maldad - me tengo que ir - insistí y nego
Alguna vez te dije que lo que me importa, no lo dejo ir y tú me importas - dijo y lo mire con temor - no te busque todo este tiempo para dejarte ir - dijo y gemí con molestia
Tengo que saber como está mi hermano, el está en la guardería aún - dije desesperada y jalo mi cabello de un movimiento brusco haciendome jadear de dolor
No te irás, joder - gruño molesto y me arrojo a la cama a lo que alerte todos mis sentidos
¡NO! Suéltame - grite jadeando ya que intento sacar mi blusa y grite de miedo al recibir un golpe de su parte - por favor detente - pedí - entrecortada y solloce al sentir su mano tallar mi feminidad sobre mis jeans, pero le daría batalla, no me dejaría morir tan fácil
Detente perra - gruño bofeteando mi rostro y aruñe sus manos mientras pataleaba - no quería hacer esto, pero tú me estás obligando Antara - sentenció alejándose de mí y lo mire aún más asustada de lo que ya estaba
Déjame ir - pedí caminando hacia la puerta y jalo mi brazo apretando con todas sus fuerzas este - por favor, déjame ir - pedí retorciéndome de dolor y la puerta se abrió dejando a la vista a un par de hombres, parecía que eran guaruras, eran musculosos y de gran tamaño
Aguantenla - ordeno y jadee intentando correr, acto estúpido, ya que me tomaron y me llevaron de nuevo hacia a la cama
¡Nooooo! Auxilio - grite desgarrando mi garganta y todos los recuerdos de esos hombres tocando mi cuerpo vinieron a mi mente provocando que soltará un fuerte sollozo, esto era demasiado humillante - Leo, por favor - pedí cuánto bajo mis pantalones bruscamente
Tan fresca como siempre - gimió olfateando mi feminidad sobre las bragas y cerré los ojos fuertemente - me encantas - murmuró exitado y rompió mis bragas dando un azote en mi monte Venus antes de bajar sus pantalones y hacer lo que ya todos saben.
_____________________________________¿Acaso era esto una clase de castigo? Aún muerto, Martin me seguía dando problemas.
Salgan - ordenó a los dos hombres que sostenían mi cuerpo y después me miró con deseo - a pesar de haberme saciado, te sigo deseando, me encantas Antara - susurro en mi oido y solté un hipo incontrolable - sssssh, no llores - gruño y sonrió mirando mi cuerpo desnudo y maltratado
Necesito saber cómo está mi hermano - pedí y se acercó a mí apretando mi mandíbula para que lo mirará
Cierra tú puta boca - murmuró y lo mire con odio - y será mejor que cambies tus hábitos hacia mí si alguna vez quisieras volver a ver el sol - dijo burlon y negué
No, por favor, solo necesito saber cómo está - pedí jalando su brazo y me miró unos segundos estés de negar sonriente
No, N, O, no - dijo burlon y me alejo de el bilmente antes de salir y dejarme completamente sola. Mi pequeño Álvaro seguramente estaba preocupado ¿Con quién se quedaría mi pequeño?
Perdóname Álvaro, una vez más te vuelvo a fallar - murmure entre sollozos, tenía que salir de aquí a como de.
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Enamorado De Una Prostituta - Jb. 1ra, 2da Y 3ra. Parte. #Wattys2019
Fiksi Penggemar¿Por qué simplemente no lo admites? Me amas - hablo ella desesperada Por qué eres una sucia prostituta - gruño el tan brutalmente que la hizo dudar si en verdad ese hombre merecía tener su corazón. Pero desgraciadamente ya era demasiado tarde para...