Capítulo XXV: El juicio

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Narra Yara:

El inquietante sonido del mazo golpear contra la mesa para levantar la sesión, hizo que mis nervios aumentarán. Pensaba que el corazón en cualquier momento me saltaría por la garganta abandonando mi cuerpo, el aire me faltaba pues cada latido suplicaba con ansiedad más oxígeno y pensaba que no habría suficiente.

Tenía que aguantar a la gente hablando de mí sin siquiera entender nada de lo que ocurría y tomando una decisión sobre mi futuro que me privaría de toda libertad soñada.

Al parecer he sido acusada por asesinatos, y herir a ciertas personas.

Pero no recordaba nada de eso, no he podido ser yo. Marco ni se atrevía a mirarme y yo suplicaba a mis padres que me escucharan, que era inocente.

Todo parecía una pesadilla, pero había una gran diferencia esto no parecía real. Era real.

El fiscal me ponía como una psicópata asesina que firmaba sus crímenes cosa que al parecer me hacía aun peligrosa y temida. La prensa se encontraba en la puerta del juzgado chillando y contando a su antojo la historia de la justiciera asesina del antifaz. Mi cara estaría en los periódicos durante meses al menos.

Quería chillar que todo era una trampa, pero al parecer mis padres tampoco me creían.

Me sacaron a declarar y no recordaba nada, el fiscal presionaba con preguntas para las que no tenía respuestas.

No sabía que había hecho ni siquiera los días que me preguntaban. Y ahora que lo pienso, eso me había pasado en muchas ocasiones que no recordaba lo que había hecho el día anterior pero siempre lo relacioné con mi amor por dormir o no le di importancia.

Entonces mi abogado se puso en pie con unos documentos.

- Protesto, no servirá de nada hacerle preguntas. Mi cliente sufre un trastorno de identidad disociativo. -Comentó mi abogado.

De pronto toda la sala se llenó de gritos ahogados y de rumores, podría decir que me quedé en shook.
Qué no me lo esperaba, pero realmente nunca me sentí sola.
Siempre tenía una parte de mi que guardaba pensamientos muy inquietantes llenos de rabia, ira, tristeza y miedo. Pero también era la parte donde tenía guardado en cierto modo las cosas que deseaba hacer, las locuras que anhelaba y por vergüenza, por miedo nunca hacía.
Esa parte formaba parte de mí como yo de ella por aterrador que suene.

Una parte que presionaba a veces con salir, y al parecer salía aunque puede que no de la mejor forma.

Un médico que siempre creí amigo de mis padres salió a hablar sobre mi supuesta enfermedad. Y en ese momento todas mis dudas se disiparon, sentí miedo. No por mí sino por ella, por a quien siempre llamé mi hermana pero era yo misma.

Tras un par de horas más en la que mi mente se dedicó a pasar toda mi vida a cámara rápida. Era adoptada, ni siquiera lo redordé hasta ese momento.

No recordaba a mi madre, ni a ese hombre que decía ser mi padre. Tampoco recordaba a mi mejor amiga del orfanato a quien siempre admiré e imite, Alexa. Mi mente se había encargado de borrar quien soy y almacenarlo en la otra "personalidad" que de cierta forma me unía a mí pasado.

Mi amiga Alexa se encargó de enseñarme como salir de los orfanatos, como olvidarnos del mundo y centrarnos en un lugar donde solo estábamos ella y yo.

Pero de pronto esa burbuja que ella creó un tiempo atrás con sus recuerdos preciosos se rompió.
La verdad me impactó, siempre fui su marioneta a quien ella manejaba a su antojo para conseguir lo que quería.

FLASHBACK:

- Tienes que hacerlo, ¿No te das cuenta? Me insultó, insultó a tu mejor amiga ¿y tú no piensas defenderme? Después de todo lo que he hecho por ti. -Me miró con los ojos llenos de lágrimas, Alexa me pedía que le diera una paliza a uno que por una razón que no entendía la empezó a insultar. No quería hacerlo, no me gustaba pegar a nadie pero ella tiene razón. Es mi amiga y tenía que defenderla.

Al principio le pegue un pequeño puñetazo pero antes de darme cuenta el chico ya me tenía en el suelo inmovilizada.
Traté de volver a hacerle daño ante las burlas de Alexa y me sentí una pequeña hormiguita que no era capaz de defender a quienes quería.

Tras mi humillación ante ese chico empecé a cambiar mi actitud, dejé de ser esa pequeña hormiga. Y todo fue a peor.

FIN FLASHBACK

El Antifaz [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora