Ariana Grande (adelanto)

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La música hacía retumbar las paredes, con un gran bajo, y un tono que te podía elevar lo más alto del cielo. Allí me encontraba yo, entre la ciudadanía normal, y el mismísimo infierno. 

Segura de mis pasos, decidí entrar. Muchos de mis compañeras/compañeros me invitaban a este lugar, pero siempre los rechazaba, dándoles a entender que yo no era de andar en estos lugares, claramente les mentí, si vengo, pero solo para admirar a una mujer preciosa.

Me atrevería a decir que es un ángel caído, transformado en demonio. Debería ser ilegal llevar tanta hermosura, bailar tan sensualmente, mirar con tal atrevimiento, y sonreír pícaramente. Si fuera ilegal, me encargaría de que cumpla la condena.

-Hola, _____.- Interrumpe mis pensamientos Elizabeth.

-Hola, Beth.- Me senté en la silla plantada enfrente del mostrador del bar.

-Hace mucho no te veíamos por acá, Grande ya te empezaba a extrañar.- Me da un vaso de lo que siempre pido, Long Island Iced Tea.

Al escuchar su apellido, se me paró el corazón, mi boca se secó y mi mente se puso en blanco. Rápidamente agarré el trago y pegué un sorbo sin importar si era fuerte o no.

-Ella, ¿sabe quién soy?.- Terminé de tragar y la miré.

Largó una pequeña risa mientras negaba con la cabeza.

-Obvio, eres como su fan número uno, y ella lo nota y sabe todo.- 

La conversación fué interrumpida por un fuerte bajo, retumbando todo alrededor. 

El show estaba a punto de empezar.

-Uno de sus mejores aplausos para recibir a nuestra bailarina estrella... Ariana Grande.- La voz del DJ se escuchó en todo el lugar.

Los aplausos no se hicieron esperar. Los gritos de hombres y mujeres inundaron el lugar.

"I want it, i got it"

Luces detrás del rojo telón iluminan su cuerpo, reflejado en el mismo. Poco a poco y al ritmo de la música, empezaba a aparecer la bailarina más deseada por todos, incluyéndome.

Le regalé una última mirada y sonrisa a Elizabeth, me paré de mi asiento con intenciones de acercarme más al escenario, logré tomar lugar justo en el medio y enfrente de este.

Una canción sumamente sensual con buenas notas de guitarra hacen que ella, de espaldas, empiece a mover sus caderas, volviendo locos a todos, y ¿yo? intentaba calmar mi temperatura corporal, ella podía hacerme sentir muchas cosas con simples movimientos o gestos.

La música continuó, al igual que sus caderas, balanceándose, la cortina ya no cubría absolutamente nada de su cuerpo. Se podría aprecias una máscara negra, como hecha de cuero, encaje del mismo color pero con detalles delicados y dorados, unas bucaneras seductoras y tacos aguja.

Dio media vuelta, quedando sus ojos para donde se encontraba el público.

Comenzó a caminar lento y tortuosamente hacia un palo, el cual agarró con fuerza y se pegó a este. Empezó haciendo ondas con su cuerpo en contra del objeto, mientras su cabeza dejaba caer hacia atrás y sacaba su lengua.

El lugar se tornó caliente, se sentía en el aire, ya había muchos que estaban delirando, esto recién iniciaba.

Ariana empezó a dar vueltas en el aire sujetada al caño. Los billetes caían sobre el escenario, ella agarraba los que podía y se los guardaba entre sus pechos, sonriendo al final.

Dejó el palo de lado, se abrió de piernas, las juntó para arrodillarse y arrastrarse en el piso, dejando ver su trasero.

Hizo un pequeño pero muy buen twerk, llevó uno de sus dedos a su boca, lamiendo y mordiendo este mismo al final. Se paró del suelo, volviendo a caminar, pero esta vez baja no de su comodidad.

Es raro, nunca lo ha hecho. Parecía estar buscando a alguien disimuladamente, curiosamente no paró hasta encontrarse con mi mirada, mostró levemente su lengua, movía sus caderas de una manera tan exagerada pero sensualmente igual.

Siguió caminando hasta quedar parada enfrente mío, se inclinó, dejando sus cara cerca de la mía, nunca he visto unos tan llenos de deseo/lujuria, como los que ella tenía ahora. Me regaló una de sus sonrisas que la caracterizaba, me dio la espalda, empezó a bajar moviendo su trasero mientras se sujetaba de mis piernas.

Volvió a darse vuelta, con su cuerpo prácticamente pegado al mío subió hasta quedar sus labios a centímetros de los míos, abrió sus piernas sentándose encima mío, con sus manos agarró las mías, pegándolas a su cuerpo y recorriéndose a si misma, mientras con su cadera se movía encima de mí.

Volvió a acercarse a mi cara peligrosamente y con una sonrisa, yo estaba en otra dimensión, con su dedo hizo que mi rostro mirara el suyo, pero mis ojos miraron sus labios, nuestras respiraciones se mezclaron, el resto dejó de existir, tanto ella como yo deseábamos otra cosa, pero se limitó a morderse el  labio inferior, pararse e irse para terminar el acto.

Subió al escenario, y como para confirmar que todos muriésemos allí en el instante, se sacó el encaje, quedando solo en ropa interior, y mucha piel en el aire.

Para nuestra desgracia, los reflectores se apagaron.

La temperatura de mi cuerpo se encontraba muy alta, me levanté de mi asiento caminando derecho hacia la salida. Elizabeth me esperaba con mi trago en mano, con gusto se lo acepté, asintiendo la cabeza como agradeciendole, devolviéndome una sonrisa.

Empujé la puerta como dice el cartel, me fuí a un costado y me apoyé en la pared. Nunca una mujer me ha producido tanto con un solo baile, nunca he estado tan cerca, y nunca me han bailado, técnicamente sobre mí. Maldita, Ariana Grande.

Le pegué un último trago a la bebida. Terminé de tranquilizarme, curiosamente, la calle estaba callada, aunque tiene sentido, es madrugada. Saqué mi paquete de cigarrillos, para consumir el último que me quedaba.

Pensaba seriamente si retirarme o no, mi objetivo era no perderme el show, y vaya que show, ya no tenía mucho que hacer acá. Cuando me dispuse a caminar, escucho a alguien llamarme, me dí media vuelta, encontrándome con Elizabeth.

-Ahí estás, te he estado buscando, acompañame.- Me hizo un gesto con su mano y cabeza.

-¿A dónde?.- Al acabar el cigarrillo, me guardé lo que queda. Puede que me mate a mí por dentro, pero no por eso voy a matar al mundo.

Volvimos a entrar al lugar, guiándome por unos pasillos con alfombra roja y paredes negras. Estaba tan distraída observando los pasillos, que no noté a qué habitación habíamos entrado.

-Espera aquí, ya vuelvo.- Beth se dió media vuelta y se fué, pero, al salir escuché como cerraba la puerta con seguro.

-Después de esta noche, creerás que Dios es una mujer.- Atónita por toda la situación, pude divisar a Grande en la oscura habitación.

No pude hacer más que tragar saliva, estaba inmóvil. Los tacones de Ariana resonaban en aquellas cuatro paredes, claramente estaba acercándose a mí.

-Something 'bout you, makes me feel like a dangerous woman.- Susurró sobre mis labios, dejándome al borde de la locura.

Giró sobre sus talones, dándome la espalda para retirarse, pero no podía irse así sin más, no podía hacerme eso, no a mí. La agarré de la cintura antes de que diera el primer paso y la pegué a mí.

Un pequeño gemido escapó de su boca, logró sacarme una sonrisa, pero también borró lo poco que me quedaba de persona decente. Sin poder evitarlo, corrí su pelo, comenzando a besar su cuello.

+18 •One shots• girlx_____ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora