Desde pequeña siempre he sufrido de bullying, todos en la escuela se burlan de mi y me golpean sin razón alguna haciéndome así llorar y ganarme mas insultos junto con burlas por parte de mis compañeros
Siempre corría hacia el otro lado del patio para ir acusarlos con algún maestro o con mis padres cuando iban por mi, pero nadie me creía, hasta el maestro que siempre me abrazaba y me daba dulces para que no le contara a nadie lo que siempre jugábamos nunca me creyó, todos pensaban que solo les estaba mintiendo para llamar así su atención, todos los días era lo mismo y mejor decidí rendirme.
Un día mis padres se olvidaron de ir por mi al jardín de niños y tuve que regresar a casa sola, con mi uniforme hecho un asco y mi cabello todo despeinado con algo de lodo ya seco
Cuando estaba cerca de mi casa comencé a correr para llegar mas rápido ya que estaba oscureciendo y lo único que quería lo mas pronto posible era un gran cálido abrazo de mi mama y por primera vez escuchar los gritos de mi papa
Poco a poco mientras mas cerca estaba de mi casa me pude dar cuenta de que la puerta estaba entre abierta con un vidrio roto colgando en ella y las luces estaban completamente apagadas, aquella era una oscuridad muy tenebrosa la que habitaba en mi hogar que di varios pasos hacia atrás y me aleje lo mas que pude
Tenía tanto miedo de entrar , siempre he sido muy miedosa, cada que me encontraba en una situación donde no hubiera luz mi mama me tomaba de las manos y me guiaba hacia una pequeña lamparita para que así ya no tuviera tanto miedo, pero ahora ella no se encuentra aquí a mi lado para ayudarme así que sin mas por fin después de unos minutos de estarlo pensando me arme de valor y me adentre en aquel lugar al que siempre he llamado hogar
Con los ojos entre cerrados corrí lo mas rápido que pude por todo el pasillo de la entrada hasta llegar a la sala, me subí en un sillón y sin pensarla dos veces encendí todas las luces de aquella habitación
Y poco a poco comencé a abrir mis ojos para cerciorarme de que ya no estaba a obscuras y así buscar mas fácil a mis papas
Pero después de a ver visto lo que se encontraba ahí tendido en el piso de mi casa, me arrepentí de haber encendido las luces y el a ver abierto los ojos.