La bestia ~YoonJin~

💀016💀

El simple acto de esperar se volvió una completa tortura para el castaño, YoonGi no salía por ninguna razón, sólo se ocultó en su casa y tampoco había vuelto a la escuela. Realmente Min se había reportado enfermo y así era, la tristeza le produjo una fuerte gripe, su madre insiste en que sólo es dramatismo de parte del rubio.

Esa mujer de ojos rasgados obviamente había notado esas noches que YoonGi se pasaba llorando, durmiendo pesadamente o durmiendo mientras lloraba. En fin, SeokJin trató de visitar al pálido durante varios días y este se negaba a verle, además, la madre de YoonGi no lo dejaría pasar por la posibilidad de contagio, el castaño comenzaba a rendirse.

En la escuela todo se había calmado un poco, sólo un poco. Los chismes ya habían disminuido pues JungKook aclaró que no eran pareja y para su pesar después de todo lo que sucedió probablemente nunca lo fueran, seamos serios, el sentimiento de rechazo aún ardía en su pecho.

Los únicos que parecían no calmarse eran ChanYeol y JB pues, en su interior TaeHyung sabía que no se quedarían de brazos cruzados, estaban esperando el momento preciso para hacer algo, no sabía qué precisamente pero algo.

SeokJin comenzaba a caer en desesperación y eso no era bueno para él, YoonGi se estaba llevando su salud física y mental como no imaginó, esa pequeña cosita peleonera se lo había ganado. Las uñas del pobre castaño casi habían desaparecido casi totalmente de sus nervios.

[...]

- ¡Min YoonGi, es la última vez que te lo advierto, vas a salir a pasear a Holly para que te de aire fresco en tu carita o vas a conocerme enojada!- Gritó ChaeRin desde el pasillo de las habitaciones lo suficientemente harta del comportamiento de su hijo como para cumplir su amenaza.

El pálido abrió la puerta lentamente y asomó su cabeza verificando que su cazador estaba ahí, de pie, esperándolo para atacar. Bajó la mirada pues si evitaba contacto visual tal vez no diera el primer golpe aquella pantera de ojos finos, él a su lado sólo era un pequeño gatito.

Salió con total resignación de su casa jalando con poca fuerza la cadena de su pequeño Holly, su perrito amado y compañero de desgracias. Realmente no analizaba hacia donde caminaba, sólo avanzaba y sin querer terminó en un pequeño parque acabado por los años.

Los juegos estaban oxidados y el pasto crecido de más, sin duda su Hollyholly estaba fascinado con el ambiente y el soltó la cadena para que corriera libremente, no temía que huyera pues él siempre volvía.

YoonGi avanzó por aquel lugar recordando como solía ser antes, sin duda el tempo se lo cargó horriblemente. Recordaba jugar en los columpios y llorar al caer mal por la resbaladilla. A veces soñaba con volver a esos tiempos maravillosos sin responsabilidades ni preocupaciones del mundo, sólo él, Holly, su madre y su padre. De un tiempo a la fecha todo se había ido a la mierda.

Y sin querer se encontró analizando el cómo empezaron sus problemas de ira, nuevamente sin intención notó que siempre hubo indicios en su niñez y nunca le prestaron la suficiente atención para notarlo y ayudarlo a tiempo, una pequeña risilla jugó en sus labios y salió cosquillándole el interior, ¿No había manera de volver y evitarlo todo?

No la había pero ahora estaba ahí, respirando, vivo, amando y eso, no tenía precio. ¿En qué momento comenzaron a rodar las lágrimas de sus ojos? nunca se dio cuenta, sólo sintió las gotas recorrer su dulce rostro con amargura sin paro alguno.

Se quedó de pie mirando el suelo en medio del pasto crecido y la maleza, unos cálidos brazos lo envolvieron lentamente, lo deseaba, quería que fuera él pero no. Al alzar su vista los ojos achocolatados de Jimin lo sorprendieron y este besó su frente en un silencioso ruego.

- Te ves gracioso llorando, detente, ser gracioso es ser primo de ser feo.- Por más que YoonGi quiso evitar sonreír lo hizo pues la intención de Jimin era buena a fin de cuentas.

- Eres un idiota.- La cara ofendida de Jimin no hizo falta. - Pero un idiota muy amable, gracias Jimin.

- Sabes mi nombre, eso es bueno.

Holly llegó a interrumpir el momento pidiendo la atención inmediata de su amo pero Jimin tomó la delantera jugando con la cara peluda de perro.

- A que eres una cosita hermosa, ¿Cuál es tu nombre?- Dijo con ese tono de idiota que solemos usar con perros y bebés.

- Es Holly, creo que le agradas, suele ser mus quisquilloso con las personas nuevas.- Soltó suavemente, casi en un susurro recordando cómo casi se come a HoSeok cuando los presentó.

- Como su dueño.

- Sí, creo que si.- Y Min sonrió porque era lo que necesitaba en ese momento, sonreír y olvidar su tristeza. Jimin se puso de pie y encaró al rubio.

- Realmente vine aquí por algo YoonGi.- El rubio arqueó una ceja.

- ¿Qué quieres? Si es sobre tu amigo espero entiendas que no quiero...

Y unos labios carnosos se posaron en los suyos moviéndose lentamente para despegarse casi al instante, el pálido no salía de su sorpresa.

- Dejemos de pensar en SeokJin por favor, me gustas YoonGi y quiero una oportunidad, no seré tu nana como cierta persona, seré tu amigo y si me lo permites tu confidente.

Esto estaba mal, jodidamente mal pero si SeokJin podía ¿Por qué el no? le daría una probadita de su propio jarabe porque nadie se mete con La Bestia.

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Sonará mamón que lo diga en un SuJin peeero...

Tengo una historia NamJin, realmente estoy poniendo mucho esfuerzo en ella, serían un amor si lo leen, se llama "Of guns and smoke"

Bye, bye bebés