El secreto de Feriha:Despues[COMPLETADA]

Capitulo 33

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Emir se sentía nuevamente agobiado, al contrario que Feriha, quien había tomado la situación con más calma, como algo de todos los días.
Luego de tranquilizarse, Emir fue por una cerveza para el, mientras Feriha lo esperaba en la sala.Habian pasado ya 4 horas desde el incidente, era tarde pero ninguno de los dos quiso irse a dormir.
De repente un silencio sepulcral inundó la casa, nadie hablaba y Emir tomaba su cerveza con una leve desesperación, mientras Feriha le contemplaba.
Emir se levantó por otra, y ocurrió lo mismo, el silencio de la noche y el sonido de Emir al tragar.
Así hizo unas dos veces, Feriha sabía que si seguía tomando, tarde o temprano algo ocurriría, algo que acabaría con lo que pasaron los últimos días.
A la tercera vez Feriha lo detuvo
-Cariño, no es bueno que sigas bebiendo, vamos a dormir-Feriha tomo el brazo de su esposo y lo dirigió a la habitación, en esa situación, y por sorprendente que pareciera, a Emir ya le costaba caminar y no pensaba con claridad.
Cuando llegaron a la habitación Emir se tiró en la cama, Feriha tardó en levantarlo para quitarle el saco que llevaba puesto y los zapatos, al igual que los pantalones.
Con mucha dificultad lo acomodo en la cama y el castaño cayó profundamente dormido, era increíble como el alcohol lo afectaba, Feriha suspiro cansada y se cambió, no había Sido una noche terrible, pero tampoco una muy buena.
Se acostó en la cama y cerro los ojos, era agotador tener que lidiar con Cansu y luego con Emir.
Sin darse cuenta también se quedó dormida, y no despertó hasta horas después, cuando escucho un grito.
Abrió sus ojos y se levantó casi en un segundo, Emir se encontraba sentado en la cama y respirando agitadamente, empapado y con terror en los ojos, volteó a ver a Feriha y al tenerla en frente la abrazo con mucha fuerza, mientras ella acariciaba su espalda
-Que sucedió?- Dijo con voz adormilada
-Un mal sueño-Emir mintió, había Sido la más horrible pesadilla, tener a Feriha bañada en sangre, con los ojos sin vida, y en sus brazos, fue como si un puñal hubiera atravesado su pecho.
Se separó de Feriha y se acostó de nuevo, la chica miro hacia la ventana y se dió cuenta de que ya estaba por amanecer, sin embargo volteó para acostarse al lado de Emir y abrazarlo.
Había Sido una noche larga.
El cansancio pudo con los dos en menos de lo que se esperaban.
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Levent despertó con Sirah en sus brazos, la noche anterior  había Sido increíble para el.
-Omar..-Susurro Sirah mientras despertaba, al ver a Levent, quien se había sorprendido por el nombre que había pronunciado.
Se levantó de golpe con una punzada que sintió en su pecho
-Levent, lo siento mucho-Dijo tapandose la boca, mientras que el, haciendo oídos sordos, se volvía a vestir.
Salió de la habitación y Sirah lo siguió con la sábana tapando su cuerpo.
-Lo siento, te juro que no se en que pensaba-Levent la miro incrédulo
-Yo te diré, pensabas en Omar-Pronuncio para después abrir la puerta y cerrarla de un golpe que sobresalto a Sirah.
Cuando salió del departamento, Levent no sentía ninguna emoción, como si su corazón se hubiera congelado.
El mismo reconocía que su rotunda respuesta a lo que había pasado hace tan pocos minutos, se debía solamente a una razón:su ego.
El sabía que tarde o temprano iba a ocurrir pero no sé espero que fuera tan rápido, eso le demostraba que el recuerdo de aquel hombre seguia en la cabeza de Sirah, y había que aceptarlo, el de Feriha también en su mente.
Por fin se sintió culpable por haberla dejado con las palabras en la boca, seguramente le había dolido.
Regreso a su apagado departamento, y se sentó en el mugriento sillón, pasó las manos por su cabello y pensó en que hacer, podía no volver a hablar con Sirah, o también pedirle perdón por lo grosero que había Sido, pero en ninguna de las dos la opciones se presentaba seguir con lo que había " empezado" con ella.
Era imposible, los dos tenían en la cabeza a otra persona.
Se levantó del sillón y salió de nuevo del departamento.
Toco tres veces la puerta del departamento de al lado, el de Sirah
Cuando abrió, se limpio con rabia las lágrimas que salían de sus ojos rojos, dejo la puerta abierta y volvió a acurrucarse en el sillón.
Levent se sentó a su lado y la hizo mirarlo
-Lo siento por lo de hace una hora-Dijo y Sirah río irónicamente-Pero sabes que lo nuestro, con eso que pasó, no puede ser-