6. Molestias

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N.

─Jefa, deje al encuencle estúpido.

El castaño cruzó el umbral de la puerta mientras veía a la señora gritar sin parar a un chico de nariz abundante. La misma se detuvo y una mirada repleta de llamas llegó a parar al hombre empapado de agua pero luego la mirada de la mujer se apagó al notar las marcas rojizas en el cuello de su sobrino.

─¿Otra vez Yoko y tú?...
John rió nervioso mientras Stuart chiflaba simulando no prestar atención a la conversación, Paul también escuchó las palabras de la mujer y no quiso formar sospechas así que actuó lo más normal posible.
Se sentó en una silla cercana y cruzó sus piernas aún mojado admirando como la pelea se iba encendiendo poco a poco. ─Fueron los mosquitos, además ya sabes tú que se enojó conmigo. No se haga la santa que no sabe nada

Dijo mientras una sonrisa extraña adornaba su rostro, como si la mujer fuese a golpearlo. ─¿Es alguien del campamento?, Lennon... ya habíamos charlado sobre eso. Son menores, las chicas son menores no puedes estar de "curioso" con las más jovenes.

El de avellanas claras pasó su mano por toda la cara, cada cosa que decía lo metía en problemas pero ¿por qué no más?. ─Tía, no. No es una chica no es nad...

─¿Ahora un chico?, qué curiosote me saliste.
El ojizarco con varias argollas en los dedos reconoció a su amigo después de un rato y sin el menor despiste corrió hacia él ignorando la pelea que se formó entre ambos conocidos

─Paul, la vieja esa está loca y creo que es su mamá
Susurró cerca de la oreja del azabache, el mismo se sobresaltó y al momento apareció una sonrisa en sus labios.─Pensé que había sido George el estúpido que había comido tierra.

El otro frunció su ceño y rió sarcástico
─¿Esta vez cómo te fue con tu novio John?
Ahora el que frunció su ceño fue el pelinegro que con una sonrisa forzada le dió un nada ligero golpe en el hombro a su amigo llamando la atención de la señora. La mujer con poco labial y perlas costosas dirigió su vista a ambos jovenes, veía con incomodidad como se trataban y pasó lo quizás inevitable, aquella vió las marcas que había en el cuello del chico pálido de ojos extraños.
De inmediato una imagen nada grata de su sobrino encima de ese cualquiera apareció por su cabeza sobresaltandola por completo, aunque pobre chico sabía que nada bueno saldría de esto.

(...)

P.

Golpeé al estúpido con todo lo que tenía de fuerza, supo muy bien mi situación y no hacía más que burlarse. ─¿Es cierto qué te embarazas con un beso?

Se carcajeó mientras yo continuaba dejando golpes en cada parte de su brazo. ─Ni idea, llegando a casa voy a ir a la de tu madre y le voy a dar un beso haber que pasa.
Respondí dejando mis pocos modales a un lado, él abrió su boca y aspiró aire. ─Hablando de madres... tu suegra está loca
La poca seriedad que había tomado al momento de hablar de su madre se esfumo cuando hizo ese comentario. Enfadado traté de mirar alguna otra cosa menos disgustante pero me arrepentí al momento de cruzar miradas con alguien que de ahora en adelante aparecerá en mis peores pesadillas.

─Hola, mucho gusto, soy Mary Smith perobla gente prefiere llamarme Mimi
Extendió su mano, Ringo estaba ahora oculto detrás de la silla mientras entre risas decía: "tú suegrita loquita linda"

─¿Es pariente de Will Smith?
Pregunté levantando mi rostro, de lejos noté como John recargaba su frente en la pared apretando sus labios y como Stuart había salido de la habitación sujetando su boca también Ringo había cesado su molestar, de la nada se había callado.

─No. Bueno, John me dijo que eres Paul. Y perdona ser tan grosera pero... ¿qué es eso que tienes en el cuello?

─Salpullido. Ya sabe, alergias
Mordisqueé un poco mis uñas mientras la señora me miraba sin cesar, buscando alguna otra cosa por la cual preguntarme. ─¿Que hacías con John y Stuart?

─Pues, ¿cómo decirlo?, ¿vió a los chicos que quedaron más inútiles de lo que estaban?. Fui yo, yo me los jodí y terminé siendo castigado por el idiota del señor sargento.
La mujer asintió con lentitud

─¿Por qué su camiseta está mal abotonada y está mojada?

Se cruzó de brazos, se veía como tenía ganas de gritarme pero era tan necesario para ella sacarme información que no creía que funcionarían los gritos. Reí en tan solo pensarlo.

─Pues, él me aventó al agua. Lo hice enojar, y lo de la camisa fue que... uhm.
Reí demasiado pronto, ahora no tenía ni idea que decir, tragué saliva mientras veía como John por detrás de "Mimi" jaloneaba su camiseta blanca del uniforme militar.

─Quería cambiarme de ¿uniforme?, ah sí, eso.
Dije, vi como suspiraba aliviado hasta que la anciana volvió a hablar. Ahora John sujetaba su cabello con fuerza

─¿Qué te detuvo?
─La flojera
Sonreí como un angelito y ella me sonrió igual, notaba cuantas ganas tenía de matarme. La mujer revolvió mi cabello y se marchó, John y Richard ahora eran los únicos en la habitación además de mí, me deshice en el asiento; nunca había tenido tanta adrenalina en mi vida como en este día.

(...)

Ya era de noche, totalmente perfecta para historias estúpidas de terror.

─Sí chicos, de sus ojos salía fuego y de su boca salía humo. Es el maldito demonio en persona, aquellas palabras aún resuenan en mi cabeza como si en este momento las estuviese diciendo una y otra vez, pero ahí mismo yo la callé y le dije; todos somos libres de hacer lo que queramos y me golpeó con tanta fuerza que casi me mata. Dicen por ahí que si haces una estupidez ella aparece y te jala las patas para regañarte por siempre.

Ringo sostenía entre sus manos una linterna que apuntaba su rostro iluminandolo, los chicos del campamento lo escuchaban asombrados de tanta valentía que tenía al enfrentarse al diablo hecho mujer, simplemente rodé los ojos, que idiotez.
Con una mano recargada en la tierra llena de piedras al mirar a un lado pude ver a John de perfil siendo brevemente iluminado con la poca luz que brindaba la fogata, sin querer sonreí bobamente.

─¿Qué hace viendo a mi hijo?
Escuché esa voz y de inmediato giré mi rostro para gritar; ─¡No me jale las patas!
Los demás rieron y mucho más la persona que me había dado el susto de mi vida (por milésima vez), Brian.

─Perdón, sabes que nos encanta molestarte. ¿Tan buen imitador soy?
Brian levantó sus hombros.

─¿Ustedes están al pendiente de mi vida o qué mierda?, ¿tanto les gusto?

─Si no nos dices tú nos dice Rings, ya sabes. Y no, eres lo peor que mis ojos han visto en este mundo
Habló esta vez George mientras me sacaba la lengua. ─Ajá, tú muy galán Harrison.

¿Podremos? (McLennon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora