Alma mía

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Oh! Las hermosas calles de Bahía siempre iluminadas, siempre llenas de calor, música y alegría. Llenas de vida, de un ritmo que te entra por todo el cuerpo y hace que el más frío corazón baile al compás de su canción. ¿Quien podría estar triste en aquel lugar?

Lo había, un desdichado periquito verde que camina con desgane por aquellas calles que algunas vez significaron alegría y ahora solo eran pesar.
Suspiró tras suspiro triste, ojos caídos y un aura de desdicha se logranban ver en aquel periquito que fue música y ahora silencio.

¿Que atormentaba a José Carioca?

Toda Bahía lo reconocía por su alegría y siempre ganas de bailar ¿Donde estaba aquel ave carismática que cantaba y bailaba por las calles transmitiendo felicidad? ¿Donde estaba ese hábil seductor que hacía caer a las señoritas con tan solo besar su mano?
Desapareció, ya no estaba ahí ahora solo era un ave que vagaba por las calles de Bahía, que ahora su compañera de baile era su soledad...

El Perico entró a uno de esos exclusivos y grandes bares/discotecas de Bahía que albergaban a los turistas alegres y a los propios pobladores que probaban suerte.
Se sentó en la barra mientras veía con desgane a las personas felices que bailaban y reían ¿Porque les tenía tanta envidia si antes él era aún más feliz que todos ellos? Tal vez porque esa felicidad que él creía tener solo era una débil máscara que ocultaba su dolor.

El cantinero se acercó a él preguntando qué se le ofrecía
-Uma Caipiroska por favor- dijo el ave con la mirada baja.
Después de que le fue servida miró el show de una palomita que tocaba la guitarra mientras él bebía.

La canción la sabía a la perfección y peor aún, lo describía...

"Alma mía sola, siempre sola
Sin que nadie comprenda tu sufrimiento
Tu horrible padecer"

Dolía, calaba hasta los huesos aquel sufrimiento que si no lo hacía llorar era porque el trago ahogaba el nudo en su garganta.
Las cosas con Rosinha había terminado de la peor manera, pensó que ella comprendería pero fue todo lo contrario. Después de lo ocurrido sabía que jamás lo perdonaría y eso dolía. La quería tanto pero no podía seguir mintiendo.
Ahora solo era la burlan de los demás, de su ex pareja y de los que considero sus amigos. No podía ni siquiera verlos al rostro y tratar de remediar lo ocurrido, pero si no estaba haciendo mal ¿Porque ahora era odiado?
Se sentía tan solo, esa soledad que jamás pensó tener ahora estaba más que presente y dolía, dolía tanto.

"Fingiendo una existencia siempre llena
De dicha y de placer
De dicha y de placer"

Termino su trago y pidió otro. Las personas se levantaban a bailar y mientras los miraba recordaba aquellas noches de alegría donde pareja de baile no faltaba pero ahora no había nadie a su lado, suspiró, en sus recuerdos vagaban aquellos días de alegría donde parecía que nada faltaba, donde él era el alma de la fiesta.
-...¿Donde está José? No podemos comenzar el carnaval sin el......José que bien bailas mi amigo! ...... Que bonita risa tienes! ....... eu te amo José....-
Ahora ya no había nada de eso solo soledad, una soledad que cortaba como miles de cuchillos en su débil corazón.

"Si yo encontrara un alma como la mía
Cuantas cosas secretas le contaría
Un alma que al mirarme, sin decir nada
Me lo dijese todo con la mirada"

La canción resonaba por todo el lugar, la gente bailaba abrazada a su pareja al compás de la canción, se respiraba el amor y la melancolía en aquel sitio.
José terminó su segundo trago, ya era momento de regresar a casa, a su fría y triste casa que ahora solo recuerdos de tristeza le traían.
La letra resonó en su cabeza ¿Habría alguien en este mundo que se sintiera igual de desdichado que el? Probablemente no, las personas que conocía estaban rodeadas de amor y de suerte en todos los sentido.
Pero si la hubiese ¿Acaso ambos comprenderían su dolor y se completarían? Era algo que jamás sabría o al menos eso creía.

Pago sus tragos y salió del lugar rumbo a su casa, odiaba estar así. Estar deprimido y triste no era su forma favorita de vivir la vida pero por ahora resultaba ser la mejor opción pues no había nada que lo levantara o lo hiciera sentir mejor, lo había perdido todo...

Llego a su casa y lo primero que hizo fue dejarse caer en la cama mirando hacia la ventana que dejaba ver el hermoso cielo estrellado de Bahía, su amada Bahía donde antes era feliz y ahora cada parte de ella lo deprimía.
Cerró sus ojos tratando de dormir pero la canción volvía a su mente, la letra penetraba su alma.

"Un alma que embriagase con suave aliento
Que al besarme sintiera lo que yo siento
Y a veces me pregunto qué pasaría
Si yo encontrara un alma como la mía"

Todo lo que amaba lo había perdido en un abrir y cerrar de ojos. La que pensó que sería el amor de su vida y con quien llegó a creer que se casaría ahora lo odiaba a muerte. ¿Tenía razones para hacerlos? Claro que si José, la habías deshonrado de la peor manera.

Ya no tenía novia, ni amigos, pronto no tendría casa y ahora ya no tenía esa felicidad que tanto lo caracterizaba, ya no tenía a Bahia en su corazón ahora solo quería escapar de aquel lugar...

¿Y si terminamos con esto?

La pregunta corría por su cabeza atormentandolo cada que respiraba, si ya no había razones para ser feliz y vivir ¿Que le impedía terminar con su vida?.....

Estaba por levantarse de su cama para buscar fin de si mismo cuando su teléfono sonó...¿Número desconocido?

-¿Olá, quem é?...- contestó inseguro pero al escuchar esa voz algo, un calor regreso a él.

-¿Hola? José compadre que gusto me da escucharte!- era Panchito hace tanto que no sabia de él.

-Oh! meu amigo ¿Como estás?-

-Bien Zé gracias, ¿tú qué tal?-

-Muito bem! -mintió, claro que mintió ¿Como le diría a su amigo que hace tanto no veía que estaba muriendo de dolor?

-Me da gusto escuchar eso compadre, te llamaba para pedirte algo - suspiró -Se que debes estar muy ocupado con tus fiestas y los shows pero ¿Podrías venir a México a verme? Estar conmigo un rato.-

-Bem, Panchito eu...-

-José por favor, ven.- fue interrumpido por el gallo- Justo ahora necesito un amigos y tú eres mi amigo al que más aprecio. -se escuchaba como si el mexicano imploraba por algo de cariño.

-Pero ¿Que hay de Donald- cuestionó el loro no están seguro de si podría ir con su amigo, no estaba en las condiciones para hacerlo.

-El está muy ocupado y ya e hablado con el, no tiene tiempo por ahora...-contesto Panchito triste-¿Al menos pensarás la posibilidad de venir?...

-Está bem, vou.- dijo el loro mirando el cielo estrellado y perdiendo un puro que comenzó a fumar...
Tal vez esta era una segunda oportunidad.

"Si yo encontrara un alma...
Si yo encontrara un alma como la mía, oh oh~"

Alma Mía   •[[PanJose]]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora