Jungkook es un marinero que acaba de desembarcar en Londres después de cinco años viajando por todo el mundo.
Tras llegar a tierra y recorrer las calles de Londres encuentra la mas grande maravilla del mundo a su pensar.
Un hermoso chico tras la ve...
Regrese a Londres, ese sitio frío, lúgubre y gris que solo trasmitía dolor y sufrimiento. Gracias a el oro obsequiado por Namjoon, pude comprar un barco, uno donde mi ángel y yo navegaríamos por todo el mundo antes de volver a visitar Inglaterra, y quizás, establecernos allí.
- señor, el pronto arribaremos en Londres- me informo uno de los tripulantes de la embarcación.
Jungkook: muchas gracias Antony, cuando arribemos a puerto quiero que informes a los tripulantes que pasaremos solo un día en este lugar- comente- el día de mañana a la media noche, quiero que todo este preparado para zarpar... Y espero que lo que te pedí este listo en ese momento- Sonreí
Antony: como usted pida lord Jungkook- asintió el joven antes de regresar a su puesto.
Camine por la cubierta del barca hasta llegar a las barandas, mire el enfermo río que nos llevaba hacia la ciudad, recordando al hermoso chico que una vez me fue arrebatado de mis brazos y que estaba próximo a ver.
Solo esperaba que no me haya olvidado
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Caminaba por las calles de Londres, algunas cosas habían cambiado, otras simplemente seguían igual. Lo único distinto que podría recalcarse es que las miradas no se apartaban de mi persona.
Hace dos años, nadie me determinaba por mis ropas desgastadas, apariencia sucia y aspecto que normalmente se confundía con algún ladrón. Dos años después, gracias a las ropas que me fueron obsequiadas por Namjoon, Jin y los aldeanos del pueblo, fácilmente podría ser confundido con alguien de estirpe real, además, ahora de que ahora portaba el renombre de un Lord, y eso no paso desapercibido por este lugar. Y aunque el puesto no me importaba en lo mas mínimo, para ellos era algo de suma importancia.
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Llegue a un sitio donde vendían joyas, esta vez le compraría a mi ángel algo mas costoso y hermoso a mi ángel, pues el lo valía.
Entre en el local y todas las miradas valieron en mi, tanto mujeres como hombres, pero mi atención se fue principalmente a una hermosa joya que encontré en una de las vitrinas. Era un hermoso collar de plata, con un camafeo colgando. Mi imaginación voló cuando vi a mi ángel llevando ese objeto en su fino y blanquecino cuello con la fotografía de ambos allí.
- señor, se le ofrece comprar alguna de estas hermosas joyas?- preguntó un hombre calvo que sin duda alguna, babeaba al pensar cuanto pagaría por la joya.
Jungkook: así es señor. Deseo comprar este camafeo que se expone en la vitrina- pedí amablemente mientras enseñaba el objeto que quería adquirir.
Cuando el hombre estuvo a punto de sacar el objeto, un pequeño niño de no mas de cuatro años, con ropas desgastadas y sucias, con la cara embarrada y aspecto indigente entro en el local.
- me podría regalar algo señor? Por favor- pedía a los que allí se encontraban, esas personas solo mostraron expresiones saqueadas, rostros amargados y troveros al pequeño niño.
- fuera de aquí mocoso! Espantas a mi clientela!- grito el hombre mientras tomaba fuertemente el pequeño brazo del niño, dispuesto a echarlo a patadas, pero yo se lo impedí. El hombre volteo sorprendido al ver mi mano tomando fuertemente su brazo como el lo hacia con el niño- señor?
Jungkook: suelte al niño y entregeme lo que pedí- ordene mientras le daba unas cuantas monedas mas de lo que el pedía por el objeto
- claro señor- dijo el hombre mientras regresaba a su puesto y guardaba el objeto en una pequeña cajita.
Yo regrese mi vista al niño que allí se encontraba, era pequeño, de piel mas o menos blanca, con ojos color gris y cabello castaño. Ver al niño de ese modo me recordó a mi antes de ser un marinero, yo había sido abandonado y tuve que mendigar en las calles hasta que encontré un trabajo.
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Jungkook: pequeño, como te llamas?- pregunte mientras me arrodillaba para quedar a su altura
- Erick, señor. Tengo 4 años- dijo el niño cabizbajo
Jungkook: y tus padres? Erick- pregunte, el niño solo negó con la cabeza- quisieras tener una familia y no volver a mendigar jamas?- pregunte con una sonrisa. Al niño se le iluminaron los ojos.
Erick: claro que si, señor!- dijo con entusiasmo
Jungkook: muy bien- sonrei- espera un momento- pedí mientras regresaba a buscar el collar de plata. Cuando ya lo tuve en mis manos regrese con Erick- vamos, pequeño. Tu ahora vivirás con mi pareja y conmigo- Sonreí mientras tomaba la mano del niño y salíamos de esa tienda.
Pasamos por otras tiendas comprando algunas cosas para Erick y unas rosas para mi ángel. Al regresar al barco, le pedí a Antony que arreglara al niño y lo cuidara mientras yo hacia unas cosas esa noche.
Al llegar las 11 pm, estaba listo para ver a mi amado ángel.
