Cómo dos Hermanas. (Subida de capitulos irregular)

*Prólogo*

                                                                            ~PRÓLOGO~

Esa mañana, Ángela se levantó perezosa, se vistió y se peinó con sueño, Sienna dormía plácidamente en la cama de al lado, la contempló por unos minutos, adoraba a su hermana, eran cómo dos gotas de agua. Con la única diferencia que Sienna era rubia y Ángela morena, pero sus ojos eran iguales, los de su padre. Sienna era la luz de los ojos de su madre y Ángela la de su padre ¿El por qué? Pues porque Sienna no sabía corresponder lo que su padre quería para ella. Sienna era altiva, orgullosa, rebelde no le importaban demasiado los estudios y cada vez que su padre le prohibía algo, lo hacía sin pensarlos dos veces y cuando la regañaba, siempre se refugiaba en su madre que la mimaba y siempre le permitía todo. En cambio, Ángela era dulce y tímida, estudiaba costosamente para llegar a ser algo en la vida. Aunque no le hiciese falta realmente, su padre llevaba varias empresas y el dinero no era lo que les hacía falta verdaderamente. Aunque no, no iban a una de las escuelas más caras y prestigiosas de Londres, las chicas querían estar con gente humilde, con gente humilde y verdadera, nada de hipocresía ni amistades por conveniencia… por eso mismo, nadie en su instituto sabía la innumerable cantidad de dinero que tenían.  A no ser por Ivonne y Carolina, sus mejores amigas.

 -Ángela, hija-dijo su madre entrando en la habitación- Carol y Ivonne están abajo. Ve bajando, yo despierto a tu hermana-Ángela, abrazó y le dio un beso en la frente a su madre y bajó corriendo.

-¡Pikki!-gritó Ángela  y se abalanzó sobre su mejor amiga, Carol la abrazó y le sonrió ampliamente, fue hacia Ivonne y le dio otro abrazo-¡Ivo!

-¡Pukki! ¡La hora de las compras ha llegado!-dijo Carolina emocionada. Ángela alzó una ceja.

-Vosotras sí que sois de ideas fijas…-dijo Ángela temerosa-¿En serio tenemos que ir? No sé si…

-¡Tranquila, pequeñaja!-dijo Sienna bajando las escaleras, abrazó a su hermana por los hombros-no pasará nada ¡Vamos!

Ángela no quería irse, tan sólo la idea de salir hoy, le daba una extraña punzada en el pecho, haciéndola temblar y haciendo que sintiese un ligero mareo.

-Por favor Sienna…-dijo perdiendo la paciencia- Vamos mañana ¿sí? Hoy es festivo… ¿no crees que es mejor ir mañana que es sábado?-dijo intentando sonar convincente.

-Ángela Lizardi More-dijo seriamente, ¡uy, uy! Cuándo decía su nombre completo es que estaba seria, muy seria, demasiado seria-¡Vamos a ir de compras hoy y no se hable más!

Una nueva punzada de miedo recorrió su cuerpo dejándola paralizada, se puso muy pálida ¿Qué diantres estaba pasando? ¿Por qué no quería salir hoy? ¿Por qué se sentía tan mal de sólo pensarlo?

-Enana-dijo Sienna preocupada-¿Estás bien? Estás muy pálida…

-Y-yo…-dijo Ángela sin saber qué decir.

-Pukki, voy a llamar a tu madre esperadme aquí-dijo dándose media vuelta asustada. Gabriela (la madre de las chicas) llegó al poco tiempo, también estaba algo pálida ¿Por qué sería?

-Cariño, ¿estás bien?- le preguntó Gabriela a Ángela con voz débil.

-¿Mamá?-dijo Sienna tocando la frente de su madre-¿Tú también estás así? Mejor llamó a papá y…

-No, tranquila, se me pasará-la cortó Gabriela acariciando la mejilla de Ángela.

-Está bien...-dijo resignada-pero nadie me va a impedir que lleve a la enana al médico ¡Venga vamos!-dijo Sienna tirando de su hermana hasta la entrada, entró a su Porche rojo y la ayudó a  sentarse en la parte trasera de su coche. Sienna estaba cada vez más preocupada por su hermana. Carol e Ivonne fueron detrás de ellas en el coche de Carol. Pararon en una cuesta arriba, en un semáforo. Sienna se volteó a ver  a su hermana que estaba más pálida que nunca.

-¡Vámonos!-gritó Ángela muy angustiada-¡Salgamos de aquí! Aquí no Sienna-Su hermana la miró muy preocupada y asustada, Ángela estaba encogida, con los ojos cerrados fuertemente, muy pálida y temblaba notablemente.

-Espera que salgamos del semáforo y nos vamos ¿sí?-respondió Sienna muy nerviosa. Ángela dio un chillido ensordecedor y Sienna se giró hacia delante. Todo pasó muy deprisa, tal cual se giró, vio como la gabarra de un camión se aproximaba hacia el coche. Intentó arrancar y justo cuando el coche estaba en horizontal para salir de la carretera, la gabarra colisionó con la parte delantera del coche. Ángela abrió los ojos lentamente, sintió cómo si le faltase algo, una parte de ella…

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Espero que le guste!!!! La foto de al lado es de Sienna y Ángela ^^