Pov. Akise
Desde pequeño crecí sin el amor de un padre y una madre, fui alguien solitario y me deprimía con facilidad, lo había perdido casi todo pero trataba de verme alegre, al menos en mi niñez ya que en la adolescencia tome un camino con muchas espinas, uno donde no tenía un rumbo preciso y terminaba cometiendo errores que en la actualidad me sigo arrepintiendo.
Tuve un poco de cariño familiar gracias a mi abuela y abuelo, los tres éramos felices en una pequeña granja lejos de la ciudad. Esto fue después de que mis abuelos me encontraran en el orfanato. Cuando supe que tenía una familia, que era de mi sangre y que ya no estaría solo, aquella mascara falsa que tapaba mi tristeza se desvaneció para mostrar la verdadera. Fueron tiempos que tanto mi abuelo como yo extrañaremos. Todo iba bien hasta que la mujer que tanto amamos con nuestra alma se fue, nos dejó para ser nuestro ángel guardián (palabras de mi propio abuelo y del padre de la iglesia que nos acompañó en el pequeño velorio), desde ese día todo cambio, mi abuelo y yo terminamos cometiendo más de un error, él se volvió alguien impulsivo, cascarrabias, por un tiempo fue mujeriego y alcohólico, solo para poder llenar el vacío que su esposa había dejado en su corazón, tratando de olvidar y dándose cuenta que no podía y le hacía mal a la memoria de ella. Pudo recuperarse en cierta forma, dejando el vicio de las mujeres y el alcohol pero aun no puede manejar su mal genio a estas alturas.Por mi parte, fui el más terco, testarudo y tonto adolescente que no aprendía de los errores que cometía ni sabía que era lo malo y lo bueno. Por un tiempo, después de que mi abuelo y yo nos mudáramos a la cuidad después de vender la granja, me metí en muchos problemas, fui el que más tiempo duro siendo un tonto al hacer cosas que obviamente mi abuela no estaría orgullosa.
Entre a una banda de delincuentes luego de conocer a la persona que creí mi primer y único amigo, ayudándolo a él y a su grupo a robar y adentrarme a peleas callejeras. No llegue a hacer lo mismo que los otros, que se enfrentaban en peleas a muerte, se drogaban o mataban pero debía presenciar como asesinaban a alguien, en muchas ocasiones y eso hacía que mi cuerpo se debilitara y hasta me dieran ganas de vomitar por el vértigo, los nervios, la ira por poco a poco darme cuenta de lo malo que era estar en ese lugar y debía alejarme. Por las malas decisiones que tome, nuevamente quede solo aunque me rodearan varias personas, todos eran unos desconocidos para mí, incluso mi ''mejor amigo'', el cual solo pensaba en las mujeres y el sexo. Cada vez tenía mi mente con problemas, mis ojos mostraban furia y desesperación ocultos por cada cosa que me pasaba, a tal punto que llegue a acostumbrarme, a saber que no debía sorprenderme, tanto fue eso que no me dolió el cómo mi propio amigo y colega se revolcaba con la chica que llego a pasar aquella barrera que yo mismo había puesto ante mis sentimientos, que la considere la primera persona en gustarme en la forma romántica pero no había tocado esa parte de mi ser que solo le pertenecía a mi abuela y a mis padres aunque a estos no los llegue a conocer. Fue algo que no me dolió al instante ni fue la causante de sentirme miserable, comencé a sentirme así al no verle luz a aquella nube gris que me cubría.
Había caído en el alcoholismo a los 17 años, no me reconocía ni recordaba cómo había sido antes, ni mucho menos el cómo esconder mi sonrisa en una máscara como en la infancia. Volví a sonreír cuando lo vi a él.
De cabello blanquecino como la más fría y suave nieve, largo que parecía un rio blanco cayendo por sus hombro y espalda hasta llegas a sus rodillas, de piel tersa y delicada, siendo confundido por porcelana de la más cuidada, hermosa y frágil, de ojos esmeraldas como los diamantes más hermosos y más caros en el mundo, reflejando un precioso bosque que muestra total relajación y unos labios rosa rebajados, como si fueran pintados cuidadosamente en acuarela, trazando suavemente el color en la fina porcelana. Aquella persona parecía ser una obra de arte hecha por el mejor pintor y escultor del mundo. Él fue quien me encontró en aquel estado de muerto en vida luego de mi enfrentamiento con la persona que pensé y era mi amigo. Allí me encontraba herido a causa de una navaja suiza que fue enterrada en mi abdomen, casi estuve a punto de morir desangrado hasta que lo vi acercarse a mí para ayudarme.
Desde ese entonces jure hacerlo feliz, ya que fue quien me salvo y me hace sentir amado, a quien aseguro proteger de todo lo que quiera dañarlo.
Aunque sea un simple humano y muera algún día, mi alma lo buscara para estar con él. Yo seré su guardián aunque eso implique morir por él.
Haré todo por mi ángel y amado. La razón por la cual hoy me siento con vida y no he cometido la estupidez de morir y dejar solo a mi abuelo el cual acepta nuestra relación al ver que volví a ser el niño alegre de antes, siendo todo un adulto que aprendió de todo y cada uno de sus errores.
Gracias a él, le vi un sentido a mi vacía vida como humano.
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Bueno, es corto y medio (completo) melda poes, quería hacer algo mas bonito y mejor pero la internet y la computadora se pusieron de acuerdo para jugarme una mala. (?)
Quería hacer esto por el hecho de que nunca hice la historia como tal de Akise, ni el como conoció a Colton y tuviste que hacer la trama del fanfic desde el tiempo en que que estaban juntos. Es una de mis parejas favoritas entre nuestros personajes pero no pude hacer algo más bonito al tratarse de la pareja más cute pero al menos ya sabes como fue la historia del niño japones. (?)
Feliz cumple Pao.~ Sorry por lo kk que salio. ;-;
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Antes de conocerte - Akise Ryunosuke
RomanceUn pequeño relato contado por Akise, sobre como fue su vida antes de conocer a Colton Cameron. - Personajes pertenecientes del fanfic ''Agua en el desierto'' de la autora Cinna Trinket (@paobigbang) Regalo por su cumpleaños.~ <3