Pero ¿Qué?
Por como me ha llamado estoy más que segura de que este mensaje me lo ha enviado el chico idiota, ya saben, Nathan.
¿Pero cómo diablos ha conseguido mi número? A ver, le contestaré como sino supiera quien es, así no piensa que recuerdo su estúpido apodo, (súper maduro Daphne) pero es obvio que realmente sí lo recuerdo. Niña dulce...El recuerdo de nuestros rostros tan cerca, sintiendo sus manos en mi cintura... Sacudo mi cabeza ante este pensamiento. Me percaté de que habían pasado unos minutos así que me digne a contestar.
-¿Quién eres?
-Sabes bien quien soy, pequeña rebelde ;)
-Ah... eres tú .-. ¿Cómo conseguiste mi número?
-Tengo contactos ;)
-¿Okay? entonces, ¿Se te ofrece algo?
-Solo quería darte las buenas noches, dulce niña
-¿Cuándo vas a entender que no soy una niña?
-Nunca :)
-Idiota .-.
-Bueno, lamentablemente me tengo que ir, sueña conmigo nena.
-Ya quisieras, y no me digas nena, es peor que "dulce niña".
-Está bien nena.
-Ash, cuando me vuelvas a escribir que sea para algo importante y así no pierdo el tiempo contigo :)
-Duerme bien [:
Rodé mis ojos y apague mi teléfono sin siquiera abrir el mensaje. Lo coloque sobre la mesita de noche a mi izquierda y lo conecté a un cargador que se encontraba allí, di vuelta hacia Layla quien estaba en mi derecha y fue entonces cuando cerré mis ojos, en minutos ya me encontraba dormida.
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Estaba dormida sobre mi espalda, una suave cobija cubriendo mi muy agotado cuerpo, la noche anterior fue algo agotadora. A pesar de que dormí unas ocho horas sentía que habían sido ocho minutos.
-¡Daph! -Sentí como alguien saltaba sobre mí, reconocí la voz en segundos y arrugue mi nariz para luego intentar arrojar a Layla de la cama-.
-Déjame dormir, ¡Es sábado! -Exclame por frustración-.
-Son las once de la mañana, ya levántate, floja -Dijo antes de tomar de mi brazo y sacarme de la cama-.
-Esta bien, pero ya quita tus manos de mi brazo, idiota -A Layla solía decirle de esta manera, pero solo por molestar-.
-Okay, te he dejado un cepillo de dientes en el baño, esta sin usar por si te preguntas -Dijo para luego guiñarme un ojo y darse vuelta sobre sus pies- te espero en la cocina.
Le di una sonrisa de boca cerrada para luego ver cómo atravesaba la puerta y se iba. Estruje mi cara para luego dar un pequeño bostezo, camine un poco para dirigirme al baño, al entrar noté el pequeño cepillo de dientes aún en su paquete; dormía muy seguido acá y la mayor parte del tiempo era de improvisto por lo cual Layla ya estaba preparada.
Cepille mis dientes, lave mi rostro y me coloque la ropa que traía la noche anterior, peine mi cabello en una cola de caballo ya que, como siempre, no quería colaborar. Busqué mi teléfono el cual estaba aún cargando, noté que tenía algunos mensajes sin leer pero lo guarde en mi bolsillo trasero ya que Layla me estaba esperando abajo.
Salí de la habitación rápidamente, la hermana de Layla, Beatrice, es una linda chica de unos 14 años, misma edad que mi hermana. Ellas han sido amigas de toda la vida al igual que Layla y yo, ambas estaban en clase de danza todos los sábados debido a esto Beatrice no se encontraba en la casa, supuse que aún estaban en clase.