Capítulo 19- Segunda Parte

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No podía creer lo que estaba presenciando, tuve que parpadear varias veces para asegurarme que no estaba soñando

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No podía creer lo que estaba presenciando, tuve que parpadear varias veces para asegurarme que no estaba soñando.

Era Cupido.
Y era hermoso, nunca había visto a una persona así, tan finamente detallada.

Se paso una manos por su cabellera que era de un color llamativo en una fusión entre rubio y rojo. Nunca había visto semejantes colores juntos de esa forma, hizo un chasquido con la lengua llamando mi atención.

Me di cuenta que sus ojos rojos me miraban de una manera cautelosa como si tuviera miedo de ahuyentarme con tan solo su peculiar mirada.

—¿Qué? ¿Viste a un fantasma, niño? —su voz era grave y profunda.

Observe como él analizaba todo el lugar, hizo una "o" con la boca y habló:

—Me sorprende que llegarás hasta aquí solo... ¿Cómo te llamabas? ¿Tepe?.

—Pete. —Le corregí.

—Mis disculpas, es que tenia 100 años que no tomaba mi forma humaaaaaa... —y se fue de espaldas cayendo de culo al suelo, —ash, como decía; tengo que adaptarme otra vez, hace un siglo que no tomaba esta forma... Si, se que soy perfecto y hermoso no me lo tienes que decir.

Me quedé callado.

No tenía ganas de hablar, si, era un chico y yo no era gay pero algo de él me llamaba tanto la atención que no podía quitarles los ojos de encima. ERA HERMOSO JODER, y sus ojos era lo que más llamaba la atención de todo, parecía un dios griego, fácilmente podría ser la novena maravilla del mundo.

Se rascó la cabeza después que se puso de pie y habló:

—Si... No sabía que eras tan raro, y este es el momento que el que contesto todas tus preguntas antes de que aparezca la villana de la historia.

Iba a preguntarle que por qué me había tocado a mi ser Cupido —o bueno, por qué Cupido estaba en mi— pero una maldición por parte de él me detuvo. Estaba en el suelo esa vez, al igual que yo porque sentí que el suelo bajo mis pies se habían movido como un terremoto de magnitud 7,5.

—¡Se acabó! —gritó levantando las manos, todo a nuestro al rededor desapareció lentamente como la brisa llevándose el polvo de la tierra, en cortos segundos quedamos un sitio totalmente en negro, —Ay, que color más feo. —Aplaudió como si fuese un niño pequeño y luego colocó su dedo índice de la mano derecha en el suelo, —¿Quieres hacer los honores? ¿No? ¿Qué te pasa? ¿El gato te comió la lengua? Ay, que raro eres. Pensé que eras más agradable, me equivoqué. —Después de abarrotarme y confundirme con tantas preguntas hizo el mismo chasquido con su lengua de antes, y todo el color negro desapareció sustituyéndolo un brillante color rojo. —Así esta mejor, ¿tú que piensas Tepe?.

—Pete... Mi nombre es Pete. —Le corregí sin quitarle los ojos de encima, —¿cómo hiciste todo eso?

—Soy Cupido, pensé que eso te había quedado claro... —Puso los ojos en blanco, —y quisiera salir volando de aquí, salgo para contestar tus preguntas y te quedas callado violandome con la mirada.

Cuando Cupido Se Enamore [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora