"No me desvelo" te dije. Algo tenías dentro tuyo. Quizá magia. Tres veces me desvelé hablando contigo. Sabía que no debía, pero de verdad quería hablar contigo, y dije, sólo un rato, y cuando miraba el reloj ya eran las tres de la mañana. Recuerdo haber hablado por distintos medios. Aún recuerdo tu voz soñolienta en los clips de voz, contándome cuentos, chistes, diciendo "corazón" al final de alguna frase. Recuerdo que cuando escuchaba esa palabra, mi corazón latía con más fuerza y una sonrisa involuntaria surgía en mi rostro. Escuchaba tus audios con el volumen bajo, bajo las cobijas, con el celular pegado a mi oreja intentando hacer el menor ruido posible. Ah, yo sabía que estaba mal, y aún así me sentía bien al hacerlo. No sentía lo mismo al hablar con nadie, ni siquiera con... Sabía que estaba mal y aún así, sentía cosas por ti.

¿Debí decírtelo? Seguramente.

¿Habría cambiado las cosas? No lo sé

Invisible, intangible y amarillo #PGP2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora