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JungKook no era muy fan de las instalaciones del recinto. El que sea que haya diseñado los planos del lugar, tenía en su mente una imagen muy cercana a una prisión, seguramente algo no estuvo bien en su niñez y fue capaz de proyectarlo allí de una manera más aterradora y poco práctica. Pero no se quejaba demasiado, estaba cómodo en su lugar y no estaba tan mal después de unos meses. Aunque las rejas en las ventanas le siguen molestado, sobre todo cuando todo está dispuesto en una sola planta. Estaba completamente seguro que ningún alumno se tiraría de allí, a menos que quisiera demostrar, básicamente, nada.

El escritorio era de metal, de manera que cuando dejaba sus cosas encima de este, una parte se hundía de una manera extraña, cuando quitaba el peso, el metal se devolvía con un sonido tan fuerte que sus alumnos saltaban en sus asientos de la impresión. Aunque deberían estar aclimatados, siempre ve sus caras de susto y sus manos a la altura de sus corazones. En fin. La silla rechinaba y los pupitres estaban rayados con la punta de unas tijeras; confesiones de amor, garabatos, mensajes indecentes y groserías (hacia él más que nada). Todo parecía ser un desastre. No obstante, le gustaba, estaba bien con ello. Había sitios peores con alumnos imposibles.

Al segundo mes sabía que ese era su lugar. Los alumnos no siempre son como esperaba, aunque es un colegio distrital, eran increíblemente calmados e incluso respetuosos. Ese colegio rompía los tabúes que le enseñaron en la universidad. Sobre las personas que surgían de esos lugares y lo malo en cada mínimo aspecto. JungKook no se graduó en una licenciatura para juzgar lo que no ha vivido, ni mucho menos lo que no entiende. Sí que hay chicos que cuentan con problemas, económicos, sociales, culturales, personales, pero no es como si lo exteriorizaran allí. Por alguna razón les da miedo que por su actitud, se den cuenta de lo que pasa de las puertas para afuera. Y eso, de alguna manera, le aliviaba. 

Siempre pensaba en ello después de que terminaba la jornada escolar, cuando se quedaba revisando los ensayos y corrigiendo algunas tareas. Siempre miraba a su alrededor y rememoraba las decisiones que le hicieron aceptar el trabajo. Pensaba en los alumnos de sexto grado y se concentraba en el rendimiento de los de último año. Su vida fue hecha para enseñar, lo sabe cada vez que concluye sus pensamientos y entiende que está en el lugar que necesita.

- ¿Otra vez te quedarás hasta tarde? Pensaba en ir a casa temprano. - JungKook aparta la mirada del escrito y de la un rápido vistazo a su amigo, volviendo instantáneamente a su deber.

- Nadie te lo impide, JiMin. Ya estas grande. - escucha un resoplido molesto y sonríe levemente. JiMin y él son demasiado diferentes, desde la punta de los pies, hasta el último cabello en sus coronillas. Sus ideales son diferentes, sus vidas discrepan tanto que JungKook no recuerda el momento en el cual ellos dos congeniaron. Recuerda evitar a personas ruidosas, excesivamente sociales, preocupadas por el ocio, estereotipadas en su apariencia y unos cuantos sinónimos más que describiría a su compañero a la perfección. Cuando tiene la oportunidad de cavilar en ello, se da cuenta que es totalmente descabellado cualquier tipo de relación con el hombre y jamás puede dar con el origen de su repentina amistad. Es una de las pocas cosas que JungKook no entiende.

- Ya estas grande - repite sus palabras con el tono más aniñado que su voz le permite y se sienta en uno de los pupitres de  enfrente, con las piernas abiertas a la par y su mochila aún en su hombro - soy un alma joven y lo sabes. Lo que pasa es que a esta hora el ejercicio es ideal, oxigena tu cerebro y rejuvenece tus células, quiero que vengas conmigo. Deberías acompañarme en vez de estar aquí encerrado. - aunque no desmiente ese hecho, le es incapaz no fastidiarse con la mención. JiMin es un hombre excesivamente proactivo, como un adolescente, él, bueno, tiene preferencias más reservadas.

- Ya me lo has dicho, además es parte del trabajo, es como si te dijera que dejaras de jugar con la pelota. - JiMin le miró un segundo antes de soltar una gran carcajada con fastidio disfrazado de diversión.

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⏰ Última actualización: Dec 23, 2018 ⏰

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Unpredictable (One Shot) jikook/kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora