Después de aquella tétrica noche, los integrantes de la iglesia de Satán no regresaron a casa. Podía notar que Michael estaba levemente molesto por eso, pero el enojo se le paso cuando iniciamos con nuestras clases de magia. Él es muy inteligente y aprende rápido, así que no le cuesta trabajo hacer las cosas que le pido.
- La telekinesis es la habilidad de manipular objetos solo con el poder de tu mente.- Le mostré el jarrón de porcelana que tengo en mis manos.
- Lo que debes hacer es trazar un camino en un tu mente, imaginar el recorrido que debe hacer tal objeto para llegar a un determinado lugar.-
Solté el jarrón y se quedó flotando en el mismo lugar, alcé mis manos y el jarrón subió arriba de mi cabeza y empezó a girar a mi alrededor. Una pequeña demostración de lo que debía hacer.
- Muy bien.- Asintió prestando atención a mis palabras. - ¿Puedo intentarlo?-- Si, dejaré esto aquí y trata de levantarlo.- Dejé el jarrón en la mesa y di unos cuantos pasos hacia atrás.
Michael sacudió su cabeza y estiró ambos brazos en dirección al jarrón. Cerró sus ojos, el objeto comenzó a moverse un poco, apenas se había levantado unos cuantos centímetros de la mesa, pero cuando estaba a punto de levantarlo más alto el jarrón se iba a caer, lo detuve antes de impactarse.
- Tranquilo, esto puede ser complicado al inicio. Solo hay que practicar.- Lo anime a seguir.
Tras varios intentos más Michael no lograba realizar su tarea, comenzaba a desesperarse y eso solo haría que le costará más trabajo concentrarse.
- Aveces es más fácil manipular objetos si antes tienes contacto con ellos.- Cogí el jarrón en mis manos y se lo pase. - Intenta de nuevo.-
Esta vez el jarrón salió disparado hacia arriba, antes de tocar el techo se detuvo y cayó en mis manos.
- Esto es absurdo, no puedo hacerlo.- El ojiazul cruzo los brazos, cansado de fallar.
Dejé el jarrón a un lado y me acerqué a él, podía notar la tensión en su rostro, algo lo estaba bloqueando. Es la primera vez que veo que Michael se rinde tan fácil, eso no es normal en él.
- Se que puedes hacerlo.- Hablé con tranquilidad. - Es solo que... Necesitas concentrarte.-- ¿No se supone que estoy haciendo eso?-
- Tranquilo. Despeja tu mente, relaja tu cuerpo.- Acaricie sus brazos, están tensos. - ¿En qué estás pensando?-
- Nada, estoy tratando de no pensar en nada.- Cerró los ojos y frunció el ceño.
- Dejemos la telekinesis a un lado e intentemos hacer otra cosa llamada empatía.- Tome sus manos.
Había leído sobre cómo puedes proyectar tus recuerdos en la mente de alguien más estableciendo una breve conexión, nunca lo he hecho antes porque no tenía con quién practicar y supongo que este es un bien momento de intentarlo con Michael para que olvide lo que sea que lo esté estresando.
- Cierra los ojos y repite después de mi... Estoy lleno de recuerdos, abro mi corazón y mente. Soy un libro abierto, déjame ver lo que hay en ti.-
Sé que la conexión está hecha por el simple hecho de escuchar el silencio absoluto que nos envuelve.
- No debes abrir los ojos Michael.-- Entendido.- Nuestras voces se escuchan lejanas, apesar de que estamos a pocos centímetros de distancia.
Sin romper el contacto físico, recorrí sus brazos, hombros y subí por su cuello hasta que mis manos llegaron a sus mejillas.
La oscuridad comenzaba a esfumarse como si fuera neblina, dando paso a los pensamientos de Michael.
Aparecí en la antigua habitación de Michael, él estaba jugando videojuegos cuando entro Constance al cuarto. Por alguna razón camino enfada hasta Michael y le arrebató el control.
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El Diablo En Mi •Michael Langdon X (Tn)•
Hayran KurguPara ella, él era solo un niño perdido rodeado de personas despreciables. Para él, ella era capaz de destruir a cualquiera si se lo proponía. El destino les tenía preparado algo muy importante. Pero ellos decidirán si estarán juntos o en contra del...