CAPÍTULO 1

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La noche se hizo muy larga. Los rayos del sol ya azotaban las ventanas y su calidez comenzó a posarse en la tersa piel del joven teñido de un gris desgastado. Una coqueta bola de pelos no hacía mas que querer llamar su atención de manera juguetona, consiguiendo que despertara poco a poco gracias a las cosquillas que le provocaban las suaves patitas del felino.

No pudo mas que sonreír.

- Mochimmy... Gracias por seguir conmigo.

La soledad en la que se sentía sumido no era tan insoportable con su gatita a su lado, parecía que tenía un sexto sentido para saber cuando tocaba animar el ambiente. Se incorporó en el suelo, rápidamente el animalito subiéndose en su regazo, y pudo notar que dormir ahí le pasaron factura a sus músculos y cabeza. Sintió ganas de vomitar, a pesar de no haber cenado nada la noche anterior, y se sumó un nudo en la garganta y lágrimas amenazando con escaparse de sus ojos. Abrazó a su compañera escondiendo la cara en su pelaje, como si eso pudiera hacer de escudo contra el mundo.

No quería pensar en lo de la noche anterior, debía ser fuerte.

Con un par de respiraciones profundas se levantó del suelo, sin soltar a la gatita, y se dirigió a la habitación a por un par de toallas y ropa de cambio. Qué mejor que empezar el día con una buena ducha que lo despejase de todo.

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Jimin

Jimin

- JIMIN

- ¿Eh?

- ¿No piensas contestar? No para de sonar.

La vibración del móvil en la mesa era insistente y ya estaba cansando a la muchacha sentada frente a él. Jimin salió de su ensimismamiento y sostuvo el aparato por un momento antes de volver a dejarlo en su lugar y suspirar.

- Jimin, hace un par de días estabas radiante y sonriendo en grande. ¿Qué pasa?

El peligris solo miró a la joven por un segundo y volvió a bajar la cabeza. La rubia estaba preocupada por su amigo. La noche anterior no contestaba a sus llamadas y no le avisó si había llegado bien a casa. Sabía que si su amigo le había pedido ir a la cafetería a tomar algo sin ser día de trabajo era porque algo había ocurrido, pero ¿qué podía haber sido tan grave?

- Buenoo, qué raro veros por aquí. Hoy no os toca turno.

La sonrisa del dueño del local dejaba ver unos perfectos dientes blancos, casi podía apreciarse el brillito lateral en estos como en los dibujos animados. Venía preparado con su libreta y un delantal.

- ¿Qué os pongo?

La muchacha hizo gestos al camarero para que se acercara y le susurró al oído.

- Jimin no parece estar con nosotros, trae algo fuerte, ya sabes...

- Lisa, te estoy escuchando- reprendió el joven, a lo que la chica soltó una risita alejando al camarero algo confundido, parecía que Jimin ya conseguía dejar un poco de lado sus pensamientos.- Chanyeol, me encantaría tomar un café latte.

- ¿No comerás nada?- Jimin negó- ¿Lisa?

- Lo de siempre, gracias.

Chanyeol se alejó después de asentir con la cabeza, y una vez más Lisa preguntó.

- Bien, ¿no piensas decirme nada? ¿Hemos venido aquí solo para mirarnos a la cara? Sabes que eso me encanta, pero preferiría que primero me quitases la preocupación de encima.

Jimin observó a la rubia, tenía que contárselo, era su mejor amiga.

- Hemos roto.

Dos simples palabras que dejaron a la muchacha confundida. ¿Cómo que habían roto? Eran las únicas dos personas que Lisa veía como la pareja perfecta, eran el uno para el otro, se notaba el amor en el ambiente. Muchas veces se sentía como si estuviera interrumpiendo algo cuando estaba con ellos.

7FATES ~YoonMin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora