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Las primeras cajas las compre en compañía de mi padre,  quien quería aprovechar el momento para hablar conmigo y decirme lo orgulloso que estaba por verme crecer y cumplir poco apoco mis sueños. Deseaba de corazón que la sociedad lograra cambiar y darse cuenta de que a pesar de nuestras diferencias todos buscamos nuestra felicidad, lo cual no tiene nada de malo y no hay motivo para juzgar el camino de los demás y me hizo saber que siempre estaría a mi lado apoyándome en cada paso que diera.
En casa un ambiente de melancólica se iba generando poco a poco conforme pasaban los días y las cajas se iban llenando de mis pertenencias, la sensación de dejar el lugar que me vio crecer me daba sentimientos encontrados,  la alegría y entusiasmo de al fin salir al mundo a vivir bajo mis medios chocaba con los nervios de empezar esta nueva aventura y la tristeza de dejar a mis padres, pues a pesar de que seguiríamos cerca el saber que ya no nos veríamos diario me daba un poco de tristeza.
Los momentos con Armando durante esos días los valore mucho mas de lo que cotidianamente hacía pues a pesar de los años de diferencia siempre fuimos unidos y el sentimiento de no estar mas al alcance de mi pequeño hermano me daba un poco de culpa, desde que mamá nos explicará que tendríamos otro hermano un instinto protector nació en mi. Un día  mientras jugábamos videojuegos le asegure que contaba conmigo pasara lo que pasara, pues sabía que nuestros padres en ocasiones podían ser algo difíciles y mas ahora que el estaría solo con ellos y se enfocarían mas en protegerlo, mi puerta siempre estaría abierta por si necesita escapar en algún momento del amor paternal.

Las últimas dos semanas previas a la mudanza mi madre se encargo de conseguir mis platillos favoritos en los diversos restaurantes que nos gustaban frecuentar, siempre había amado su manera de ir comprar la comida y vaciarla en alguna cacerola para darle la apariencia de que ella lo había preparado, en especial cuando debíamos ir a ver a la abuela paterna. Fueron días en los que deje que me arropara durante la noche, su amor maternal se desbordaría mas adelante con mi hermano, a mi sólo me correspondía disfrutarlo durante esos días,  el llanto y demás le tocaría a mi padre tener que tranquilizarlo, cuando Estela se fue pasamos tres semanas consolando a mi madre, supongo es una reacción normal en algunos casos después de que los hijos dejan la casa.

Al fin había llegado el momento de dejar la casa de mis padres y comenzar a vivir por mi cuenta me provocaba diversas emociones. Durante la noche previa a la mudanza no pude dormir bien por los nervios y durante la mañana el café extra cargado que me preparo mi mamá fue lo que hizo que pudiera estar despierto para cuando llego el camión. Antes de bajar la última caja me tome un momento para ver el ahora cuarto vacío donde pase toda mi vida, controle el llanto y me prepare para comenzar esta nueva aventura.

Cuando Sofy llego mis padres tenían pocos minutos de haberse retirado pues sabían que queríamos  vivir la experiencia de mudarse sin ayuda, su madre trabajo ese día y no pudo acompañarla. Después del divorcio casi no veía a su padre pues por cuestiones laborales cambio su residencia al norte del país y solo durante unos días al año Sofy acudía a visitarlo, su relación es buena pero nunca se interesó en cambiar la vida que tenía aquí con su madre y nuestro pequeño grupo de amigos, algo que agradezco.

Me disponía a bajar por algunas cajas cuando conocimos a los vecinos de enfrente, dos chicas bastante atractivas y simpáticas, supongo si fuera heterosexual llamarían mi atención pero Tania y Gabriela solo tendrían un nuevo amigo conmigo, por otra parte su primo fue quien atrajo mi atención, desde su cabello castaño con un tono rojizo y sus ojos avellana hasta su cuerpo visiblemente trabajado en el gimnasio. Se ofreció  a ayudar a subir algunas cosas pero al ver que se dirigía mas a Sofy di por hecho que no debía prestarle demasiada atención, solo la adecuada para ser cortes.

Además de ser bastante atractivo resulto que Marco podría ser un buen amigo, ese día además de ayudarnos con lo de la mudanza se ofreció a llevarnos la cena, supongo su interés por Sofy le facilitaba el ser amable. Tuve que evitar que mi corazón se parará cuando nos preguntó si éramos recién casados o si solo teníamos una relación sentimental mas allá de la amistad.

El fin de semana consistió en dedicarnos a acomodar nuestras pertenencias en nuestro nuevo hogar, los gemelos y las chicas se presentaron para ayudarnos un poco. Casi habíamos terminado cuando decidimos que el fin de semana después de que los chicos se mudaran deberíamos de ir a festejar este nuevo capítulo de nuestras vidas, ahora todo era diferente.

Durante la semana descubrí que Marco trabajaba a unos cuantos metros del edificio donde se encuentra mi trabajo,  era una manera un poco extraña de alegrar mi mañana, por una parte me sentía atraído y era un placer verlo pero sabía que el estaba interesado en Sofy, la cuál por cuestiones laborales estaba entrando mas temprano durante algunos días, por lo que los dos nos íbamos juntos sin que alguien estuviera para evitar que le dedicará mas atención de lo debido.

Sabía que lo mejor era no prestarle demasiada atención a Marco pero siempre tenía algún tema de conversación y sus ojos tenían algo a lo que no podía resistirme, sabia que solo me estaba haciendo ideas falsas en mi cabeza y que yo mismo me generaba una herida que mas adelante lamentaría, no sería capaz de dejarle de hablar pero tomaría un poco de distancia para poderlo ver como un nuevo amigo, igualmente existía la posibilidad de que cuando Sofy lo rechazara el se alejara, solo era cuestión de días.

Afortunadamente el tener que adaptarme a vivir sin mi familia y adquirir mas responsabilidades en las actividades del hogar me mantenía distraído para evitar pensar en Marco todo el día. La vida parecía estar de mi lado pues en el trabajo mi jefe me anunció que me subiría de puesto con lo que permanecería un poco mas ocupado de lo habitual y no podría enfocarme en las cuestiones del corazón, especialmente cuando le estaba prestando demasiada atención a un chico buga.
Las personas creen que aceptarse tal cuál eres es el principal problema de una persona homosexual o diferente a la norma heterosexual, pero para mi es solo una crisis de identidad por la que todos los seres humanos atravesamos en algún momento de nuestra vida independientemente de nuestra preferencia, es parte de encontrar una identidad.

Salir del closet abre una puerta a la libertad pero lo que nadie te dice es que junto a esa maravillosa puerta se encuentra la venta de la crisis amorosa. No solo debes aceptarte y luchar para que el mundo tenga el mínimo respeto a tu persona, debes afrontar que el amor no llegara con la historia del cuento de hadas y el amor a primera vista.

Puedes enamorarte de algún chico que se encuentra en una etapa diferente de aceptación a la tuya y puede ser que estés afuera pero si tu novio sigue en el closet o cree necesario esconderse del mundo como si su amor fuera algo malo la frustración se hará presente o al revés, la paciencia y la empatía son las únicas cosas que pueden salvar una relación que se desarrolle de esta manera.

En mi caso me ocurría lo peor de este mundo, enamorarte de un buga es una constante herida llena de sal, pues a pesar de que la esperanza a ser correspondido es nula, tu ser tiende ha aferrarse a esa posibilidad a pesar de saber que no hay un futuro y el nosotros que tanto anhelas jamás ocurrirá. En el corazón no se manda pero se debería de poder actuar siendo un poco racional y no lastimándose uno mismo con sueños y fantasías de algo imposible.

Una parte de mi sabia que no era para nada bueno el clavarme con Marco pero mi parte irracional se imaginaba sus labios tocando los míos dulcemente mientras permanecíamos abrazados tiernamente, entrando y saliendo tomados de las manos. Debía dejar de soñar despierto lo mas pronto posible, pues tampoco debía dejar que el se diera cuenta de lo que estaba sintiendo.

Las primeras tres semanas a partir de la mudanza habían sido duras pero poco a poco se fue formando una nueva rutina en mi vida, la cual incluía que Marco tocara el timbre por las mañanas para irse conmigo a trabajar hasta el punto en el que nos separábamos para ir a nuestras respectivas oficinas.

La única salida que tenía era esperar que con la llegada de los gemelos las cosas cambiarán, ya sea que no fueran de su agrado y evitara estar cerca de ellos y me hablara solo ocasionalmente o que se llevará mejor con ellos y tuvieran su grupo buga pasando a dejarme en segundo plano. De alguna forma u otra tenía que evitar que avanzaran mis sentimientos por Marco y no lastimarme.

Axel: El universo te escucha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora