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A pesar de lo ocurrido antes Alberto se mostro amable y comprensivo conmigo, regreso a ser el chico lindo y tierno que era cuando nos conocimos. Decidí que me tomaría un tiempo para estar solo y cuando lograra sacar completamente a Ricardo de mi sistema y creyera estar listo para darle mi corazón a alguien, si el seguía interesado quizá podíamos tener una segunda oportunidad. El tiempo era la mejor manera de saber si estaba destinado a estar junto a Alberto, quizá él no estaba dispuesto a esperar mas tiempo o podía conocer a otro chico, no podía pedirle que me esperará pues yo fui el que no lo había escogido a tiempo. Si para cuando estuviera listo él se había marchado o decidía tomar su propio camino tendría que afrontar la situación, sería un error mas que debía de pagar y estaba dispuesto a hacerlo.

Un poco después de que comenzara a salir con Ricardo aparentemente de manera formal para no lastimar mas el corazón de Alberto y jugar con sus emociones lo había recomendado para otro puesto, pues en su momento creí que lo mejor era que estuviéramos distanciados y poder enfriar las cosas entre los dos para que en algún momento lográramos ser amigos. Por suerte el puesto se lo habían ofrecido a otra persona.

Para evitar pensar en temas del corazón y concentrarme en mi, junto con Sofy entre a tomar clases de baile, eso me mantenía ocupado al salir del trabajo y me ayudaba a cansarme para llegar a dormir y no darle mas vueltas a mi desastrosa vida amorosa. El resto de tiempo libre lo dedique a mis amigos y familia, ahora sabia que en unas cuantas semanas una hermosa niña sería mi primera sobrina y me ofrecí con gusto a ayudarle a mamá con los preparativos del baby shower, algo que nos mantendría bastante ocupados gracias al gusto por hacer fiestas a lo grande de mi mamá y al ser el primer nieto que tendría la había vuelto loca de felicidad y tenía decenas de ideas sobre lo que haría para la fiesta.

La soltería parecía comenzar a caerme bien y el hecho de saber la verdad sobre Ricardo ayudo a que lograra superarlo con mayor facilidad. Una verdadera traición es la mejor manera para hacer que alguien se olvide de nosotros y no quiera saber nunca nada mas. Con Marco seguía creciendo la amistad pero me sorprendió ver que tenía una cita, era un chico bastante atractivo y aunque me contó que había sido todo un desastre no creí que tuviera posibilidad en algún momento. Debía dedicarme un poco mas a mi para estar seguro de que podía amar a Alberto antes de pedirle una segunda oportunidad.

El tiempo parecía transcurrir un poco más rápido y gracias a que enfoque mis energías en mi me sentía mucho mejor y el ejercicio comenzaba a notarse. Ahora se podía ver mi cuerpo mucho mas tonificado, no tan voluptuoso como el de los chicos que cargan gran peso en el gimnasio pero era evidente que hacía ejercicio y mi abdomen lo agradecía al irse poniendo firme y marcado.

Después de una larga y pesada junta como para relajarnos le pregunte a Alberto si quería salir a cenar, lo hice lo mas casual posible para que no sospechara que mi idea era poder hablar con el sobre la posibilidad de intentar estar juntos nuevamente pero esta vez de una manera mucho mas formal y correcta, pues no volvería a lastimarlo. Me dio gusto que aceptara y pude ver que no tenía sospechas sobre mis planes.
Hay un restaurante de comida japonesa que a ambos nos agradaba, decidí llevarlo ahí para poder disculparme por mis errores del pasado y abrir mi corazón con la esperanza de que el futuro pudiera juntarnos nuevamente, pero esta vez siendo una pareja real finalmente.

Las salidas con alguien que te gusta pueden ser un poco tensas, en especial después de un intento fallido y mas sabiendo que todo fue culpa tuya, intente mostrarme lo mas tranquilo posible, pues tampoco quería que se diera cuenta de lo que intentaba hacer se levantara y saliendo corriendo. Estábamos a mitad de la cena cuando me pregunto si podíamos hablar, mi corazón se aceleró por un momento pues tal vez pensaba lo mismo que yo. Después de una pausa un poco larga le indique que si y trate de no decirle sobre como me sentía.

Hay ocasiones en las que nuestro subconsciente evita que cometamos un error fatal del que luego nos arrepentiremos. No esperaba que me dijera que quería hablar sobre el trabajo, no pude evitar mi sorpresa pero esperaba que todo estuviera bien o pudiera ayudarle a resolver las cosas, tal vez le estaba dejando demasiadas cosas para hacer. Si bien la oferta a la que lo postule no resulto, mi recomendación y su excelente trabajo ayudaron a que le ofrecieran otro puesto, igualmente importante pero tendría que irse un par de meses a otra de las oficinas al norte del país y después regresaría, quería saber lo que opinaba. No podía interferir en su crecimiento laboral y guarde mis sentimientos, en un par de meses si las cosas se acomodaban podía ver si era posible tener una relación entre los dos, así que le agradecí por todo el trabajo que juntos habíamos realizado y pues a pesar de que extrañaría el tiempo que pasábamos juntos debía buscar su crecimiento y si era algo que el deseaba lo apoyaría, si quería quedarse a mi lado hasta que saliera una oferta que le agradara mas no tenía inconveniente, sin importar su decisión contaría conmigo y siempre estaría ahí para él.

Al otro día luego de hablar con nuestro jefe me comunicó que aceptaría el puesto pero que buscaría un buen reemplazo para que no tuviera una carga excesiva de trabajo, no pude evitar abrazarlo y decirle que lo extrañaría. Serían los últimos días que estuviéramos juntos antes de su ausencia por un par de meses y a pesar de que trabajaríamos en el mismo piso ya no sería lo mismo estar sin el todo el tiempo. Esperaba que la distancia ayudara a que el destino nos juntara.

Un par de días mas la suplente para sus labores estaba lista, una chica unos meses más grande que yo y con un look bastante divertido se encargaría de las funciones que antes desempeñaba Alberto, pero hasta que se tuviera que ir él se encargaría de capacitarla y los dos trabajarían conmigo. Mi oportunidad de poder estar a solas con el parecía desaparecer, pero al no ser bueno ocultando mis emociones se percato de que algo me sucedía y fui honesto diciéndole que extrañaría trabajar juntos, pues las horas laborales pasaban más rápido con su presencia.

Mis emociones estaban a flor de piel en esos días y era notable la sensibilidad que se apoderaba de mi poco a poco, durante la comida en el trabajo para despedirlo logre controlarme y luego de que mi jefe le diera la bienvenida a su nuevo puesto le agradecí por todo el apoyo que me dio durante el tiempo que había sido mi asistente. Por la noche acepte acompañarlo a una fiesta de despedida que sus amigos le habían organizado, como se había hecho buen amigo de mis amigos también los había invitado. Una parte de mi quería abrazarlo y decirle que esperaba que algún día pudiéramos estar juntos, pero no era el momento ni el lugar para hablar sobre la relación que por mis malas decisiones no se había logrado concretar en el pasado, aún así me sentía bien de que me invitara, era una muestra de que las cosas malas estaban en el pasado y me perdonaba. En dos meses que regresara si las cosas funcionaban podía decirle lo que sentía, la esperanza de estar juntos no debía desaparecer solo por un par de meses distanciados.

El día en que Alberto se marchó lo pude acompañar al aeropuerto, me agradeció por la oportunidad de dejarlo trabajar a mi lado y por impulsar su carrera. Le dije que era lo mínimo que podía hacer para agradecerle por su excelente desempeño. Le deseé que su ausencia fuera lo mas placentera posible y que aprendiera todo lo que pudiera para que siguiera creciendo laboralmente. Me tomo de las manos y me dijo que lamentaba lo que me había hecho Ricardo,  comencé a disculparme por lo que yo le hice a él de inmediato, pero me interrumpió para asegurarme que entre los dos las cosas marchaban bien y que si el destino quería mas adelante podíamos intentar estar juntos. Sonreí pero no me atreví a decirle que sentía lo mismo, me acerque un poco y nos dimos un beso para despedirnos. Unos minutos después nos tuvimos que soltar para que pudiera ir a su vuelo, el tiempo se encargaría de acomodar todo en su lugar.

Axel: El universo te escucha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora