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Todavía me llegaba a doler lo sucedido con Ricardo, no solo su engaño me lastimaba sino que por preferir estar con el no le di su valor a Alberto como se merecía, el podía haberme hecho feliz y no me hubiera lastimado. Si con el tiempo logre aprender a querer a Ricardo hacerlo con Alberto también era posible. Ahora debía esperar que el destino se pusiera de nuestra parte y todo resultara bien, pero corría el riesgo de que una vez mas las cosas no salieran como lo esperaba.

El trabajo no era lo mismo desde que Alberto se marchara para prepararse en las oficinas del norte, me daba gusto y me sentía feliz por el crecimiento que tendría pero no me gustaba que no pudiera serlo conmigo a su lado. No quería interrumpirlo y después del beso de despedida supe que debía darle su espacio para que aclarará sus ideas y no sintiera que una vez mas jugaba con el.

Un tiempo a solas es necesario para aclarar las ideas que recorren nuestra mente en todas las direcciones, al ver que mi hermana estaba un poco delicada por su embarazo y tener cerca su alumbramiento pedí unos días tomados de mis vacaciones, los cuales junto con el puente por ser festivo y sumado al fin de semana me harían bien. Nos pusimos de acuerdo y decidimos que los seis días que logre tener libres los pasaríamos en casa de nuestros padres. Estaría con mi familia y podría pensar mejor en lo que quería para mi futuro.

Durante la cena estaría con mis amigos y partiría temprano para desayunar con mi familia y luego disfrutaría de revivir mis días de infancia durante la semana. Junto con Estela solía hacer fiestas para los dos los fines de semana luego de una semana de clases y una vez que Armando nació lo incluimos en nuestro pequeño y privado ritual.

Las escaleras del edificio las sentí un poco mas pesadas de lo normal, supongo que era por el cansancio acumulado en los últimos días. Oí unos pasos tras de mi acompañados de un pequeño sollozó, hice una pausa y di media vuelta por si algún vecino necesitaba ayuda y poder auxiliarle. Después de unos segundos me paralice al ver que se trataba de Marco quien al dar la vuelta para seguir subiendo las escaleras no se dio cuenta de mi presencia, suspiro y corrí para ver si estaba herido o como podía ayudarle.

Al vivir en una gran ciudad dónde la delincuencia esta a la orden del día y al ver a alguien como Marco en ese estado puede pensarse que había sido víctima de un asalto violento. Me abrazo fuertemente y me pidió si podíamos ir a la azotea. Los minutos pasaban y no lograba hacer que me dijera nada, no sabía lo que le ocurría pero no quise dejarlo solo para pedirle ayuda a sus primas debido a lo alterado que estaba. Varios minutos después se tranquilizó un poco y me tomó de la mano, me dijo que se había enterado de una mala noticia pero que no quería hablar del tema. Me abrazo y me pidió que estuviéramos así y le hablara de cualquier cosa para distraerlo.

Mi celular sonaba pero no quería contestar, seguramente teníamos alrededor de una hora en la azotea, terminé de contarle mis planes para los próximos días cuando Sofy comenzó a llamar, pues le preocupaba que aún no llegará a casa, le dije que estaba con Marco que nos veríamos en unos minutos, pero realmente no sabía cuanto tiempo mas estaríamos arriba.
Pasaron cerca de diez minutos cuando me apretó la mano y me dio las gracias por estar con el, me pregunto si podíamos estar en mi departamento con mis amigos y le dije que no había problema, al entrar todos incluidas sus primas nos esperaban, ninguno pareció darse cuenta de la situación en la que antes había estado Marco, lo cuál lo relajo un poco y solamente hice un esfuerzo para que no descubrieran mi preocupación por el.

La cena paso de manera tranquila y se pusieron a jugar cartas,  yo quería preparar mis cosas para ir con mi familia y Marco se ofreció a ayudarme, en otras circunstancias tal vez la pena me hubiera hecho decirle que no se preocupara y rechazaría su oferta incluso me quedaría mas tiempo, pero dadas las circunstancias sabía que era mejor estar en privado por si nuevamente tenía otra crisis nerviosa.

Mientras acomodaba mis cosas en la maleta que me llevaría notó el álbum de fotos que tenía en el cuál tenía fotos desde que era bebé y me pregunto si podía verlo, le dije que si esperando que no comenzara a reírse de mi, cuando termine me senté a su lado para explicarle quienes eran los de las fotos. Luego de ojear mi pasado me abrazo nuevamente y me dio las gracias, le respondí que no era necesario y que contaba conmigo, me pregunto si podía pedirme un último favor, no sabía que le había sucedido y no lo presionaría para que me contará pero no esperaba que me dijera que si era posible quedarse conmigo esa noche.

Muchas veces había fantaseando con que estuviéramos juntos en la misma alcoba pero en mis fantasías la situación era totalmente diferente a la realidad. Acepte a su petición sin entender nada de lo que pasaba. A pesar de que vivía en frente no quiso ir por nada a su depto y luego de pedirme una bermuda prestada se la coloco y quedó sin playera, yo solía dormir en boxer pero al estar con el, me dio pena que viera mi cuerpo delgado un poco tonificado que comparado con el suyo era deprimente, pues era notorio que había años de ejercicio de diferencia entre los dos.

La playera que me puse no era tan vieja pero le dije que solía dormir con ella para no sentirme mucho mas avergonzado de lo que estaba, me hizo el comentario de que tenía bonito cuerpo y una risa se me escapo, al ver su cara le expliqué que viniendo de alguien que pasaba horas en el gimnasio solo podía tomarlo como una especie de sugerencia a esforzarse más. Me agrado que me asegurará que lo decía en serio y me agradeció de nuevo por todo lo que hacía por él en ese día, me abrazo y unas cuantas lágrimas salieron de sus hermosos ojos y le asegure que todo saldría bien, nos quedamos abrazados hasta quedarnos completamente dormidos.

Los nervios me atravesaron como un rayo al despertar y ver que estaba entre sus brazos y me observaba, sentí como me ponía rojo y le pregunté si tenía mucho despierto, me aseguró que no pero le agradaba ver como dormía, baje la mirada para no ponerme mas nervioso y al notar que mi playera se había alzado hasta un poco mas de la mitad mientras dormía me apresure a acomodarla correctamente. Su risa cerca de mi oreja me lleno de energía y me dijo que no tenía que avergonzarme de mi cuerpo.

Mucho tiempo soñé con el momento en el que estuviéramos juntos en la misma cama, pero nunca pensé en que sería de esa manera, me agradeció nuevamente por lo que había hecho por él y me dijo que lo mejor que podía hacer era ayudarme a sentirme cómodo, no entendí a lo que se refería hasta que sentí su mano en mi cintura y trato de subir mi playera. A pesar de mis intentos porque no lo hiciera cuando nuestras miradas se cruzaron y me pidió nuevamente por favor que lo dejara hacer no pude resistirme y accedí. Cuando logró quitarme la playera su sonrisa resplandecía, me dijo que todo estaba bien y se levantó alzándome junto con él para llevarme al espejo. La pena me cubría de nuevo al ver su cuerpo perfectamente trabajado al lado del mío que solo tenía unas cuantas partes tonificadas y era obvio que necesitaba hacer muchísimo ejercicio para verme igual de bien.

Me dio gusto verlo con un mejor estado de ánimo y reprimí las ganas de llorar que la vergüenza me provocaba, al parecer se dio cuenta cuando me quito del espejo y me dijo que no tenía que sentir pena, pues para el era un chico bastante lindo y con un cuerpo bastante agradable de ver. Me recargue en él y volvió a abrazarme. La luz del sol aún no entraba por la ventana pero al estar acostumbrado a levantarme temprano era normal ya estar despierto. Aún  faltaban unas horas para partir a ver a mi familia por lo que no me molesto seguir acostados mientras me abrazaba.

Al despedirnos le pedí que me avisará si necesitaba que regresará, no me gustaba dejarlo así después del estado en el que lo vi la noche anterior. Me prometió que estaría bien y que si era necesario me marcaría. Una vez que se despidió y me abrazó de nuevo, me apresure a arreglarme para ir con mi familia durante unos días. Una nueva esperanza comenzó a formarse dentro de mi cabeza, ahora sabía que le parecía un chico lindo y le era agradable ver mi cuerpo. No sabía que pasaría entre los dos con el tiempo pero me agradaba la sensación de protección que me brindo en esos momentos.

Axel: El universo te escucha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora